En tiempo de las festividades con motivo del bicentenario del nacimiento de Don Benito Juárez que se organizan en todo México, los Masones del Rito Escocés, sobre todo aquellos que ostentan el grado 33 de ese rito, son figura líder o señera de los festejos, han olvidado que, en vida, a Juárez lo defenestraron por espurio y mal masón, por lo menos por pertenecer a un grupo que no practicaba según ellos, la auténtica masonería.
Vale traer a colación, que cuando se constituyó en Veracruz el Primer Supremo Consejo del Rito Escocés, Benito Juárez andaba en guerra contra los conservadores que habían llevado a los mexicanos a la guerra de los tres Años (1858-1861), después de que el Presidente Constitucional Don Ignacio Comonfort había abjurado la Constitución de 1857, ubicado por tanto en el ala conservadora de esa fraticida guerra.
Al constituirse en Veracruz el primer Supremo Consejo del Rito escocés, en presencia de Charles Laffon de Ladebat, alto dignatario del Supremo Consejo de Charleston EU, se designó en ausencia, Soberano Gran Comendador a Don Ignacio Comonfort, es evidente que el ala conservadora de la guerra contra los liberales, presididos estos últimos por Don Benito Juárez, estaba representada por los masones ritoescoceses, guerra que costo a los mexicanos casi un millón de muertos; al triunfo de los liberales, los conservadores buscaron entregarse al imperio francés.
Los masones escoceses aborrecían a Benito Juárez, por liberal y por pertenecer al Rito Nacional Mexicano, lo repudiaron hasta el día de su muerte; es de humanos errar y cambiar de bando político o ideológico, válido y conocido que muchos masones pertenecen a diferentes ritos, manteniendo relaciones armoniosa entre todos ellos. No era el caso del Rito Escocés y el Nacional Mexicano.
El caso de Juárez es distinto, válido que hoy, todos los mexicanos levantemos altares en homenaje al indio de Guelatao, reconociendo y recordando sus virtudes, un mexicano universal, por lo menos americano, al ser declarado por un gobierno extranjero Benemérito de las Américas.
Lo que no es válido, es que hoy los herederos de los postulados o ideales masónicos del Rito Escocés, enemigos de Juárez en su tiempo y en vida, pretendan arrogarse las virtudes de los liberales juaristas, nominales herederos de los merecimientos o cualidades de Juárez.
Los Masones pertenecientes al Rito Nacional Mexicano deben ser únicos representantes del juarismo masónico en las festividades conmemorativas del bicentenario de su nacimiento. Quienes defenestraron en 1871 al RNM y a Benito Juárez, deben mantenerse a resguardo no ostentarse como juaristas, mejor esconderse.
Valido considerar que, en estos tiempos de comunicación virtual, la información no permite mentir con descaro, la masonería pierde los espacios que detento durante años, siglos, y necesita ser autentica, adoptar como norma sus valores humanísticos y trabajar por el bien de la humanidad, sobre todo olvidar la infructuosa lucha de ritos ¡AGUAS!
Octubre 25 de 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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