La chambita de funcionario público de alto nivel jerárquico, tiene sus bemoles, se les carga el adjetivo de culpables en cuestiones en que son responsables por tener que mantener vigilancia y dar mantenimiento a cuestiones tan diversas, que cuando una falla sin tener el funcionario la menor responsabilidad, la sociedad busca culpable y en lugar de reclamar la función del accidente o incidente, se busca un pendejo a quien culpar, solo que en casi todos los casos, el jefe de arriba, encuentra a quien cargarle el muerto y normalmente lo encuentra en un funcionario de menor rango, la bolita de buscar un culpable, rueda sin cesar, la bronca se alarga hasta que los responsables encuentran al pendejo que acepta la culpa y responsabilidad de lo acaecido “incidentalmente” o por real culpa de nulo mantenimiento.
Lo acaecido en el Metro pasará pronto, en menos de un centímetro, las distancias lineales serán manejadas por los culpables y nada pasará, los mexicanos estamos preparados para aguantar todo, hasta que nos vendan un metro de a “centímetro” y debilitado por no saber trazar, problema de geometría elemental, en combinación con la Ingeniería civil y la responsabilidad de funcionarios que no funcionan donde deben de funcionar, pero merced a la buena grilla en que son expertos, nada pasará, todos al metro sin tomar medidas o exigir nos den lo que pagamos.
Ni modo, cuando confundimos incidente con accidente o pendejada, hasta el espíritu santo la lleva mal, todos pierden cuando la naturaleza nos dice “Basta de abusos, aguanto pero solo tantito” el que unos cuantos fraccionamientos de poco, poquito lujo, se inunden, culpa es del espíritu santo y demás angelitos que le acompañan, tenemos en el Estado de Veracruz un niño muy dado a meterse en honduras y seguido sale ahogado, afortunadamente para el niño, nuestros funcionarios públicos son capaces de tapar cualquier pozo, antes o después de que el niño pendejo, se meta en honduras y se ahogue, se culpa a un funcionario experto en ingeniería civil y metido en ingeniería grilla, no la biológica sino la social, acepta la chambita de Gobernador del Estado y con un aguacerito todo Xalapa, bueno no todo, solo 29 colonias de poquito lujo, el agua que no respeta la grilla de los expertos, se sale de madre y causa una elevación en el nivel de los charcos de hasta 1 metro, eso no es grave pues solo sufrirán los que no saben nadar y los chaparros de menos de un metro, se ahogaran con los niños descuidados por sus padres.
Seamos sensatos para calificar, ni AMLO tiene culpa que una trabe del Metro se destrabe, ni Cuauhtémoc es culpable de que el Espíritu santo mande más agua de la que necesitamos, para que nuestro cuerpo y los campos se mantengan hidratados, se olvida nuestro ángel guardián, de mandar agua en los volúmenes necesarios y un travieso Espíritu santo, decide ahogar a los descreídos, ajenos a la creencia que se impone entre los bien nacidos, igual que la trabe destrabada, la lluviecita no causará más inundaciones, es una promesa que cumplirá hasta el 6 de junio, después, Dios dirá, ojala y nos meta en espacios santificados, no inundable ni destrabados. “AGUAS”
Mayo 14 del 2021 lmwolf1932 gmail.com Luis Martínez Wolf |
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