EN 2018 el PRI cometió un error gravísimo (más allá de haber seleccionado en 2012 a Javier Duarte de Ochoa como abanderado a la Gubernatura y haber ejecutado un mandato que a la fecha se le reconoce arquetipo de la corrupción, represión, arribo de grupos criminales y de la desaparición forzada): no haber pactado una alianza opositora entre PAN, PRD y PRI como ahora, ya que de haberlo hecho, Miguel Ángel Yunes Márquez, en ese tiempo abanderado panista, hubiera ganado la elección y habría sentado las bases para que el Movimiento de Regeneración Nacional no se hubiera incubado en el Estado. Y basta rememorar los acontecimientos suscitados en 2018, tras el cierre de las casillas, cuando Cuitláhuac García Jiménez y Miguel Ángel Yunes Márquez se declararon ganadores de los comicios, de tal suerte que en la encuesta de salida de El Financiero los resultados arrojaron un empate entre ambos candidatos, mientras que Consulta Mitofsky y El Heraldo colocaron a la cabeza al morenista con un rango de 46.9-54.1 por ciento y 41-49 por ciento. En contraste, Votia dio la ventaja al panista con 45.2 por ciento. Pasadas las 23:30 del día de la elección, el presidente del OPLE dio a conocer los resultados del conteo rápido, que dieron la ventaja a García Jiménez con un margen de votación de entre 43.9 y 45.9 por ciento, seguido de Yunes Márquez con entre 37.0 y 38.7 por ciento, José Francisco Yunes Zorrilla, del PRI con entre 13.3 y 14.5 por ciento y Miriam Judith González Sheridan con entre 0.9 y 1.0 por ciento. El PREP finalizó a las 20:00 horas del 2 de julio con 93.55 por ciento de las actas capturadas, una participación ciudadana del 64.59 por ciento y una tendencia de votación de 43.7 por ciento en favor de García Jiménez. Por su parte, los cómputos distritales para la gubernatura concluyeron a las 19:10 del 5 de julio y confirmaron la victoria del candidato morenista con 1 millón 667 mil 239 votos, una ventaja de 213 mil 301 frente al segundo lugar, Yunes Márquez. También arrojó una participación ciudadana de 65.56 por ciento. El 8 de julio, García Jiménez recibió la constancia de mayoría que lo acreditó como gobernador electo de Veracruz. De esa manera, el candidato de Juntos Haremos Historia (MoReNa-PT-Verde) logró finalmente, 1 millón 667 mil 239 votos, seguido por Miguel Ángel Yunes Márquez de: Por Veracruz al Frente con 1 millón 453 mil 938 sufragios y, finalmente, José Francisco Yunes Zorrilla: Por un Veracruz Mejor con 528 mil 663, que son los votos duros del PRI. Ahora bien, si PAN, PRD y PRI hubiesen ido juntos o en alianza (que no se dio), los resultados habrían sido de 1 millón 981 mil 598 sufragios para Yunes Márquez, un triunfo contra Cuitláhuac de 314 mil 359 votos (insistimos, él hubiera no existe), y Veracruz no habrían padecido lo que ahora está viviendo, pero en aquel tiempo el PAN consideraba que el PRI (de Javier Duarte de Ochoa) era el adversario a vencer y no MoReNa, cuando fue todo lo contrario.
POR ELLO la importancia de que la alianza se sostenga, sumando a los grupos dispersos por las razones que fueran, atajando al mismo tiempo los afanes “renovadores” de Adolfo “el fofo” Ramírez Arana, un hombre neófito en política Estatal, pero con ocurrencias fascinantes para inducir a la división de su partido, como ponerse a remover a las dirigencias municipales del Revolucionario Institucional para colocar a sus intereses, lo que ha provocado una severa desbandada que en nada ayuda al “tricolor”, y que el futuro abanderado de ese partido a la Gubernatura debe atajar al precio que fuera. Está claro que a Alejandro Moreno Cárdenas lo menos que le interesa es el PRI, por el contrario, desearía que este no figurara para hacerle posible el triunfo a MoReNa y sus aliados, y de esa forma ganar indulgencia para que sus pecados o corruptelas -cuando ejerció el gobierno de Campeche- le sean perdonados, de tal manera que pueda librar la cárcel, y en vez de ello, en caso de hacerle el favor a Claudia Sheinbaum Pardo, ganar una embajada como tantos otros priistas traidores, no sino en el extranjero. Moreno Cárdenas está actuando en favor de sus propios intereses, y los priistas deberían entenderlo y no caer en su juego y mantener la unidad más allá de intereses personales o de grupo.
EN VERACRUZ queda claro que los dos principales contendientes: José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa (aun cuando Pepe Yunes lleva la ventaja), es convocar juntos a la unidad, en un acto multitudinario que congregue a las principales dirigencias municipales (incluidos agentes municipales, autoridades ejidales, jóvenes y mujeres), para conformar un verdadero frente de defensa del voto, llamando a mantener la armonía, pues si lo que quieren es que pierda MoReNa y sus aliados y gane la alianza PAN, PRI, PRD, o por lo menos dejar de criticar a los partidos en donde militan. No hacerlo será seguir cavando la tumba de esa coalición, y los lamentos saldrán sobrando cuando eso ocurra. Y es que no se explica cómo es que quieren echar del poder a los militantes o arribistas del partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando, por otra parte, son los principales críticos de la oposición cuando esta no los toma en cuenta para disputar alguna posición de elección popular, anteponiendo sus intereses mezquinos al general de los gobernados.
PEPE Y Héctor deben salir a la palestra, aun cuando Anilú Ingram Vallines se resista, pues no hay que olvidar que, en octubre de este año, la diputada local manifestó públicamente estar analizando si continuará o no en el Revolucionario Institucional, acaso con la esperanza de que MoReNa la convocara para ofrecerle alguna posibilidad de competencia. Y si bien indicó que su descontento fue por la asunción de Adolfo Ramírez Arana a la dirigencia estatal del PRI tras la salida de Marlon Ramírez Marín, a estas alturas no se justifica la división que trata de inducir tras ser incluida en la lista de seis aspirantes a la Gubernatura, pues a sabiendas de que será Pepe Yunes en razón a las encuestas previas al interior de la militancia y no de la sociedad en general, busca crear confusión, insistimos, acaso con el intereses de ser tomada en cuenta por MoReNa y sus aliados. Y es que la legisladora quiere que la encuesta del Frente Amplio por México sea abierta a la sociedad, aun cuando si eso ocurre no faltará la mano negra que tuerza los resultados, no porque los ciudadanos no sean confiables sino porque partidos antagonistas mandan a votar a favor de tal o cual aspirante a modo para facilitar el camino del propio. En fin, este lunes o martes habrá resultados de quien será el abanderado del Frente Amplio por México, en este caso de Veracruz, y ojalá prevalezca la unidad, si es que realmente quieren un cambio positivo para el Estado. OPINA carjesus30@hotmail.com
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