NO SOLO el presidente Andrés Manuel López Obrador pretender dictar línea a la sucesora Claudia Sheinbaum Pardo, y acaso se entiende porque el titular del Ejecutivo Federal, se quiera o no aceptar, mantiene enorme aceptación popular gracias a la manipulación emocional que ejerce a través de los programas sociales, algo así como: “me debes. Eres afortunado/a de tenerme. Todo lo hago por tu bien”, y el pueblo bueno le corresponde llamándolo: “Tata Andrés. Cuentas con todo nuestro respaldo a ciegas”, y sin entender acaso que lo manipuladores huelen a las personas emocionalmente necesitadas y dependientes de la aprobación de los demás usándolos para sus fines, Cuitláhuac García Jiménez creyendo que ese don cualquiera con poder, aunque este sea ficticio, lo puede utilizar para alcanzar el éxito, trata de mandar mensajes a su inminente relevo Roció Nahle García buscando imponerle caminos a seguir cuando asuma la gubernatura, y en ese contexto advierte que muchos medios de comunicación tendrán que cerrar sus puertas tras la publicidad engañosa que se manejó en torno a la, ahora, Gobernadora electa cuando fungía como candidata. De esa manera, recurriendo a la insidia, cual pitoniso emergido de las páginas de Hermelinda Linda, predice o pronostica la quiebra de infinidad de medios de comunicación –como si diera instrucciones a la sucesora de ejercer venganza-, aduciendo acaso que Nahle García no debe dar publicidad a informadores críticos, como ocurrió en su Gobierno y, sin embargo, muchos hemos sobrevivido en la medianía del quehacer periodístico con honestidad. Tal vez el Gobernador piensa –si es que lo hace-, que los medios de comunicación dependen al cien por ciento de la publicidad oficial para permanecer, olvidando que un profesionista preparado diversifica sus actividades, las amplía y puede mantener el ritmo de la información como hasta el momento sin necesidad de rogar a quien llego al poder por una circunstancia, aunque pretenda parecer el gran líder capaz de influir en el ánimo de los demás, incluida quien habrá de reemplazarlo.
NO SABEMOS cuál vaya a ser la relación de Rocío Nahle con los medios de comunicación, sobre todo los de tendencia crítica, pero cualquiera que esta fuere, con que nos permita trabajar en paz y sin persecuciones de ninguna especie, sin ejercer venganzas palaciegas o agresiones innecesarias, estamos más que servidos, y que cada cual realice su labor tal cual le corresponda. Dice el sociólogo y profesor universitario español, ex ministro de Universidades de la nación Ibérica que, el poder y la política se deciden en el proceso de construcción de la mente humana a través de la comunicación, y que, en nuestro tipo de sociedad, los medios de comunicación son decisivos en la formación de la opinión pública que condiciona la decisión política, sobre todo la mediática, lo cual tiene consecuencias importantes sobre la política misma, ya que conduce a su personalización y a la política del escándalo. Ahora bien, la comunicación de masas está siendo transformada por la difusión en Internet. La emergencia de la auto comunicación de masa desintermedia a los medios y abre el abanico de influencias en el campo de la comunicación, permitiendo una mayor intervención de los ciudadanos, lo cual ayuda a los movimientos sociales y a las políticas alternativas. Pero, al mismo tiempo, también las empresas, los gobiernos, los políticos intervienen en la red. De ahí que las tendencias sociales contradictorias se expresan por uno y otro lado tanto en los medios de comunicación de masas como en los nuevos medios de comunicación. De esta forma, el poder se decide cada vez más en un espacio de comunicación multimodal, y en nuestra sociedad, contra lo que diga Cuitláhuac, el poder es el poder de la comunicación.
EN ESE contexto, no es secreto que, a lo largo de la historia, la comunicación y la información han constituido fuentes fundamentales de poder y contrapoder, de dominación y de cambio social. Esto se debe a que la batalla más importante que hoy se libra en la sociedad es la batalla por la opinión pública. La forma en que la gente piensa determina el destino de las normas y valores sobre los que se construyen las sociedades. Y aunque la coerción y el miedo (que se ejerce desde MoReNa) son fuentes decisivas para que los dominantes impongan su voluntad a los dominados, pocos sistemas institucionales pueden durar demasiado si se basan de forma preponderante en una represión aguda. Torturar cuerpos es menos efectivo que modelar mentes. Si la mayoría de la gente piensa de forma contradictoria respecto a los valores y normas institucionalizados en el estado y consagrados a través de leyes y normas, al final el sistema cambiará, aunque no necesariamente para colmar las esperanzas de los agentes del cambio social. Pero el cambio, tarde a temprano, llegará. Tan sólo tardará un poco y será a costa de mucho sufrimiento. Como la comunicación, y en especial la comunicación socializada, la que existe en el ámbito público, ofrece el apoyo para la producción social del significado, la batalla de la opinión de las personas se juega en gran parte en los procesos de comunicación. Y esto es aún más aplicable a la sociedad red, que se caracteriza por la omnipresencia de redes de comunicación en un hipertexto multimodal.
SIN DUDA, debe entenderse el poder como la capacidad estructural del actor social para imponer su voluntad sobre otros actores sociales. Todos los sistemas institucionales reflejan relaciones de poder, además de los límites a estas tal y como han sido negociadas por parte de un proceso histórico de dominación y contra dominación. Así, también, el proceso de formación de un contrapoder, que es la capacidad de un actor social de resistirse y desafiar a las relaciones de poder institucionalizadas. Efectivamente, las relaciones de poder son por naturaleza conflictivas, del mismo modo que las sociedades son diversas y contradictorias. Por lo tanto, la relación entre tecnología, comunicación y poder refleja valores e intereses opuestos, y afecta a una pluralidad de actores sociales en conflicto. En ese tenor, tanto los medios todopoderosos como los sujetos de los proyectos del poder y contrapoder funcionan en la actualidad dentro de una nueva estructura, y por ello el augurio de Cuitláhuac García Jiménez no deja de ser una soflama de dictadorzuelo trasnochado que ojalá la futura Gobernadora del Estado, Rocío Nahle deseche, imponiendo su propia visión de lo que quiere para Veracruz.
CUITLAHUAC NO fue, sino un oportunista del poder que no supo fructificar su circunstancia, pues desaprovechó seis años que pudieron catapultarlo a lo historia como uno de los mejores gobernantes, pero prefirió confrontar a los medios, a la sociedad en general, dedicarse a bailar, a asuntos frívolos dejando el mando, primero, en manos del siniestro Eric Patrocinio Cisneros Burgos y, posteriormente en quien lo sucedió, y si MoReNa ganó Veracruz no fue por su gran labor sino por el miedo de una sociedad que no está dispuesta a perder sus programas sociales o canonjías, aunque le hayan matado, secuestrado o desaparecido al parientito o parientita, que al fin de cuentas, la vida sigue y hay que comer. Así las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com
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