Dispone nuestra Constitución en su art. 130, párrafo primero:
“El principio histórico de la separación del Estado y las iglesias orienta las normas contenidas en el presente artículo. Las iglesias y demás agrupaciones religiosas se sujetarán a la ley”
En el inciso e) del mismo artículo 130 establece o dispone: “Los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna. Tampoco podrán en reunión pública, en actos de culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios”.
Esa es la ley, lo que manda, dispone nuestra Constitución, desde que lo concibieron en 1857, se pretendió y sigue vigente la intención, de que las religiones se aparten en todo, de lo que procede en la administración pública, la separación de Iglesia y Estado es dispositivo de carácter legal, atendiendo ética política para un buen gobierno.
Algo anda funcionando mal en las relaciones. “Iglesia y Estado”, de hace mucho, poco a poco, los ministros del culto católico han ido ganando espacio en su afán de tomar poder dentro de la administración pública, nuestras leyes les conceden el derecho de votar, pero no pueden ser votados en elección alguna para ocupar cargo público, eso les importa un cacahuate, pues con el cargo o poder dentro de la administración clerical, intervienen y se involucran tomando decisiones públicas para afectar los procedimientos o disposiciones del Gobierno Federal constituido.
En próxima semana los legisladores de MORENA someteran al pleno del Congreso la iniciativa para despenalizar el aborto, el asunto se desarrolla atendiendo dispositivos constitucionales, no hay fraude, podría criticarse alegando que MORENA tiene el poder en la cámara legislativa, es cierta esa declaración, pero en forma alguna se están apartando del derecho, lo grave, muy grave y que puede causar un problema de agitación que nos lleve a un movimiento revolucionario, fomentado por el clero católico, en alguna forma eso debe ser detenido, el Estado esta siendo conculcado por las públicas declaraciones de los ministros del culto religioso católico.
Asombra, mortifica que el Estado, nuestras autoridades, permitan las declaraciones recientemente propaladas por los altos jefes de la iglesia, se atrevieron a declarar que la iniciativa respecto a permitir el aborto es un FRAUDE CONSTITUCIONAL, eso sencillamente es un delito que debe ser castigado, sometido a proceso por la forma grosera con que la iglesia conculca nuestra Constitución, actuar de inmediato, evitando que los jefes clericales de todo tipo, le falten el respeto que merecen nuestras leyes y la administración pública, así como los partidos políticos, haciendo ofensivas declaraciones como las que se hacen a MORENA. “AGUAS”
Julio 19 del 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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