APENAS EL pasado lunes 20 de noviembre, el Presidente Andrés Manuel López Obrador decía que los mexicanos tenemos como “Ángel de la Guarda al Ejército a la armada y a la Guardia Nacional para vivir en paz y con bienestar”, y presentaba a esas instituciones –junto con la Marina Armada de México- como las más profesionales, preparadas y patrióticas. Encabezaba ese día la ceremonia conmemorativa del 113 Aniversario de la Revolución Mexicana, y López Obrador destacaba que lo que hace diferente a la SeDeNa, Semar y GN es su origen popular. “Es muy satisfactorio el poder decir al pueblo de México que tiene a su lado como ángel de la guarda al gobierno democrático, al Ejército, a la Armada y a la Guardia Nacional para que nuestro pueblo pueda vivir con paz y bienestar”. También reiteró entre otras muchas lindezas propias de su verborrea mendaz, que las Fuerzas Armadas ya no cometen violaciones a los derechos humanos ni cometen torturas, masacres, desapariciones forzadas o ejecuciones extrajudiciales como en anteriores gobiernos, aunque se haya documentado lo contrario en diversos Estados del País y los colectivos de búsqueda de personas de multipliquen debido a las desapariciones forzadas, muchas de estas extras judiciales. Nueve meses antes, el 9 de marzo de este año, AMLO prometía: “nosotros no vamos a permitir que intervenga ningún gobierno extranjero y mucho menos que intervengan fuerzas armadas de un gobierno extranjero en nuestro territorio”, esto ante la presión que enfrentaba por parte de legisladores de Estados Unidos para frenar el tráfico de fentanilo, pero está demostrado que el Presidente, al igual que María Expropiación Petronila Lascuráin Y Torquemada de Botija, conocida como la Chimoltrufia, como dice una cosa dice la otra, y ahora ha solicitado al Senado aprobar la solicitud de permiso para que 11 militares de Estados Unidos ingresen armados a México y estén en el país por casi dos meses a fin de adiestrar a tropas mexicanas (¿pues que no eran mejores preparadas y adiestradas y ejemplo para todo el mundo, según pregonaba AMLO meses y días antes?). Algo sin duda está pasando, y no deseamos suponer que la capacitación que ahora recibirán nuestros militares sea para enfrentar al pueblo en caso de alguna eventualidad electoral a propósito de los momentos que vive el País, o para reprimir a los medios de comunicación, como ya se observa en Guerrero y en otros puntos de la Nación.
LO CURIOSO es que la solicitud del Gobierno se remitió al Senado después de la reunión del 17 de Noviembre entre López Obrador y su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden en San Francisco, de donde regreso el tabasqueño acaso con instrucciones precisas del mandamás de la Unión Americana, pues de pronto se acentuaron las detenciones de delincuentes que antaño eran intocables y, para variar, las extradiciones que demanda el vecino País del Norte. Pero lo que llama la atención, es que si el Ejército Mexicano era puesto de ejemplo como prototipo de preparación, capacitación y adiestramiento no solo para defender al País sino para combatir al crimen organizado, uno se pregunta: ¿y entonces qué tipo de capacitación necesita tan urgentemente la milicia mexicana, que 11 Rambos norteamericanos vendrán a adiestrarlos, acaso ¿para que sean más expertos en matar o en desaparecer a antagonistas o adversarios? Lo peor es que AMLO, creyéndose el líder indiscutible de América Latina y el Caribe, una y otra vez desafiaba a los primos, sin importarte más que su propia popularidad a base de confrontaciones y criticas innecesarias, hasta el punto de presentar denuncias públicas por el ingreso de armas al País, cuando de todos es conocido que el negocio de EU es la industria del armamento. Como fuera, en la Gaceta del Senado del martes 28 se publicó la solicitud de autorización para que se permita el ingreso del personal militar del Ejército de los Estados Unidos el año próximo, quienes llegarán en un imponente avión Hércules C-130 que aterrizará en el AIFA.
EN MEXICO se viven tensiones que se agravan debido a que el próximo año habrá elecciones presidenciales tanto en México como en Estados Unidos, algo que no ocurría desde 2012, y mientras la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez grita a los cuatro vientos que van ganando terreno al miedo por inseguridad, y ahora se tienen menos personas que consideran inseguro vivir en su ciudad, lo cierto es que la funcionaria solo busca quedar bien con el Presidente prestándose a un juego perverso, ya que la violencia sigue latente contaminándolo todo, incluso a las familias, a los jóvenes, a los políticos que ordenan secuestrar y agredir a periodistas lo mismo que los grupos delincuenciales. México se está convirtiendo en un País sin ley, donde comienza a imponerse la razón de los más fuertes a partir de las armas que portan o de grupos de los que forman parte, llámense pandillas de junior o de barriada, pero se está viviendo un tiempo nunca visto por tanta polución en materia de delincuencia, a tal grado que los organismos empresariales han pedido a los candidatos a la Presidencia, a las gubernaturas, senadurías o diputaciones Federales y locales no hacer apología de la violencia para no ahuyentar las escasas inversiones.
APENAS EL martes 28, cuatro periodistas sufrieron un ataque armado en Chilpancingo, Guerrero cuando regresaban de cubrir un hecho violento. La agresión, según consigna Artículo 19, fue contra Óscar Guerrero, fotoperiodista de Primer Plano; Víctor Mateo, reportero de Ahora Guerrero; Jesús de la Cruz, reportero de El Jaguar; y de otro comunicador de quien se reservó su identidad por cuestiones de seguridad. El ataque tuvo lugar mientras cubrían el asesinato de un conductor de transporte público, deteniéndose cerca del Sexto Batallón para redactar sus notas. Ahí, fueron interceptados por individuos en moto y un vehículo, quienes abrieron fuego contra ellos, siendo lesionados a balazos los cuatro.
Y ESO ocurre días después de que tres periodistas y dos de sus familiares fueron secuestrados entre el 19 y 22 de Noviembre en Taxco de Alarcón al norte de Guerrero. Los plagiados son Marco Antonio Toledo Jaimes, director del Semanario Espectador de Taxco, y los líderes del medio digital RedSiete, Silvia Nayssa Arce Avilés y Alberto Sánchez Juárez. El primero en desaparecer fue Toledo Jaimes, quien además de dirigir el Semanario también era corresponsal de Informe 24 de Chilpancingo y del canal de noticias N3 Guerrero de Acapulco. Su domicilio fue invadido por un comando armado que además de secuestrarlo a él, tomó también a su esposa Guadalupe Denova y a su hijo Alberto, de 28 años. Ellos no ejercían el periodismo, pues su esposa es maestra de una escuela y su hijo trabaja en el sector salud. La casa fue saqueada, llevándose dispositivos electrónicos y de comunicación. En un suceso separado, Nayssa Arce y su esposo Sánchez Juárez fueron secuestrados en las inmediaciones de su lugar de trabajo, un medio reconocido por cubrir noticias locales. Sin embargo, recientemente realizaron coberturas de los procesos de reconstrucción en el Puerto Acapulco. Cabe mencionar que Silvia fue directora de Comunicación Social durante los dos últimos gobiernos de Taxco, con el priísta Omar Jalil Flores y con el panista Marcos Efrén Parra Gómez. Además, por amenazas que recibió por parte de la delincuencia cerró su portal de noticias “La Pulga Biónica”. También en Apatzingán, Michoacán el reportero Maynor Ramón R. A, sufrió un ataque. El corresponsal de la sección policiaca del diario ABC de Michoacán recibió varios impactos de bala en ese que fue su segundo atentado. En fin, uno se pregunta ¿y a que vienen los militares gringos a capacitar a los mexicanos? ¿será que AMLO ya entendió que no puede con la violencia, y menos tras convertir en albañiles a los militares? A ver que pasa, pero pronto podría haber noticias. OPINA carjesus30@hotmail.com
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