COMO NO hay plazo que no se cumpla, el jueves 7 de este mes inicia formalmente el proceso electoral 2023-2024, porque informalmente arrancó hace casi un año con la venia del Presidente Andrés Manuel López Obrador que gusta pasarse por el arco del triunfo todas las normas que le obstaculicen sus caprichos, aunque reacciona con agresión cuando otros las transgreden. En Veracruz, que es el Estado que nos compete, la incursión del crimen organizado diseminado en todas las regiones del solar jarocho (y del Papis) podría ser un obstáculo para que la oposición realice campañas abiertas, porque existe la percepción entre esos grupos, que la llamada Cuarta Transformación es la única que les permite hacer y deshacer con total impunidad, y al igual que quienes reciben migajas del régimen en el poder para comprarles la consciencia, buscarán el triunfo de MoReNa y sus aliados para seguir disfrutando de los abrazos y no balazos, y de los programas sociales que gane quien gane ya no podrían ser cancelados dado que se encuentran en la Constitución. Pero entre son peras o manzanas, la delincuencia organizada, la autorizada y la común serán aliados de los morenistas, lo que no descarta agresiones, amenazas y hasta crímenes de candidatos o aspirantes que hagan del combate a la violencia su bandera de presentación, cuando en la actualidad nadie les molesta, salvo en contadas ocasiones cuando rompen las reglas de los acuerdos no escritos, como calentar en demasía una plaza y evidenciar por completo la ineficacia de los gobiernos emanados de la Cuatro Te. Y es que no es cuestión de “enchílame estas otras” lo que podría ocurrir en 2024 cuando estarán en disputa 18 mil 299 cargos (629 federales y el resto locales), entre otros la Presidencia de la República, 500 diputaciones Federales, 128 senadurías y 19 mil 605 puestos locales, incluidas 9 gubernaturas: Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, y 1 mil 98 diputaciones locales, 1 mil 803 presidencias municipales, 1 mil 786 posiciones de ayuntamientos, 1 mil 973 sindicaturas, 14 mil 170 regidurías, 16 alcaldías y 166 concejalías (Ciudad de México), 22 juntas municipales en Campeche y 299 presidencias de comunidades en Tlaxcala.
Y SI bien el Instituto Nacional Electoral solo atenderá la organización de las elecciones federales, también tiene cierta responsabilidad en el resto, en su carácter de mando del Sistema Nacional Electoral, de tal suerte que entre sus retos se encuentra elevar la participación ciudadana y blindar los votos ante distintas amenazas, como los posibles “nudos” en la “cadena de custodia” de millones de sufragios que serán emitidos para decidir los poco más de 21 mil cargos de elección popular. El asunto no es simple. La fuerza del crimen organizado estará en todas partes en la definición de candidaturas, sobre todo de alcaldías y cargos edilicios, y diputaciones locales e, incluso Federales. Y es que si en 2018 se tenían identificados focos rojos o territorios peligrosos en Michoacán o Guerrero, ahora son “muchísimas” las zonas que hoy en día son de alto riesgo, y si bien al INE le corresponde la organización de la contienda, sin seguridad será imposible avanzar, sobre todo cuando autoridades de los tres niveles de gobierno que deben atender el problema han sido evidenciadas por el periódico estadounidense “The New York Times” (NYT) que revela que en más de 23 mil mensajes de texto inéditos, con declaraciones de testigos y documentos con nuevas pistas en torno al caso Ayotzinapa, se involucra a policías, funcionarios del gobierno local, militares y gente del Cártel de los Guerreros Unidos en la desaparición de los estudiantes, o sea, los que deberían ser garantes de la seguridad de los mexicanos están ligados a actividades ilícitas.
PARA VARIAR, existe un divisionismo enconado no solo entre coaliciones (Juntos Haremos Historia y Frente Amplio por México), sino al interior de los propios partidos que las integran. Por ejemplo, en Veracruz, los resentimientos ente yunistas (que encabeza Miguel Ángel Yunes Linares) y Julenistas (que dirige Julen Rementeria del Puerto ha impedido una cohesión sólida y coherente que conlleve a la unidad de ese instituto, por lo que no se descarta que los primeros –paralelamente en aras de salvarse- estén dispuestos a aliarse con MoReNa si los segundos son beneficiados para la eventual competencia que se avecina, de tal suerte que el PAN legaría al Frente muy mermado o desmejorado. Y lo mismo sucede en el PRI, donde José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa (que, en realidad no son parientes pese al apellido) siguen cada cual por su lado queriendo ser abanderados a la gubernatura, sin haber tenido un diálogo previo que les permita ir juntos, en unidad, quede quien quede. Dicen, incluso, que si Pepe Yunes fuera el abanderado, Héctor Yunes estaría dispuesto a ser postulado por Movimiento Ciudadano o el Partido Verde Ecologista de México que, por otra parte, también está dividido en el Estado lo mismo que el PT, esto debido al desgobierno de Cuitláhuac García Jiménez que juega a que se va, lo mismo que el Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos a quien en dos ocasiones el Presidente Andrés Manuel López Obrador le ha pedido que renuncie en caso de que aspire a algún puesto de elección popular, algo que García Jiménez ha desoído evidenciando la autoridad del mandamás del País, y acaso por ello no estuvo presente en el quinto informe de Gobierno de AMLO en Campeche, tierra que desgobierna Layda Sansores San Román.
EN MORENA, por otra parte, siguen en la disputa Manuel Huerta Ladrón de Guevara, Eric Cisneros, Sergio Carlos Gutiérrez Luna, mejor conocido como “Gutierritos” y Rocío Nahle, pese a las señales de que esta última será la elegida por AMLO, como Claudia Sheinbaum Pardo lo será para la Presidencia de la República, mientras que por Movimiento Ciudadano alguien aceleró al robusto dirigente Estatal, Sergio Gil Rullan, un muchacho que tiene toda la facha o personalidad y discurso del inefable Javier Duarte de Ochoa, y en la otra esquina, aunque en realidad aspira a ser Senador o Diputado Federal por Papantla, José Manuel del Río Virgen, todos en contiendas políticas adelantadas y focos rojos en materia de seguridad, y para variar con un INE dividido luego de que en Abril se integraron cuatro consejeros, aunque en pocos días se puso en evidencia que la presidenta Guadalupe Taddei no contaba con el apoyo de todos sus colegas, al grado de que no le aprobaron sus propuestas para ocupar las principales áreas ejecutivas y técnicas del instituto. Cinco meses después, ocho de los 18 puestos de mando de la Junta General Ejecutiva del organismo operan todavía con encargados de despacho: las direcciones de Administración, Prerrogativas y Partidos Políticos; Servicio Profesional Electoral Nacional, y de Capacitación y Educación Cívica. También las unidades técnicas de Fiscalización y de Datos Personales y Transparencia, así como la dirección jurídica y la coordinación nacional de Comunicación Social. Tampoco admitieron sus propuestas para la secretaría ejecutiva, puesto que en los hechos es el brazo derecho de la presidencia del consejo, por lo que hasta ahora sigue en esa importante función una designación provisional. En fin, la elección más grande del País se antoja complicada y bastante peligrosa…OPINA carjesus30@hotmail.com
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