Reza la máxima popular que “cuando la perra es brava, hasta a los de la casa muerde”, y esto es precisamente lo que está sucediendo hacia el interior del partido en el poder.
Lo anterior sin mencionar que la constante de ellos es la mentira.
De entrada, le diremos que eso que tanto pregonaron, eso que tanto presumieron, de regresar las prerrogativas, jamás lo han hecho realidad.
Pura mentira y traición.
Sí señor.
Pero esto de las diputaciones plurinominales los ha vuelto a poner en entredicho.
Resulta que, ante tanta ambición, ante tanto agandalle, féminas que aspiran a una representación local por la vía plurinominal tuvieron que salir a exigir transparencia en la repartición de las curules.
Sin mayor empacho ellas acusaron que dentro del negocio que regentea, aquí en la entidad veracruzana, el tal Esteban Ramírez Zepeta “hay actores que al parecer buscan desplazar algunos espacios”.
Por supuesto que existen, o que acaso no conocen lo gandul que son sus compañeros, ellos lo quieren toda fácil, valiéndole madre pasar por encima de quien sea y de lo que sea.
La exigencia que hacen al órgano electoral la deberían hacer al partido que las metió en esto, allí es donde está la ambición, es allí donde le meten la mano al asunto y ya le dictan al órgano electoral local lo que debe de hacer.
A lo expresado por Ilia Dolores Escobar Martínez y Gisela López, quienes, a su decir, a pulso se ganaron dichas posiciones, existen actores que buscan desplazar algunos espacios.
Lo dicho por estas damas es todo un secreto a voces, algo ya conocido por todos, estos actores son unos auténticos insatisfechos, unos verdaderos miserables que buscan quedarse con todo.
Que acaso este par de mujeres no saben que ellos no respetan nada ni a nadie, que acaso nadie les ha dicho que eso de hacer valer los derechos, en el partido que regentea el dueño de “La Chingada”, solo son frases, únicamente son pronunciamientos, nada de realidades.
Por favor, ellos solo ven por lo suyo, por sus intereses de grupo, lo demás es lo de menos.
Recordemos que, hacia el interior de MORENA, jamás le han dado vida aquello de que parten de
la premisa de que la democracia interna en un instituto político radica en que se practiquen los mecanismos institucionales que respeten su forma de organización y se actúe con base en sus propias normas y procedimientos.
Esas son frases trilladas, deshilachadas, que solo intentan darle cuerpo al discurso.
Pero hasta allí.
Que no les mientan.
O que acaso no estaban enteradas que, en MORENA, lo que impera es la imposición, el amiguismo, el desastre y la inmoralidad.
Eso de respetar las listas solo es un espejismo, únicamente concurre en la mente de los ingenuos.
Los años que llevan trabajando para la causa, para el partido, los pueden ir olvidando, eso solo fue tiempo perdido para ellas, eso no será motivo para respetar sus derechos políticos electorales.
Así de sencillo.
Lo que deben tener muy en cuenta estas féminas es que los desencuentros apenas comienzan, esa es la constante había el interior de las filas de chairos.
En eso de regresar las prerrogativas luego le ampliamos, esa es otra más de las tantas succionadas que acostumbran enderezar los chairos, empezando por el hijo de Atanasio, pasando por el tal Erik Cisneros y terminando con “El Carón”, el tal Juan Javier Gómez Cazarín.
Puro comediante metido a político.
Claro que sí. |
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