QUE EL Presidente Andrés Manuel López Obrador tenga tendencias comunistas -aunque sus hijos y familiares vivan como capitalistas o neoliberales aspiracioncitas-, no le da derecho de decidir la formación académica o educación de los menores que cursan la educación básica, inclinándolos hacia idealismos absurdos que al final del día deberían decidir cuando cumplan la edad pertinente, sobre todo porque el tabasqueño, al menos en el caso de su descendiente más pequeño, prefirió inscribirlo en escuelas privadas y actualmente lo hace en el extranjero, concretamente en Reino Unidos, con el sueldo del mandatario que, tácitamente se iría en la vivienda y pagar la colegiatura y alimentos del más pequeño. Y es que la educación debe ser laica, alejada de idealismos políticos, desinteresada y solo con el objetivo de transmitir conocimientos, no precisamente adoctrinadores, y los libros de texto de la Secretaría de Educación Pública han sido particularmente cuestionados por sus bases pedagógicas inclinadas al marxismo, y el tema escaló cuando, en marzo de este año, la Unión Nacional de Padres de Familia acusó la incorporación de ideología marxista y socialista en esos textos gratuitos. Tras meses de usar recursos legales, la unión consiguió una suspensión provisional contra la impresión para las primeras fases del nuevo sistema de educación básica y, pese a ello, la SEP no detuvo la producción que se han convertido en otro capricho presidencial. Y es que, como bien se sabe, los libros estuvieron –y están- a cargo de 'líderes marxistas' del comunismo como Marx Arriaga, actual director de Materiales Educativos de la SEP; Luciano Concheiro Bórquez, Subsecretario de Educación Superior de la SEP; y Sady Arturo Loaiza Escalona, director de Desarrollo e Innovación de Materiales Educativos. En ese sentido, Irma Villalpando, profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la UNAM, explica que un libro de texto es una forma reducida y formalizada de lo que se desea transmitir, sin embargo, reconoce que hay varios problemas con los Textos Gratuitos de la SEP. "Pasan varias cosas, hay varios problemas, uno de ellos es porque no se siguió el procedimiento legal, no se realizó conforme a la Ley General de Educación, que dicta que antes de hacer los libros deben hacerse públicos y oficiales los programas de estudio".
Y RESPECTO a lo pedagógico, la profesora refirió que hay una forma desequilibrada de abordar los contenidos que hacen énfasis fuerte en temas sociales como la lectura de la realidad social del país en deterioro de otras áreas esenciales. En suma, dice la experta, “el gobierno Federal busca imponer una visión del mundo única, sesgada y muy estrecha. Imponen una manera de entender procesos sociales y concebir a la sociedad misma, y si eso es ideologizar, sí lo están haciendo con los niños”. Y es que en los nuevos Libros de Texto Gratuito se ve a la escuela como una 'lucha política y transformación social', cuando para los especialistas como la experta “es una pieza fundamental para el 'desarrollo integral y cognitivo” pues “a un niño de muy escasa edad les buscan imponer consignas, juicios y valoraciones sociales".
BASTA LEER, por otra parte, una fragmento del texto del libro de primero de primaria compartido por Alma Maldonado, integrante del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), en el que se habla del COVID-19 y la ‘ayuda’ de las plantas medicinales para ‘combatirla’. “Mi abuelita propuso que fueran de apio, angélica, perejil, menta, hierbabuena, albahaca, ajo, cebolla, orégano cimarrón, que tiene efectos benéficos en el tratamiento de enfermedades respiratorias’, se lee en el libro. A lo que la especialista cuestiona si no era mejor ‘recomendar’ la vacunación.
EN ESE sentido, la Unión Nacional de Padres de Familia ha interpuesto varios amparos para frenar la edición y distribución de los comunistoides textos gratuitos, pero como el Presidente Andrés Manuel López Obrador se pasa la ley por el arco del triunfo, enviando un desafortunado mensaje de anarquía que está incubando un México rebelde y violento, los libros ya están siendo entregados pese a los cambios impulsados por el gobierno federal que configuran un adoctrinamiento ilegal. Y es que en México, al igual que lo hicieron sandinistas en Nicaragua y Hugo Chávez, en Venezuela, no les ha importado violar recurrentemente las leyes con tal de dañar la conciencia de nuestros niños.
LOS EXPERTOS aseguran que la historia en los libros es contada, ahora, "por reprimidos maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y se les muestran como ejemplo los guerrilleros", y dicen bien: “El objetivo es muy claro: quieren formar militantes para su causa política. No quieren formar mexicanos ni con valores ni competitivos para sacar adelante a México. Por eso un juez les ordenó frenar la impresión de los libros hasta en tanto no se hiciera la consulta y les limitó la distribución”, pero en la mañanera del martes, el presidente López Obrador desdeñó que exista un juicio de amparo que frene la distribución de estos materiales educativos, y en cambio aseguró que estos estarán en las escuelas y listos para el próximo inicio de clases (pésele a quien le pese), y recordó que no es la primera ocasión que los “conservadores” se pronuncian en contra de los libros de texto gratuitos, e incluso señaló que ahora predomina en este sector el mismo pensamiento que cuando se opusieron a estos materiales durante el gobierno del presidente Adolfo López Mateos. Por ello asegura que los libros de texto se distribuyen y comenzarán a usarse a partir del 28 de agosto, a pesar de que se ordenó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) rediseñar los libros de texto a petición de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) y pese al ultimátum que dio el Juzgado federal, el político tabasqueño insistió en que no hay nada que impida la distribución de los ejemplares en las escuelas. Pero las acusaciones no son solo sobre marxismo. La Unión de Padres, una organización de corte conservador, también ha sido muy vocal sobre la incorporación de ideología de género. El plan de estudios detrás de los nuevos materiales educativos es muy abierto al explicar que uno de los propósitos es que los alumnos "conciban la sexualidad como resultado de una construcción social".
QUIZA LO que hace falta es impulsar la educación cívica, educación para la ciudadanía, civismo o formación cívica (o incluso formación ciudadana) que es un tipo de educación dirigida a las relaciones sociales que busca fortalecer los espacios de convivencia social entre las personas, a partir de un estudio de los aspectos teóricos, políticos y prácticos de la ciudadanía, así como de sus derechos y deberes, pero no adoctrinarlos en ideologías que, por otra parte, el Presidente Andrés Manuel López Obrador no pone en práctica con su propia familia, sobre todo su menor descendiente que siempre ha estudiado en escuelas privadas y actualmente lo hace en el extranjero, con el humilde sueldo de su padre. Así las cosas…OPINA carjesus30@hotmail.com
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