YA NO hay vuelta atrás. Miguel Ángel Yunes Márquez, aquel muchacho impetuoso que el 22 de mayo del 2017 llamó “viejo guango” al, entonces, candidato de MoReNa a la Presidencia Andrés Manuel López Obrador es, ahora, el activo más importante que tiene la Cuarta Transformación, pues gracias a su voto favorable fue posible la reforma al Poder Judicial Federal y el pase de la Guardia Nacional a la Secretaria de la Defensa Nacional, convirtiéndose con ello en un amigo cercano del futuro Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, del “mugroso” –como solía llamarlo-, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, y hasta de Gerardo Fernández Noroña, el rijoso Presidente del Senado que suele arrugarse cuando una persona de la tercera edad lo encara y opta por la denuncia judicial, cuando muchos a los que ha agredido lo ignoraron. Pues bien, con el voto del aún panista Yunes Márquez, Morena y sus aliados en el Senado aprobaron con 86 votos a favor y 42 en contra del PAN, PRI y MC la reforma constitucional que traspasa la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), lo cual fue calificado por la oposición como la consolidación de la militarización del país o la emulación de México con naciones como Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros países de tendencia comunistoide. Atrás quedó el lunes 22 mayo 2017, cuando en un mitin político en apoyo a la, entonces, candidata de la alianza PAN/PRD por la alcaldía de Xalapa, Ana Miriam Ferráez Centeno, el entonces alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes llamó “viejo guango” al dirigente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador. “A mí me da mucha risa que de repente decían que Xalapa estaba perdida, que Xalapa ya era de Morena, que en Xalapa iba a ganar el Peje (…) Hace unos días vino ese viejo guango que le dicen el Pejelagarto y pudo tener apenas como 200 personas en la Plaza Lerdo, nadie le hizo caso (…) Vino a barrer con el gobernador, vino a barrer con su familia, vino a barrer con todo y contra todos y dijo que la gente que apoya al PAN/PRD es gente acarreada pero yo le digo a ese mentiros, a ese charlatán, a ese viejo mentiroso que le dicen El Peje que ojala estuviera aquí para que viera lo que es la emoción de un ciudadano y ciudadana que quiere el cambio”. Y no conforme con ello, agregó: “A ese viejo guango que dice que no miente, no traiciona y no roba le digo que ojalá viniera a explicar el caso de Eva Cadena (la mujer que fue captada en video recibiendo dinero para el Movimiento de Regeneración Nacional”. Aquellos hechos ocurrieron en la colonia Rafael Lucio de la capital del Estado, pero la flaca memoria de los morenistas ahora lo consideran un héroe, y no se duda que en 2030, la gobernadora (electa), Rocío Nahle deba entregarle la Gubernatura.
YUNES MÁRQUEZ es ahora el político consentido de la Cuarta Transformación, el indispensable, y en ese tenor, venderá cara su conversión. Y aunque la sesión duró 8 horas con 39 minutos, iniciando la noche del martes, bastó con que el ex panista levantara el dedo para que la aplanadora oficialista avalara, por mayoría calificada, la reforma constitucional promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador la cual modifica los artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89, 123 y 129 de la Carta Magna, y que otorga a la Guardia Nacional la facultad de investigar delitos, como lo establece el dictamen que cita: “La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público, a las policías y a la Guardia Nacional, en el ámbito de su competencia, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio de esta función”. De esa manera, con el voto de Chiquiyunes, la última reforma impulsada desde Palacio Nacional en este sexenio define a la GN como una “fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la secretaría del ramo de defensa nacional, para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública”, y de igual manera se establece que la Federación “contará con la Guardia Nacional, fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en el ámbito de su competencia”. La reforma presidencial que empezó de inmediato a discutirse en lo particular incluye que la persona titular de la Comandancia de la Guardia Nacional, que debe ostentar el grado de general de División de la Guardia Nacional en activo, será designada por la persona titular de la Presidencia de la República, a propuesta de la persona titular de la Sedena.
QUIZA UNO de los discursos más contundentes en la fiesta de los morenistas-yunistas, lo ofreció el senador por Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del malogrado Luis Donaldo Colosio Murrieta, cuando en tribuna definió contundente que, esta reforma “constituye el último clavo al féretro de la seguridad civil” y agrega que aunque se niegue, “esto es militarización: ¿cómo lo llamarían ustedes cuando hay más militares patrullando las calles de México que policías?”. En la discusión se ofrecieron, incluso, cifras. Se dijo que, hasta antes de la militarización en el sexenio de Fox, se cometían alrededor de 60 mil homicidios y con el gobierno de López Obrador vamos a cerrar con más de 200 mil, lo cual es un fracaso. “31 millones de delitos se cometen al año, ¿saben cuántas detenciones realizó el año pasado la Guardia Nacional?, revisen el último informe, no son mis datos, son datos del último informe de la Guardia Nacional 31 millones de delitos y solamente realizó la Guardia Nacional 3 mil detenciones”, expuso Ricardo Anaya, pero Yunes Linares se convirtió, de nueva cuenta, en el héroe, justificando la militarización.
LO QUE llama la atención es que, durante el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador se han sumado casi 35 mil cadáveres que continúan sin identidad en las morgues, mientras que las desapariciones de personas suman 51 mil 791 víctimas, para totalizar un registró histórico de 115 mil personas sin ser localizadas, esto a pesar de la Guardia Nacional. La crisis forense en México está lejos de resolverse. Cadáveres de personas fallecidas en 2006 aún permanecen en las morgues sin identificar y desde entonces la cifra de cuerpos que no son reconocidos se ha incrementado hasta alcanzar los 72 mil 100. La cifra es reseñada en una investigación realizada por las organizaciones no gubernamentales ‘A dónde van los desaparecidos’ y ‘Quinto Elemento Lab’, en la que se detalla que durante los primeros cinco años del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, 2019 al 2023, ingresaron a las morgues 34 mil 699 cuerpos que permanecen sin identidad.
Según datos oficiales revisados en la investigación, desde el inicio de la administración de López Obrador, una persona desaparece en México cada hora. El número supera a las 32 mil 885 víctimas registradas en el periodo de Enrique Peña Nieto (2012-2018), y triplica a las contabilizadas en el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), 16 mil 931. Y uno se pregunta: ¿la militarización resolverá esas crisis o terminará por agravarlas, como sucedió en la Argentina de los militares, Chile, Guatemala, Cuba, Venezuela, Nicaragua y otras naciones donde se gobierna con la milicia?. A ver que pasa. OPINA carjesus30@hotmail.com
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