Se entiende la mortificación de las madres de niños con cáncer que aplican acciones de protesta, para hacer saber a los funcionarios públicos responsables de la salud humana que no se hacen las cosas como se deben hacer, la falta de medicamentos para combatir el cáncer y el descuido en el mantenimiento de los hospitales, es imperdonable, de justicia es la protesta de las madres que hacen marchas y reclaman, pero las consecuencias de su protesta trasciende a otros ámbitos que no tienen intervención ni responsabilidad en el mal actuar de nuestros funcionarios públicos.
Deciden, quienes protestan, realizar agrupamientos y bloqueo de calles, para hacer ver a los funcionarios que no están de acuerdo con su actuar, pero su protesta y agrupamiento de unos cientos de personas agrupadas, amontonadas en la vía publica puede dar consecuencias muy peligrosas para quienes participan en los mítines y sin estar vacunados, ni saber si son portadores del virus SARS-CoV-2 lo transmiten entre los participantes al mitin y lo más grave, lo llevan a sus hogares u otros sitios que frecuentan.
Difícil proceder, no se puede coartar el derecho de quienes defienden la salud de sus hijos menores, función que debieran atender las autoridades responsables de la salud pública y en lo particular, enfrentar con todos los medios posibles una enfermedad que es diferente a la que tienen sus hijos menores, y lo grave, muy grave, es que su carácter infeccioso, al no tomar las medidas precautorias, causa un mal mayor que el que provoca la protesta organizada por el problema del cáncer.
Mal andamos, nadie tiene la fórmula mágica para impedir que el virus pandémico que tanto daño está causando, afecte a quienes protestan por la desatención de las autoridades, pero su proceder trasciende a otras personas que no tienen relación alguna con quienes padecen el cáncer, urge pensar y aconsejar a quienes protestan que su reclamo lo lleven a los espacios directos que causan el malestar, reclamar y armar los agrupamientos con menor número de participantes, teniendo cuidado de usar el cubreboca y sobre todo, cuidar de no agruparse con cercanía peligrosa.
Procedimiento recomendable es armar protestas cerca de las oficinas de los responsables de la atención sanitaria, en las casas o cercanía de ellas, de los funcionarios públicos responsables de la desatención, pero tener en cuenta que al agruparse en áreas donde viven personas ajenas a su reclamo, provocaran la dispersión del mal que tanto daño nos causa, la insalubridad que se crea en las áreas de agrupamiento, es un peligro incontrolable para los habitantes de la zona, pues los protestantes, le dejan la insalubridad derivada de las deyecciones y desechos orgánicos diversos de los protestantes, ¡AGUAS!
Julio 3 de 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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