En mi diario recorrido, por diferentes rumbos de la ciudad, sin bajar del automóvil, constate lo que ya es norma, ley, los problemas derivados de la pandemia que aflige a la humanidad, tiene origen en un virus, cuyo comportamiento no ha podido ser controlado a plenitud, pero predomina la irresponsabilidad ciudadana, muchos enfermos infectados por el virus mueren, el índice o relación entre las personas que se enferman y los que fallecen se ha mantenido en 9% algunos días sube una décima de ese valor y ocasionalmente baja, pero la normalidad es que se mantiene constante. ¿Razon? ¡Sepa madres! los médicos están confundidos y prescriben tratamientos que han dado resultado en otros padecimientos, absurdo, uno de ellos un anti parasitario, asombroso, alivia.
Andamos mal, las versiones de quienes tienen la responsabilidad de atender la salud de la población, toman medidas desesperadas, pero lo más grave es la irresponsabilidad ciudadana, para los comerciantes, primero es atraer clientes que compren su mercancía, como se comportan los compradores y vendedores, ¡ASOMBROSO! Les importa muy poco atender medidas sanitarias, el cubre boca es un adminículo inventado por algunos laboratorios que manufacturan para proteger de los malos aires, no es juego, los cubreboca tienen la relativa virtud de atrapar las partículas biológicas o físicas basura, y aunque su porcentaje de efectividad depende de la clase de material y fabricación del tapaboca, resulta una efectiva protección, de porcentaje indeterminado, pero aun siendo menor de 50% protege, mejor lamentar por 50 difuntos y no 100 que se tendrían sin el cubre boca.
Malo no usar el cubre boca, pero peor, malísimo, el descontrol público que vemos en mercados, playas y diferentes áreas de reunión, la gente no respeta eso de la sana distancia, continúan haciendo grupos numerosos y muy cercanos unos de otros, con un infectado que se arrejunte al grupo, salen varios dañados por la infección virulenta. Ni modo, ante esa actitud prevalecen los derechos humanos que pregonan y practican los irresponsables, refractarios a las medidas sanitarias que recomiendan las autoridades.
Lo grave del problema que enfrentamos, es la actitud de nuestros altos funcionarios, analizar lo que declara y hace nuestro primer mandatario, indigna, prácticamente desprecia, desatiende las recomendaciones de sus colaboradores responsables de la salud pública. Pero lo que está para reírse, actitud única que podemos manifestar, es lo declarado por el Gobernador Cuitláhuac, en un alarde de adoptar postura humanitaria, manifiesta que él se vacunará después de toda la población. Esperará que toda esté vacunada,
El absurdo de lo declarado por el gobernador, raya en la irresponsabilidad como gobernante, debe entender que los funcionarios públicos, responsables de la salud ciudadana deben estar sanos, para actuar con eficacia, si nuestro Gobernador piensa que no vacunándose de inmediato, actúa con sentido humanitario, está equivocado, necesitamos que los funcionarios de su estatura publica, estén sanos, vacunarse es prioritario en su caso, una obligación para bien funcionar ¡AGUAS!
Abril 21 del 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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