ARRANCAN LAS campañas electorales para la Presidencia de la República en medio de una creciente ola delictiva que lejos de amainar se intensifica, en tanto el Presidente Andrés Manuel López Obrador sigue negando la interferencia del crimen organizado o autorizado en el proceso electoral que a la fecha ha cobrado la vida de al menos 33 personas ligadas al mundo de la política, una gran parte de ellos aspirantes a algún cargo en los comicios del próximo 2 de junio, lo que debería encender las alertas al interior del gabinete de seguridad del titular del ejecutivo que sigue echando la culpa, incluso, a don Porfirio Díaz Mori de todos los malos habidos y por haber. Los muertos son de todos los partidos, pero se concentran con mayor crueldad en los ámbitos locales y en Morena, de tal suerte que, dos hechos han impactado por la crueldad con la que se consumaron: los más recientes ataques a dos candidatos a la misma presidencia municipal, la de Maravatío, Michoacán, Miguel Ángel Zavala Reyes, de Morena y Armando Pérez Luna, del PAN, cuyos casos han puesto los puntos sobre las íes de que, en efecto, los ataques provienen de intereses o políticos o delincuenciales que buscan imponer a un aspirante a modo que nada estorbe para sus turbios negocios. Ambos fueron atacados a balazos en las calles de ese municipio con apenas cinco horas de diferencia. A Zavala Reyes le dispararon en su coche cuando salía de la clínica donde trabajaba ubicada a un kilómetro del centro de la ciudad, mientras que a Pérez Luna lo balearon dos hombres en motocicleta en una unidad habitacional de Infonavit. Y todo esto ocurre cuando el proceso electoral inherente a las alcaldías y gubernaturas aun no comienza oficialmente, por lo que las estadísticas comenzaron a encender luces de alerta, ya que existe el temor bien fundado de que las elecciones se conviertan en las más violentas de la historia. Empresas que llevan un recuento de la violencia informan que, además de los homicidios se han registrado secuestros, desapariciones, balaceras y amenazas de muerte por lo menos en 14 Estados. En ese tenor, aunque lo niegue y eche la culpa al pasado y a los medios de comunicación por magnificar lo que está ocurriendo, la inseguridad en México sigue siendo una de las asignaturas pendientes del presidente López Obrador, y actualmente enfrenta uno de esos momentos políticos en los que florece con mayor fuerza.
ESTE AÑO, por ejemplo, se eligen en el País 20 mil 708 cargos públicos, entre la Presidencia, gubernaturas, congresos locales y federal, presidencias municipales, regidurías y sindicaturas, y muchos aspirantes, ante la desprotección y los hechos recientes han decidido bajarse de la contienda por temor a ser asesinados o que sus familiares más cercanos paguen las consecuencias. Data Cívica revela que solo en enero se han registrado 35 ataques o amenazas contra funcionarios o exfuncionarios, y en 21 casos las víctimas perdieron la vida. Los datos de febrero no están cerrados aún, pero las cifras preliminares, hasta el 10 de febrero, señalan que los asesinatos de personajes políticos ascenderían a 33, según dijo la organización. El conteo hecho por la consultora Etellekt en los comicios de 2021 señala que al menos 35 aspirantes fueron asesinados, mientras que en las últimas presidenciales, las de 2018, el número de víctimas fatales alcanzó las 48. Un análisis de las consultoras refiere que la participación del crimen organizado en la violencia que se ejerce es un factor constante, ya que a veces es quien aprieta el gatillo o simplemente está metido en la disputa por los poderes locales. Se garantiza así su tajada de poder con todos los partidos que compiten. Sobre los 32 asesinatos cometidos en las elecciones de 2021, el Colegio de México concluye que se mata a los candidatos para incidir en el resultado de unos comicios, ya sea para evitar que triunfe determinado aspirante o para desmotivar a la ciudadanía de participar en el voto.
LA NOCHE del martes, Gabriel Orantes Villatoro, aspirante a la candidatura de Morena a la presidencia municipal de San Fernando, Chiapas, sufrió un atentado cuando circulaba por la carretera que conecta a Tuxtla Gutiérrez con San Fernando. Él salió ileso, sin embargo, suman 16 aspirantes a cargos de elección popular asesinados en el actual proceso electoral que inició en septiembre pasado, nueve de ellos morenistas, pero el Presidente dice que hay más violencia en Guanajuato que en la entidad chiapaneca, siempre tratando de evidenciar al PAN o al PRI como los causantes de la ola de inseguridad que se está enfrentando
LLAMA LA atención que en lo que va del proceso electoral, Morena es el partido con más aspirantes asesinados, con nueve, le siguen el PAN y Movimiento Ciudadano (MC) con dos cada uno, y el PRI, PVEM y PRD han perdido cada uno a un candidato, aunque el número se eleva cuando se considera a personas ligadas al ámbito político también acribilladas. La contienda político-electoral en Chiapas ha sido tensa en los últimos meses, en los que se han registrado media docena de hechos de violencia en contra de aspirantes a un cargo público en ese estado. Dos fueron asesinados, dos están desaparecidos y tres sufrieron atentados, además de que el Instituto Nacional Electoral (INE) considera a cinco municipios como focos rojos para organizar la elección, por lo que pidió ayuda a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para que les garantice seguridad. Pero el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que estuvo de gira en Palenque, dijo que hay una campaña mediática para señalar que hay violencia en Chiapas, negando la existencia de grupos criminales en la Entidad, pese a las evidencias, y todavía se atrevió a decir que nada comparado con Guanajuato respecto al número de homicidios. Michoacán es el estado con más homicidios de aspirantes, precandidatos o candidatos, con cuatro, seguido de Veracruz que suma tres; Chiapas y Guerrero, con dos cada uno, y Morelos, Colima, Ciudad de México, Jalisco y Estado de México registran uno, respectivamente.
PERO EN Veracruz las cifras se quedan cortas. El lunes 12 de febrero, por ejemplo, fue asesinado el exalcalde de San Juan Evangelista, Andrés Valencia Ríos, y quien se perfilaba como potencial candidato para las elecciones del 2024, aunque no es el único asesinato perpetrado en el proceso electoral federal para elegir presidente, senadores y diputados federales que inició en el mes de septiembre del 2023, y las elecciones locales para votar por gobernador y diputados locales, que iniciaron en noviembre del año pasado, ya que en este período ocurrieron al menos una decena de crímenes en contra de políticos, esto es, funcionarios municipales o aspirantes a cargos, pero el Gobernador, siguiendo el ejemplo de su jefe, acaso porque esa es la consigna, se lava las manos y niega el clima de violencia que ya alcanza cifras preocupantes. Como fuera, ojalá la sangre no llegue al río y más inocentes pierdan la vida por intereses mezquinos tanto de la delincuencia como de grupos políticos, lo que se conoce como delincuencia autorizada. OPINA carjesus30@hotmail.com
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