DE VERDAD creería el Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos que los negros, mulatos y zambos de Veracruz –y no lo digo peyorativamente puesto que soy de color oscuro-, se levantarían en armas para defenderlo, ahora que el Presidente y dirigente de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador le exigió que renuncie a su cargo o detenga la promoción anticipada que realiza a lo largo y ancho del Estado con el pretexto de presentar su libro sobre la negritud que acaso ni siquiera escribió, pues que se sepa, el oriundo de Otatitlán y avecindado casi toda su vida en Baja California, nunca ha redactado ni siquiera cartas. Y es que de pronto, tras ofender a la diputada Ruth Callejas Roldán, y luego de que esta lo denunciara por violencia política en razón de género ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE) para que procediera y sancionara al funcionario como lo marca la Ley, a Patrocinio lo invadió el espíritu del legendario Yanga Gaspar (nacido en 1579), a menudo simplemente Yanga o Nyanga, aquel épico líder de la rebelión auxiliar de lo que ahora es México durante el período temprano del régimen colonial español. Y es que cuenta la historia que quien fuera un supuesto miembro de la familia real de Gabón (situada en la costa oeste de África central), en aquel entonces se convirtió en el jefe de una banda de esclavos que luchaban por la libertad en un poblado veracruzano, alrededor de 1610. Escapándose a las montañas de difícil acceso, él y su gente construyeron la primera colonia libre de América a la que llamaron San Lorenzo de los Negros, aunque al principio solo contaba con un grupo pequeño. Vivió por más de 30 años fugitivo, parcialmente sobreviviendo de la caza, y capturando las caravanas que llevaban mercancías a Veracruz. Sin embargo, en 1609 fue tomada la decisión por el gobierno colonial español para poner fin a la comunidad y la rebelión de los esclavos, quienes ganarían la batalla por su emancipación y fundaron San Lorenzo de los Negros el 10 de agosto de ese mismo año. Y Cisneros Burgos quiso ser Yanga, o el heredero de la emancipación de los negros del siglo XXl, pero se equivocó puesto que ya no hay esclavitud, y muchos negros ahora son multimillonarios y poseen criados blancos, acaso en recuerdo de un pasado que aun los lastima.
PERO PATROCINIO Cisneros en realidad se colgó de ese San Benito para promover su aspiración a la Gubernatura, recurriendo a la ley de la ventaja, esto es, usando el dinero del Gobierno del Estado, con el aval del gobernador Cuitláhuac García Jiménez que de esa manera jugaba al mismo tiempo con Rocío Nahle y con el defensor de la negritud moderna, quien en franco desafío a las leyes electorales tapizó con su imagen bardas y espectaculares del Estado, y difundió folletos que ahora terminarán en los boiler de las familias pobres a falta de gas o leña para calentar el agua. Porque AMLO ha sido muy claro al ordenar que retire su fea propaganda del Estado, y de paso se llevó entre las coces al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez por su falta de autoridad o vacíos de poder que utilizan personajes como Cisneros para promoverse, alentados por la vanidad que suele acometer a quienes, sin nada tener, llegan a ejercer poder y locos se quieren volver.
LO QUE llama la atención es que Cuitláhuac García se ha declarado un fanático impulsor de la postulación de Claudia Sheinbaum Pardo para la Presidencia, y en Veracruz impulsa la candidatura de la zacatecana Rocío Nahle, por lo que muchos se preguntan ¿Qué le sabrá Patrocinio al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez que le permite todo, a tal grado que, hasta sus diputados aliados se fueron en contra de Cisneros Burgos dándole una repasada de santo y señor padre, muy merecida, por cierto, para bajarle las ínfulas de grandeza que solo evidenciaron que en Veracruz la Cuarta Transformación es dispendió, desorden, indisciplina, corrupción y rebeldía, incluso, contra el Presidente López Obrador, ya que después de la instrucción de que renunciara o dejara de hacer campaña, el robusto funcionario dijo que no lo haría, que seguiría en lo mismo, aduciendo, tácitamente, que le valía sorbete lo que dijera o pensara AMLO, algo que debería ser imperdonable en aras de no perder el principio de autoridad de un subalterno como Cisneros que no representa nada, salvo la represión ejercida a través de los órganos de seguridad y procuración de justicia que ha impuesto.
ESTE MARTES, sin embargo, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, en la conferencia a la que convoca a los incondicionales que le hacen preguntas palomeadas, respondió que Eric Patrocinio, con quien platico la noche del lunes, reconoció su error, por lo que cesará en su ambiciosa campaña que el mandatario quiso tapar argumentando que él, el titular del Ejecutivo Estatal fue quien le dio la instrucción de promover y defender la negritud, además de que Cisneros Burgos no aspirará a la Gubernatura, al igual que otros de sus funcionarios, aunque si podrán hacerlo para otros cargos, y uno se consuela: de la que nos salvamos los veracruzanos en el remoto caso de que el Secretario de Gobiernos se convirtiera en el futuro gobernante. Con el mensaje de AMLO a Cuitláhuac, este debe entender que la ungida será la zacatecana Rocío Nahle, pese al fracaso de la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, quien no tendrá las cosas muy favorables considerando, en principio el pésimo trabajo realizado por García Jiménez y el malestar que existe en Veracruz en contra de un gobernador enclaustrado, que alejado de sus principios, le da asquillo reunirse y saludar a los pobres, ya convertido en un magnate que viaja en camionetas blindadas, resguardado por medio centenar de guardaespaldas, ambulancias y sirvientes que le han cultivado la personalidad, olvidando que entre más alto se sube en engreimiento y jactancia, más dura es la caída.
LO QUE si debe entender Eric Patrocinio es que ningún negro movió un solo dedo en su defensa, y que con todo y el dolor de su corazón, es probable que se quede como el canino de las dos tortas, de tal suerte que en 2024 no sea considerado ni para el Senado, la cámara baja o una diputación local, y acaso ni siquiera para presidente municipal de Otatitlán porque la perdería, pues muy tarde está entendiendo que quien siembra vientos cosecha tempestades, y Eric Patrocinio no es un hombre querido en Veracruz por esa soberbia de la que se hizo acompañar desde que llegó al poder, y que ahora le cobra la factura, pues en un hecho por demás inusual, los MoReNos en el congreso del Estado, desde Juan Javier Gómez Casarín hasta Margarita Corro, y que decir de la oposición, se le fueron a la yugular en un ejercicio conocido como “tírenle al negro” pocas veces visto, lo que mantiene en una interminable carcajada a la oposición que observa desde la barrera como se siguen desgastando los que vinieron a salvar a Veracruz. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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