AUNQUE SU partido apenas alcanza el 6 por ciento de la votación nacional, Dante Alfonso Delgado Rannauro tiene a todos con la expectación de que anunciará este miércoles, tras prometer que ese día dará a conocer a su candidato a la Presidencia de la República y a la Gubernatura de Veracruz, que es su tierra, pero poco se sabe de quién o quienes podrían figurar, aunque las especulaciones no se han hecho esperar, sobre todo a partir de la reciente visita del secretario de estado norteamericano, Anthony Blinken a Palacio Nacional y otros funcionarios enviados por el Presidente Joe Biden a México, dizque para acordar acuerdos en torno al fenómeno migratorio, cuando en realidad, según la especulaciones, fueron para advertir en torno al nulo crecimiento de Claudia Sheinbaum a quien las encuestas pagadas la colocan por encima de Xóchitl Gálvez Ruiz, pero las reales le dan un empate técnico que podría dar al traste con el triunfo de la morenista, ya que el tema de la inseguridad sigue calando severamente en el ánimo del sector empresarial tanto mexicano como extranjero. Y es que los elevados niveles de inseguridad, principalmente los reflejados en extorsión y homicidio doloso espantan a los inversionistas locales e internacionales, de tal suerte que generar condiciones de seguridad para los mexicanos es una de las asignaturas pendientes y constituye una de las “papas calientes” que deja el gobierno amlista para 2024. Basta conocer las cifras del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) que, pese a las declaraciones triunfalistas de la administración Federal que afirman que ha ocurrido una reducción sostenida de los delitos y la violencia, en realidad se han roto todos los récords negativos de homicidios dolosos, desaparición de personas, extorsiones, narcomenudeo, trata de personas y delitos relacionados con la violencia de género.
TAN SOLO si se comparan los indicadores de seguridad de los primeros 59 meses de la actual administración, contra los del mismo periodo de las dos anteriores, el homicidio doloso ha crecido 55.8 por ciento, respecto del sexenio de Felipe Calderón y 14.8 por ciento en torno al de Enrique Peña Nieto. Y es que, según las cifras de Francisco Rivas, director del ONC, en lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, se han registrado 170 mil víctimas de homicidio doloso (hasta Noviembre de 2023). Las estadísticas indican que, a octubre pasado ya se alcanzó una tasa de 110 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras que, en todo el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, se registró una tasa de 103 homicidios por cada 100 mil habitantes, y en el sexenio del presidente Felipe Calderón, la tasa fue de 90 homicidios por cada 100 mil habitantes. Por esa razón, el experto destaca que, si a partir de hoy y hasta el 30 de septiembre de 2024, no ocurriera ningún homicidio, aun así, el actual será el sexenio más violento de la historia del país. Raúl Sapién, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada considera que, en materia de extorsión, la delincuencia ha rebasado a las autoridades, pero lo que llama atención es que se estima que alrededor de 97 por ciento de ese tipo de delitos no se denuncia.
AHORA QUE, aunado a los altos niveles de inseguridad, el Presidente López Obrador enfrenta rechazo por la ofensiva contra organismos autónomos, como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos personales, las necesidades de los servicios de salud que a pesar del discurso no han sido solucionadas, entre muchos otros temas que le han bajado la popularidad o aceptación a 55 por ciento, en tanto el rechazo va en aumento.
EN ESE sentido, para algunos analistas de Código Magenta consideran que con la visita de los norteamericanos podría estarse gestando un reacomodo de los candidatos antes que arranquen formalmente las campañas presidenciales, de tal suerte que en las últimas horas estaría en gestación una posible resurrección con nombre y apellido: la de Marcelo Ebrard Casaubón, ex canciller y ex jefe de gobierno de la Ciudad de México cuyo silencio no es gratuito ni forzado, sino producto de una estrategia tanto en morena como en el frente amplio donde existen temores de que sus candidatas no estén despertando las pasiones que se esperaban, y con la bajada del emesista Samuel García, el juego no se puede limitar a Claudia Sheinbaum y a Xóchitl Gálvez. Dice Magenta que los temores en morena son, de que lo que resta de enero Claudia no levante lo suficiente para garantizar el triunfo aplastante que se presume en las encuestas a modo, y si por ese u otros caprichos políticos los astros no se alinean es tiempo todavía de cambiar. El INE tiene en sus manos la posibilidad de activar la tarjeta roja para sacar a Sheinbaum de la contienda en aquella queja que interpuso Marcelo Ebrard en sus días de corcholato denunciando que la favorita habría utilizado para su precampaña dinero público de la secretaría del bienestar, esto si se diera la remota más no imposible posibilidad de que bajaran a Claudia quien dentro de morena podría relevarla el silencioso Ebrard.
DICE EL análisis que en la oposición también se negocian los últimos coqueteos con el ex canciller en concreto, aunque Dante Delgado está mandando mensaje de que el candidato naranja de sacrificio será Jorge Álvarez Máynez, pero ni movimiento ciudadano ni su presidente han dejado de apapachar a Ebrard, y a esa misión de subir a Marcelo a la candidatura naranja, cuando algunos muy poderosos empresarios que desde su óptica o sus intereses no ven calientes los momios del frente amplio y de Xóchitl, y ya mandaron mensaje de que no darán más apoyos económicos si no existe posibilidad real de ganar como verían a Marcelo postulándose en las próximas semanas por Movimiento Ciudadano y acabar pactando una posible alianza con el Frente Amplio para jugar con un solo candidato. La jugada podría ser que tanto Xóchitl por el frente como Marcelo por MC concretaran sus candidaturas y que aquel que registre mejores apoyos a finales de abril decline a favor del otro para dar paso a un candidato opositor de unidad si se diera el primer escenario, y la contienda sería del morenista Marcelo Ebrard contra la opositora Xóchitl Gálvez. Y si se diera el segundo escenario la batalla final sería de la morenista Claudia Sheinbaum contra cualquiera de los 2 opositores Xóchitl o Marcelo. El tiempo corre a contrarreloj y si la operación resurrección va en serio tiene que comenzar a concretarse en los próximos días, sobre todo cuando desde la misma Casablanca ya le enviaron a Ebrard las señales suficientes de que, dada la débil contienda que está atestiguando sería bueno que se postulara para darle más sabor a la contienda y equilibrar mejor los momios opositores. Por lo pronto y mientras se toman o no esas sacudidoras decisiones, el consenso es que hasta ahora ninguna de las dos campañas, ni la de Claudia ni la de Xóchitl encienden pasiones. A ver que anuncia este miércoles Dante Alfonso. OPINA carjesus30@hotmail.com
|
|