Convencido estoy que la investigación científica se da en la irreverencia cotidiana, me refiero al ser humano que sistematiza el procedimiento de generar calor o mejor expresado, elevar la temperatura, con el frote repetido de dos trozos de madera de diferente densidad, milagro, concentran calor, elevan la temperatura del madero más blando y se produce el fuego. Ese hombre primitivo se convirtió en homo sapiens cambiando el estatus de la humanidad en todos los órdenes, pues de su descubrimiento que fue sistematización, observación y síntesis de resultado de la experimentación, el fuego y su aplicación es base de miles, a través de la historia, gracias a esa primitiva experimentación.
Se da en la naturaleza la generación espontánea, en ocasiones para el bien de la humanidad y en otras para destruirle, el caso del rayo es el más ilustrativo ejemplo, es científico no sólo el que encerrado en el laboratorio repite y repite experimentos buscando acumularlos para establecer a confirmación de una idea que sólo llevado a la sistematización y repetición puede ser aceptada como científica.
Yo afirmo que los más importantes avances de la ciencia se dan cuando el investigador o persona normal inquieta no se satisface con su estatus de vida en lo general y es invadido por la inquietud de que puede cambiar ese estatus. Observa, afirma en su yo personal que puede cambiar lo observado para vivir mejor y… experimenta.
Yo creo que Newton al establecer los principios gravitacionales que regulan el comportamiento del Universo, no postuló para convencerse de la existencia de una ley natural, aquella que establece “Los cuerpos en el espacio se atraen en razón directa de sus masas y en razón inversa del cuadrado de sus distancias”.
Eso lo establecieron otros investigadores matemáticos que se inquietaron por el establecimiento elemental del vocablo “Gravedad” y se expuso casi en forma graciosa el principio de la manzana cayendo. La tierra, más grande que la manzana, de mayor masa, atraía a la manzana, lo de 9.81 mts/seg/seg y la razón inversa de las distancias fue posterior, abstruso y sistematizado, Newton fue el genio elemental que descubrió por inquietud científica la Ley de la Gravedad.
Todo lo anterior lo expongo porque habiendo descubierto un proceso causante de la desalinización del agua de mar, me inquieté, en forma irreverente deseché la teoría de intrusión salina del mar en los mantos freáticos o veneros subterráneos continentales y pensé: se me ocurrió la idea de que la desalinización del agua de mar existente en tierra firme no era un proceso acumulativo para formar veneros, sino una acumulación de agua en los estratos de preferencia arenosa existente en los litorales, proceso continuo pero estático si no se da o provocamos el flujo.
Elemental, mi querido Watson, diría Sherlock Holmes, simplemente para conducir el agua de mar hacia tierra firme era necesario absorber agua mediante pozos perforados y con bomba sumergible expelente colocada a diez o veinte metros, profundidad sólo establecida por intuición, tratando de librar los encharcamientos y filtración de aguas superficiales. AGUAS!
Abril 19 de 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martinez Wolf |
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