COMO UN insulto a la pobreza en que se debate el 51.7 por ciento de la población veracruzana, es decir, 4 millones 244 mil personas, de las cuales el 13.1 por ciento vive en pobreza extrema, la señora candidata de MoReNa y sus paleros, Rocío Nahle García se mandó construir una soberbia mansión en la zona más exclusiva del fraccionamiento El Dorado, la más opulenta de la Entidad donde la mayoría de residentes cuenta con yate a la puerta, lo que habla de su incalculable fortuna, pues su casita, que no es de Infonavit, según los que saben, debe andar entre los 30 y 40 millones de pesos, sin considerar el mobiliario. Veracruz, mientras tanto, es el cuarto lugar a nivel nacional con el mayor porcentaje de su población viviendo en esas condiciones, de acuerdo con el Informe sobre la Medición de Pobreza 2022 publicado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, ese año el Coneval estimó que la población en Veracruz que sufre al menos tres carencias sociales ascendió a 3 millones 210 mil personas, un incremento del 2.3 por ciento en comparación con las cifras de 2020. De acuerdo con los indicadores de carencias sociales utilizados para medir la pobreza, el principal déficit entre la población veracruzana es el acceso a los servicios de salud. Y es que los resultados revelan que durante 2020, un total de 2 millones 508 mil personas carecían de acceso a esos servicios pero, posteriormente, en 2022, esa cifra aumentó a 4 millones 038 mil personas, representando un incremento del 18.2 por ciento, pero la señora no está entre ese grupo, como lo deja entrever con su residencia construida recientemente en el fraccionamiento “El Dorado” en el municipio de Alvarado. En fin, como bien dice Arturo Castagné Couturier, descubridor de la mansión, “Dos Bocas” aún no refina, pero ya dejó las primeras utilidades”. Vaya altanería innecesaria que lastima a los que menos tienen…
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EN MAYO de 2023, el empresario Carlos Slim –uno de los hombres más ricos del mundo-, dejó en claro su desacuerdo con la iniciativa para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas en México, la que podría ser votada el próximo martes pese a la oposición del sector industrial y empresarial. Las razones que esgrimía el magnate mexicano era la siguiente: “Yo creo que es mejor que las personas trabajen 48 horas y ganen más, a que trabajen 40 horas y ganen menos. Eso es muy importante para la población: tener mejor ingreso para el mayor poder adquisitivo”, y acaso le faltó agregarle: el que trabajen más los mexicanos evitaría un incremento en el consumo de alcohol, pues son infinidad de connacionales los que ocupan la mitad del sábado y parte del domingo en el ocio y consumo de bebidas embriagantes, mientras sus familias son involucradas o utilizadas en la preparación de botanas y otros consumos para los cuates, en tanto los niños observan como sus padres dan rienda suelta a su adicción al alcohol. La versión de ese tiempo de Slim contrastaba con lo que expreso meses antes en Avilés, España, relacionado también con discusiones sobre la jornada semanal laboral en esa nación. “Lo he dicho varias veces, es que debe de trabajarse tres días, doce horas diarias, tres días para dar cabida a otras tres personas que trabajen los otros tres días y jubilarse a los setenta y cinco años, no a los sesenta y cinco ni a los sesenta”. O sea, en España promueve jornadas de 36 horas y en México de 48, pero ¿cuál sería la justificación ante lo que parece ser una incongruencia de su parte? De acuerdo al director de Proyectos Especiales del periódico El Financiero, Jonathan Ruiz Torre, las declaraciones encontradas de Slim se debe a que ambos países se diferencian en la oferta de empleo y en los salarios que reciben las y los trabajadores. Y es que los españoles batallan con la falta de ocupación. Una de cada 10 personas no consigue una plaza; en México abundan y el problema actual es encontrar, digamos, suficientes meseros para tanto restaurante. Aquí, apenas tres de cada 100 carecen de empleo”, es por eso que en España resulta útil repartir el empleo entre más gente porque no hay suficiente para todos. En cuanto al pago mínimo, en España está ligeramente por arriba de mil euros por mes, o el equivalente a unos 20 mil pesos. En México se colocará en casi 7 mil 500 pesos mensuales este año, luego de un incremento anual de 20 por ciento. Por lo bajos que están, sí, aquí conviene trabajar tantos días como sea posible, so pena de caer en mayor pobreza.
AHORA BIEN, la reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales está a la deriva desde el 2022 cuando fue presentada en octubre de 2022 por la diputada de Morena, Susana Prieto Terrazas; el documento no había sido turnado para votación en el pleno, porque los empresarios están cerrando filas contra la medida: el magnate Carlos Slim —el hombre más rico de México— y la mayoría de los dirigentes de las cúpulas empresariales, mientras que en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha llamado, una y otra vez, a extender el plazo para su discusión con el objetivo de que sean escuchadas todas las voces. AMLO ha dicho que no es necesario resolver el tema a la ligera, abogando, una y otra vez, porque siga su discusión en este 2024. Con un estilo mesurado, el presidente ha exhortado a buscar el consenso y la conciliación entre los legisladores y los trabajadores con la iniciativa privada. Dice que todo lo que es a favor del trabajador se tiene que considerar como un acto de justicia, pero también es importante tomar en cuenta los factores del proceso productivo, y aunque no se refirió a los salarios, el sector privado sostiene que si un trabajador labora solo 40 horas a la semana, se le pagará en consecuencia ese monto y no lo correspondiente a 48 horas, lo que reduciría los ingresos laborales.
SEGÚN CIFRAS de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países donde las personas dedican más tiempo de sus vidas a sus empleos: 2.226 horas trabajadas al año, una cifra superior respecto a Costa Rica, Chile, Israel o Rusia, aunque ello no significa que haya más productividad. La última vez que se realizó una modificación a la jornada laboral en México fue en 1917, hace más de un siglo, pero el martes se disipará la interrogante si a este compás de espera habrá que sumarle otro año más.
APENAS EL miércoles 13 de este mes, el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó su preferencia por posponer la revisión de las reformas laborales hasta después del actual período electoral, argumentando que las propuestas actuales podrían estar políticamente motivadas. Esa postura surge en un contexto donde se están discutiendo significativas iniciativas laborales en el Senado de la República, tales como el incremento al doble del aguinaldo para trabajadores del sector privado, la extensión de la licencia de paternidad a 20 días y la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. AMLO alude a la necesidad de una evaluación pública post-electoral para estas reformas. La declaración se enmarca en un período de intensa actividad legislativa, donde diversas propuestas buscan transformar el panorama laboral en México. Sin embargo, el presidente sugiere una pausa, planteando que el momento actual no es el más oportuno para implementar cambios de esta magnitud. Como sea, el martes se conocerá que postura asumen los legisladores, si esta vez se van por la libre o acatan la sugerencia de AMLO que parece ser lo más adecuado, ya que, de lo contrario, muchas empresas e industrias se verían forzados a reducir su planta laboral para poder pagar 48 horas de solo 40 trabajadas a la semana, y eso sería fatídico para un País donde las fuentes de empleo siguen siendo escasas. A ver qué pasa en martes. OPINA carjesus30@hotmail.com
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