Como dijera el Divo de Juárez, “pero que necesidad, para que tanto problema”.
Donde estriba la urgencia de retornar a las clases presenciales.
O que acaso es tanta la insensibilidad del tabasqueño que le vale madre los riesgos que corren los menores.
Por favor, tanto cinismo, desconcierta.
A escasos quince días de que nuevamente los planteles educativos abran sus puertas el número de menores contagiados se incrementa.
Como todos sabemos esta tercera ola de infecciones de COVID-19, ha traído un acrecentado número de casos en niños y adolescentes.
Tan solo por citarle un ejemplo y de acuerdo a los datos ofrecidos por del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, en la capital del país ya han fallecido 41 niños y adolescentes por el virus del SARS-CoV-2, cuyas edades fluctuaban entre cero y 17 años.
Esas cifras son únicamente en la ciudad de México, lamentablemente en las demás entidades debe haber ya infantes y jóvenes fallecidos.
De acuerdo a especialistas en el tema, los menores, aun siendo asintomáticos, pueden llevar el virus y transmitirlo al igual que lo hace un adulto y ellos con mayor razón al no estar vacunados.
Por lo que se aprecia el gobierno que encabeza el señor López no toma en cuenta que en tan solo un día se llegaron a contabilizar cerca de 25 mil contagiados, cifra no detectada desde que dio inicio esta pandemia. Y lo que es peor, de nada sirvió haber tenido protegidos a los menores más de un año, en la primera y segunda ola, y en esta tercera, la cual según las propias autoridades sanitarias es la más agresiva, “llueve, truene o relampaguee”, abrir las escuelas.
Eso es valemadrismo, no chingaderas.
O que, porque aún ha causado tantos fallecidos como las dos primeras crestas, el tabasqueño y su pandilla desestiman esta tercera rociada.
No se vale señor López.
Más prudencia por favor.
Es cierto que ya se lleva un considerable avance en el número de mexicanos vacunados, pero eso no quiere decir que se deba exponer a los niños y jóvenes pensando que los estragos serán más tenues. O quizá por lo anterior, por el número de inmunizados, el tabasqueño le apuesta a que las tasas de letalidad del virus se comporten a la baja a pesar del considerable incremento de contagios que se ha visto en los últimos días. Recordemos que ya está demostrado que la variante “Delta” afecta más al grupo de los jóvenes.
Suena muy jocoso eso de que con los 10 lineamientos que en días pasados emitió la Secretaría de Educación Pública, habremos de tener un regreso seguro a las aulas.
Por lo mientras, de continuar imperando el valemadrismo en nuestras autoridades, no se dude que pocas semanas, antes de las fiestas patrias, alcanzaremos el máximo de contagiados en lo va de toda esta pandemia.
Por si lo anterior no es suficiente le diremos que, también, en días pasados, el INEGI, dio a conocer que la COVID es la séptima causa de muerte en niños menores de un año y de uno a cuatro años, la octava causa de muerte en niños de cinco a nueve años, la novena causa de muerte en niños de 10 a 14 años y la sexta causa de muerte en jóvenes de 15 a 24 años.
O que acaso el dueño de “La Chingada”, ¿tiene otros datos?
Conociéndolo, seguro que sí.
Provecho.
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