Ver a miles de personas transitando sin mayor inquietud, ni conservando las medidas sanitarias que recomiendan los médicos expertos, me pusieron a pensar que tenía muchos días, semanas, mesas encerrado, enclaustrado y apartado de mis seres queridos, lo hacía por una precaución que debo tener, tiene carácter reciproco, los cuido y me cuidan, de no transmitir la acción infecciosa del virus SARS-Cov-2, la o el temible COVID19.
Ayer y hoy tomé una irresponsable decisión, después de ver a tantas personas deambulando sin respetar las medidas sanitarias, me pregunté, ¿Tengo protección contra el virus apartándome de mis seres queridos? exponiéndome en muchas ocasiones en el mercado, el súper, oficinas de gobierno y otros espacios donde puede estar alojado el virus, alojado en las personas que trato, o en el espacio libre donde el virus se incorpora derivado de la respiración de infectados, según los virólogos un infectado puede al respirar, envía las partículas virulentas hasta 30 metros de donde respira.
Volvemos a lo mismo: ¿Dónde se encuentra el virus?, está en el aire expelido por personas que desconocemos, pero transitan por los mismos espacios que nosotros, tal vez reciba el virus que me infécte de amigos o familiares con los que me reúno por mantener los lazos familiares, es una incógnita este pinche corpúsculo virulento, esta donde no debe estar y no esta en los espacios que cuidamos aplicando medidas sanitarias.
La locura del contagio la han llevado las autoridades a alegorías o semejanza con absurdos, la colorimetría se aplica para calificar el virus, antes los científicos valoraban una infección tomando muestras y mediante proceso microscópico de alta resolución, determinaban por conteo automático la condición de la persona, poco virus poco mal, muchos virus, nos carga pifas, pero ahora creo intervinieron los funcionarios dados a la pintura y nos dicen que los virus se califican por un sistema muy sistemático para sistematizar lo sistematizable, sepa madres, pero verde es a todas madres, y Rojo no es la llama del amor que canta nuestro himno, representa la parafernalia de una crisis demoniaca que nos puede llevar al panteón, ante ello, muchos piensan, ¡Al Carajo los virus y vivan felices! Hoy banqueteo una Boullabesa en familia, Dios mediante y mi toque culinario saldrá buena, están invitados. ¡AGUAS! Julio 31 de 2021 lmwolf1932 mail.com |
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