La confusión en materia científica, confunde a expertos y a legos, el virus que tanto daño está causando, manifiesta mayor gravedad por lo cambiante, versátil de su comportamiento, los pacientes se entregan al conocimiento de los médicos, pero es de capital importancia entender que un médico, buen profesional, no necesariamente es un científico, conoce la materia pero lo cambiante de esta, ha provocado que se hagan declaraciones apartadas del conocimiento científico, confusión que inquieta tanto o más que la causada por el virus.
Hace tres o cuatro días, fui a que me aplicaran la segunda dosis de la vacuna, la primera fue de pfizer, pero en esos momentos la vacuna de esa marca estaba agotada y el médico o practicante me indico que me aplicaría una vacuna de otra marca, me parece la Sputnik, afortunadamente otro médico, presente, le indicó al trabajador que no era conveniente el cambio de vacuna, se había difundido una opinión científica de la Universidad de Oxford u otra cuyo nombre no recuerdo, y en la revista científica The Lancet se había difundido la tesis de que existía riesgo para el paciente que recibía las dos aplicaciones de diferente vacuna, ambos expertos se referían la combinación de Astra- Zeneca con PFIZER. A tiempo me enteré de la bronca y rechacé la aplicación de la segunda vacuna, al día siguiente me aplicaron la de marca PFIZER y no experimenté alteración alguna.
La bronca es de pronóstico reservado, es tiempo o se debe atender la condición de que la condición de emergencia ha provocado, se tomen medidas emergentes, el protocolo científico aplicable de hace muchos años, impone una condición de cuidado extremo, cuando se trata de aplicar medicamentos de nuevo ensayo, los efectos secundarios pueden ser de gravedad tal, como el caso de la Astra Zeneca ha provocado en algunos pacientes alteraciones en su metabolismo hematológico o cardiaco, de riesgo innecesario pero ante la crisis o emergencia del caso permiten que los pacientes acepten hacerla de conejillo de indias, o sufrir los efectos graves que se dan con la pandemia, cuando la gravedad llega a ser letal.
Estamos mal los seres humanos, depende nuestra salud de lo que decidan los médicos, estos a su vez están subordinados a lo experimentado durante la investigación científica, la condición actual es confusa, los científicos han acudido a la OMS organización Mundial de la salud para dar como buenas las investigaciones preliminares, respecto a los efectos secundarios de la aplicación de la vacuna.
Rara situación a la que nos enfrentamos los seres humanos, un virus que no fue analizado en su oportunidad o que se dejó actuar sin las medidas cuidadosas que impone la ciencia, nos tienen a todos, científicos, médicos y pacientes, en estado de alarma, alerta para tratarnos antes, durante o después de la crisis derivada de la función de la vacuna. ¡AGUAS!
Mayo 16 de 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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