HA RESULTADO tan cómodo para la candidata de MoReNa y sus rémoras culpar a medios de comunicación de todas las acusaciones que la oposición ha vertido en su contra por presuntos actos de corrupción, que el tema se ha vuelto trillado, lo que pareciera un buen pretexto para que las fiscalías General de la Republica y del Estado se hagan de la vista gorda sin proceder, como deberían, pese a las denuncias que ya existen, y que cuentan con el respaldo de escrituras avaladas por notarios públicos, entre otras, de Tabasco cuya fe corresponde al ex Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, lo que hace aún más intocable a la zacatecana que, sin mayores preámbulos sigue dando la vuelta a los señalamientos, victimizándose una y otra vez y culpando a reporteros por difundir lo que, sin duda, es noticia. Lo cierto es que al igual que Cuitláhuac García Jiménez, Rocío Nahle no quiere a los medios. Los aborrece, le causan urticaria, lo que advierte para ese gremio persecución, maledicencia y agresiones en caso de ganar la Gubernatura, incluso, para aquellos que hoy sirven de tapete en espera de ser recompensados, cuando el mejor ejemplo es lo que actualmente se vive. Y es que, aún se recuerda cuando el actual gobernador se reunía con columnistas y dueños de medios de comunicación durante su campaña –a instancias de su nefasto primo Eleazar Guerrero Pérez y pedía crédito a la palabra, y aunque muchos se lo dieron, el mandatario (gracias al arrastre de Andrés Manuel López Obrador) terminó por darles la espalda, porque la consigna nacional era acabar con la prensa, especialmente, la crítica, pero esta se ha reproducido al paso de los días creando verdaderos conflictos a los triunfos que parecían fáciles a la llamada Cuarta Transformación en las postrimerías del mandato del AMLO, lo que mantiene preocupado al alto mando.
ACASO POR ello, apelando al respaldo que aún le dispensan quienes reciben las migajas, AMLO anuncia que realizará una gira por todo el País para despedirse de los gobernadores y de los gobernados que trabajaron a la par de su persona, aunque la realidad es que el Presidente lo que busca es salir en apoyo de Claudia Sheinbaum y de los aspirantes de su partido a las nueve gubernaturas en juego pero, de paso, alentar el voto para concretar su llamado Plan C, que, según ha explicado, es ganar el mayor número de Senadurías y Diputaciones Federales y locales para tener poderes legislativos a modo que le permitan hacer lo que quiera, aprobándole de último momento todo aquello que el actual Congreso de la Unión le ha escamoteado. En ese tenor, López Obrador, que debería quedarse quieto en Palacio Nacional, saldrá a hacer campaña a favor de sus aspirantes, y de esa manera, por otra parte, poder ponerle un freno a Sheinbaum si gana la elección, para que haga lo que AMLO le dicte.
Y ES que el Presidente López Obrador, formado en la vieja política del PRI, porque hay que recordar que fue un priista defensor de sus tesis, busca emular al llamado Jefe Máximo de la Revolución, en este caso, Plutarco Elías Calles, el fundador del Revolucionario Institucional, el mismo que mangoneo a tres presidentes de México tras la muerte de Álvaro Obregón que, la vox populi terminó por acreditarle en 1928. AMLO quiere su Maximato, y ya tiene de su lado a las fuerzas armadas, y ahora va por un Congreso de la Unión a modo que le deba el triunfo, y que los acuerdos lo hagan en su rancho y no en palacio nacional. Por ello saldrá a, dizque despedirse y agradecer el respaldo que recibió de una población que no lo ve como Presidente sino como proveedor, y que no lo apoya porque sea el gran Presidente de México sino por los dineros que reciben que, si bien no es mucho, si les ha permitido aliviar inmediateces, aunque no haya suficientes medicinas en hospitales públicos, las carreteras de encuentren en mal estado, las escuelas cada vez más deterioradas y el salario no alcance para nada pese a los incrementos autorizados.
PERO MIENTRAS eso sucede, Rocho Nahle se sigue victimizándose en Veracruz, acusando que, “ha sido brutal la guerra sucia, pero yo no voy a caer en provocaciones de nadie, ni de terceros ni de patiños ni de nadie”, acusa la candidata a la gubernatura de Morena, PT, Partido Verde y Fuerza por México en Veracruz, pero nada de explicar el origen de su extraña, aunque no por ello, desconocida fortuna, y como no encuentra a otros, culpa a los medios y, por supuesto, al abanderado de Fuerza y Corazón por México, José Francisco Yunes Zorrilla, evadiendo de esa manera los señalamientos que son sustentados con documentos oficiales. Dice que la campaña la advierte al detectar publicaciones iguales o parecidas en distintos medios, lo que pareciera boletín ordenad por quien paga, pero, insistimos, salvo un boletín que no dice nada, asume que contra ella hay guerra sucia, aunque las manifestaciones en su contra se multiplican y que muchos que antaño la respaldaban han decidido irse al sentir que la señora hace campaña rodeada de vayas, un centenar de guaruras, acuerpada por camionetas blindadas y sin acercamiento al pueblo.
POR ELLO insiste en que, en tanto su proyecto ha estado basado en propuestas y en un intenso recorrido por los 212 municipios de la entidad, la oposición ha desfogado su enojo y su desesperación en una estrategia mediática basada en la desinformación. “Ha sido brutal la guerra sucia, pero yo no voy a caer en provocaciones de nadie, ni de terceros ni de patiños ni de nadie, pero la semana pasada se suscitó un nado sincronizado burdo, en medios nacionales, nacionales, la misma columna que salía en El Excélsior se replicaba en otro medio, era la misma columna, el nado sincronizado”, subraya.
SIN DUDA, los medios de comunicación no son culpables de que la señora Nahle carezca de un equipo de prensa que concilie, informe y difunda pero que, además, la defienda, sino que lejos de hacer su trabajo se suma a la cerrazón de doña Rocío, creando un escenario clausurado y cegado, creyéndose ya los dueños de los recursos que deberían ser para publicidad general y mejorar la imagen de la zacatecana que, ciertamente, ya no ve lo duro sino lo tupido luego de que, un día sí y otro también, surgen nuevas propiedades que AMLO no está dispuesto a ordenar investigar para no afectar a su 4T, alentando la impunidad a la que muchos morenistas aspiran. Por lo pronto, el jueves 18, Arturo Castagne presentará una denuncia por presuntos actos de corrosión contra Nahle, y seguramente la señora culpará a la prensa por darle difusión, cuando esa es la labor de los medios. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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