Veracruz y Boca del Río, conforman una conurbación que debiera tener un sistema de tratamiento de aguas residuales de primera calidad en cuanto a su nivel técnico, no sucede esto, en oposición a ese imperativo, la población y las autoridades han seguido la cómoda pero criminal practica, del vertimiento al mar de las aguas residuales sin tratar, como resultado de esa criminal costumbre, el área marítima de la zona conurbana, es considerada como una de las mas insalubres del País; La población y las autoridades se niegan a adquirir conciencia del grave daño que hacen al medio ambiente, el ser humano como centro del ecosistema se está suicidando, empobreciendo los recursos pesqueros marinos y haciendo peligrosas las playas turísticas.
Irresponsablemente se continúa promocionando a Veracruz y Boca del Río como destinos turísticos de balnearios con playas de baño, se oculta a los bañistas que entrar en las aguas marinas veracruzanas es suicida, se corre serio peligro de adquirir graves enfermedades, que van desde una simple irritación de la piel por infecciones de origen bacteriano hasta graves disenterías causadas por varios serotipos de salmonela, coliformes y estreptococos fecales, al bañista se le debiera decir, como ya tímidamente se le advirtió, que entrar en las aguas es peligroso, que lo hace bajo su responsabilidad, mejor y mas ético, se debiera prohibir sumergirse en las aguas de mar veracruzanas.
Las plantas de tratamiento de aguas residuales están normalmente descontroladas o se desconoce como operarlas eficientemente, CRAS SAS y ahora MAS metropolitano, argumentan con razones presupuestales, al final nadie está dando una real solución, nos hacemos tontos gastando dinero con personal que vigila las plantas que no trabajan o se mal operan; alarmante es el caso de la planta de tratamiento de Playa Norte, desde su original puesta en operación, fue un fracaso, habiéndose diseñado para recibir y tratar metro y medio cúbico de agua por segundo, el primer fallo fue la concepción del diseño, pues al cárcamo de entrada llega un caudal superior al de diseño de la planta, ya en operación, en pésimas condiciones, por diferentes razones técnicas, se verificó que la planta tenia capacidad para tratar solo 600 a 800 litros por segundo, no se busco culpable ni responsable del fraude, todo quedó entre cuates.
En los proyectos de ampliación del puerto, al autorizarse los trabajos, el Instituto Nacional de Ecología, dispuso que se reparara la planta, recomendando la construcción de una segunda con capacidad de 1500 litros por segundo, desde hace muchos años, la resolución y condicionantes están en el papel, ni la primera se ha reparado, ni se piensa construir la segunda que recomendó el INE, como resultado de atender una formal disposición, toda el agua negra que llega al cárcamo de entrada de la planta, después de pasear por las bombas y un tanque de sedimentación que no sedimenta, TODA, TODA el agua es vaciada al mar sin tratamiento alguno. ¡AGUAS!
Junio 5 de 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf
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