Nomás para que se animen a pedirme prestado, les relato la fabulosa suerte con la que termino el año: Resulta que la empresa del pordiosero Bill Gates organiza cada tres años una rifa mediante un organismo llamado “MICROSOFT LOTTERY” según me explicaron en el correo electrónico, con el auxilio de 30,000 empresas y poniendo en balotaje o rifa aprox. 30.000,000, si, treinta millones de participantes en que concursaba los correos electrónicos que en alguna forma seleccionó Microsoft, para mi alegría, el mío salió premiado con 1,000,000.00 de Dólares.
Se me pidió ponerme en contacto con una oficina de Holanda, de la que me dieron dirección, teléfonos, fax y un correo electrónico al que debía dar mis datos personales con objeto de que se me enviara el milloncito de dolarucos. Devoto como soy de la virgen Maria y pensando que por fin mis ruegos a San Juan Diego habían sido escuchados, envíe y cumplí con el procedimiento requerido. Envié hasta el nombre de mis enemigos.
El día tres me respondieron comunicándome que mis datos habían sido compulsados con los que tenían en sus archivos y que procedían a requerir a la oficina de reclamo y protocolización del certamen con el ganador, para que antes de 24 hs. se me enviaran los dólares a la cuenta bancaria o procedimiento que yo decidiera. Para completar el expediente y dado que al premio no se le podía hacer deducción alguna, por así establecerlo los procedimientos y política del certamen, debía enviar 420 Euros, ma´o menos 10,000 pesos para pago del notario y oficina de reclamos (Claim Office). Ahí se acabó el encanto de mi premio.
Rápidamente le respondí a los microsofts que, por 10,000 mil pesos, en Veracruz se mata a un cristiano, pero respetuoso y admirador como soy de Bill Gates y no dudando de la buena fe de quienes me pretendían entregar un millón de Dls. sin haber comprado boleto, generoso como soy, les propuse donar el 50 % de mi premio a cualquiera de los que me estaban regalando el milloncejo, a cambio de que pagaran los 420 pinches Euros. Me respondieron inmediatamente que la política de la empresa les obligaba a entregarme íntegro mi millón y que si no aceptaba sus términos, pagando 420 Euros para cubrir derechos, perdía mi lana, agregando: ¡Ultimo exhorto!
Les respondí ¡Chiflen a su Madre!. ¡Ultima mentada! ¡AGUAS!
Noviembre 28 de 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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