Lo que está sucediendo en nuestro país es asunto de locura, la sensata razón, solo quedó en la sinrazón, lo que hacen las autoridades al mandar a científicos, reconocidos como tales a prisión, por cometer una serie de delitos relacionados con su cargo o encargo, no tiene razón de ser, es un mayúsculo absurdo que debe ser corregido, aceptar culpa de los perpetradores del punible acto les hará ser aceptados como funcionarios falibles, pero funcionando.
El que un ser humano cometa un error o falta derivada de su trabajo, merece análisis, de la causa y efecto de la acción motivadora del error o delito, siendo un personaje de la categoría de científico y en funciones como tal, motiva una investigación muy delicada, es imposible que una persona dedicada a la difícil y muy respetada acción como investigador científico, cometa faltas tan pueriles, cuidado con este adjetivo, lo de pueriles es por que suena como perpetrado el delito por un niño, irresponsable por no tener desarrolladlas su meninges que le llevan a ser investigador de carácter superior en la actividad humana.
Aceptando que los profesionales contratados por el Gobierno se desvíen de su encargo como profesionales, pero solo en un gobierno absolutista se puede aceptar que un profesional de alto rango como lo es un investigador, cometa faltas sin la reconvención a tiempo de los superiores en el gobierno, quienes tienen o pueden tener la mayor responsabilidad en el departamento o Secretaría en la que tienen la responsabilidad mayor para cumplir la función pública, ante la acción delictuosa de los científicos, es obligada la inquietante pregunta respecto a la función de los superiores en el encargo del científico investigado o que sin mayor investigación sean declarados culpables y condenado a prisión.
Mal esta nuestro coloreado Gobierno, lo marrón se hace manchón de falta publica, cometida por los funcionarios de mayor rango, los científicos declarados culpables de cometer falta delictuosa en la dependencia en que laboraban, no actuaron con independencia de criterio, fueron inducidos a cometer faltas por otros funcionarios de mayor rango y deben ser los primeros en ser investigados.
Lo grave de la situación actual, de locura, es que los acusadores deben ser los acusados, pues los científicos a quienes se condena, no pudieron actuar sin estar enterados los mandos superiores, pero más grave la situación, si se enteraron y no actuaron a tiempo son cómplices del delito de que se acusa a los científicos y en esa condición acusador y acusado deben ir a la cárcel. ¡AGUAS!
Septiembre 30 de 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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