LOS REITERADOS embustes del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez de que, ahora sí, extinguiría a la Fuerza Civil –un grupo represor concebido en el Gobierno de Javier Duarte-, tras los asesinatos cometidos contra dos campesinos el pasado 20 de Junio en Totalco, municipio de Perote, y de que los elementos de esa agrupación se sumarían a la Policía Estatal (lo que en nada remedia la brutalidad de esos gendarmes), a punto estuvo de provocar una desgracia en los primeros minutos del miércoles en Xalapa, cuando uno de los tantos retenes que coloca Seguridad Pública en el fraccionamiento Animas (para extorsionar a jóvenes, parejas o adultos, a quienes exigen dinero en efectivo e, incluso, relojes y otras alhajas si no se ponen a mano por los motivos que fueren, incluso, por conducir sin aliento alcohólico), persiguió a un grupo de muchachos que viajaban en una camioneta de lujo, y al no detenerse comenzaron a dispararles cuando arribaban al residencial El Lago, lesionando de bala a dos de cuatro muchachos, todos estudiantes de la Ibero campus Puebla, quienes se encontraban de vacaciones en la capital del Estado. Uno de ellos, según ha trascendido, es hijo de un Magistrado del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, por lo que, seguramente Cuitláhuac y su despiadada y abusiva policía tendrá consecuencias, aunque lo más seguro es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador lo defienda y justifique la agresión a balazos contra los jóvenes que no traían armas, ni droga, como acostumbraban endilgarles, y tampoco tenían aliento alcohólico. El temor de ellos era que pudieran ser víctimas de un secuestro como ha ocurrido en muchas partes del País y del Estado, utilizando patrullas y uniformes oficiales de la corporación que debería velar por la seguridad de los gobernados, y no dedicarse a la extorsión, porque testimonios de ello hay muchos, y nos tocó atender el caso de un joven radicado en la ciudad de México –hijo de un ex diputado y ex dirigente perredista- cuyo único delito fue salir a la medianoche por tortas para cenar con su novia, y al ser detenido en uno de los retenes le exigieron dinero, y como no quiso darles y al intentar realizar una llamada, lo golpearon y mandaron traer una grúa para que le quitaran el auto, en tanto el muchacho fue remitido a San José donde finalmente fue liberado, no así el vehículo por el que debía pagar 8 mil pesos para dejarlo libre.
PERO EL gobernador ahora dice que los muchachos en su huida, arrollaron a dos motos patrullas de la policía, y que eso provocó la persecución desde Las Animas hasta el residencial El Lago, pese a que los jóvenes, cuando inicialmente fueron increpados, se identificaron como estudiantes de la Ibero. Los universitarios se dirigieron a ese lugar porque uno de ellos vive en ese sitio, logrando ingresar a un domicilio donde se refugiaron, en tanto los policías que no dejaron de dispararles intentaron entrar por la fuerza, quedando la camioneta afuera pero, curiosamente, fue movida del sitio por los propios uniformados viciando la escena del crimen, por lo que policías ministeriales exigieron fuera devuelva al lugar de donde, arbitrariamente, la arrancaron para llevársela. Los muchachos presentan lesiones de bala en brazos, pierna y uno en la mejilla, y Cuitláhuac justifica el actuar de sus feroces elementos de seguridad aduciendo que estaban en un operativo en contra de una célula delictiva en la zona de Las Trancas, y que acaso se confundieron, lo que resulta inverosímil, por lo que ahora la Dirección de Asuntos internos de la SSP investiga a los elementos que dispararon a los universitarios de la Ibero, aunque lo más probable es que los reasignen a otra jurisdicción para que sigan haciendo de las suyas.
AUN SE recuerda cuando el pasado 24 de Junio, el Gobernador Cuitláhuac García anunció que extinguiría a la Fuerza Civil, una corporación de élite de la Secretaria de Seguridad Pública destinada a “trabajados especiales”, luego de la brutal represión de una manifestación de agricultores en Totalco que acabó con la muerte de dos campesinos. La desaparición de esa corporación se enmarcaba en un momento de máxima tensión entre los grupos de defensa del agua de la región de Perote y la Administración estatal, que ha cambiado su posición pública en los últimos días. El conflicto alcanza a la Secretaría de Medio Ambiente federal, que no acudió a una cita con los pobladores, alentando mayores presiones. Y es que el 20 de junio, el Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres Oriental inició una nueva protesta en la carretera federal que une Veracruz y Puebla. Los agricultores tenían un mensaje claro: que las granjas Carroll dejaran de acaparar el agua. Como antes habían protestado contra empresas como Audi o Driscoll, ese jueves el objetivo era aquella compañía porcina que tiene 18 granjas entre Veracruz y Puebla, no solo contaminando el agua sino acaparándola. Los campesinos afirman que las concesiones de la Comisión Nacional de Agua benefician a la empresa, mientras ellos no cuentan con líquido para regar sus campos. Además de la sobreexplotación de los pozos, los pobladores denuncian el desecho de aguas negras contaminadas con residuos biológicos y químicos por parte de la empresa.
SE ANUNCIO también que Granjas Carroll sería clausurada y Fuerza Civil desaparecida, pero no sucedió ni una cosa ni la otra, pese a que Perote y sus alrededores se encuentran en sequía extrema, según los datos del Gobierno Federal. La falta de lluvias, unido al aumento constante de las temperaturas, ha acabado con las cosechas de los agricultores, que ven en contraste la situación privilegiada de acceso al agua por parte de las grandes empresas. Con ese lema, los campesinos cortaron la carretera, y Cuitláhuac García Jiménez envió a su policía de “élite” a desalojarlos, y durante los hechos fueron accionadas armas de fuego causando la muerte a Jorge y Alberto Cortina Vázquez, de 37 y 27 años, dos hermanos campesinos cuyos cuerpos recibieron varios impactos mortales.
PERO GARCIA Jiménez, que gusta imitar burdamente al Presidente López Obrador, emitió un comunicado en el justifica los homicidios, argumentando que, dicho grupo había privado de la libertad a dos elementos de la policía con la amenaza de lincharlos. Y todavía se atrevió a señalar que había un detenido por parte de los agresores que sería puesto a disposición. No conforme con lo anterior, exhortó a la población a no secundar las acciones de quienes los azuzan a seguir atentando contra los derechos de otras personas y mucho menos a agredir a los elementos de seguridad o la ciudadanía, pero ante la presión, el Presidente tuvo que entrarle al quite reconociendo que, en efecto, si hubo violación a los derechos humanos y violencia innecesaria, lo que motivó que cuatro policías fueran detenidos y vinculados a proceso.
Y LO del miércoles en Xalapa es otra muestra de que Cuitláhuac miente una y otra vez, lo que pudo provocar una gran tragedia, y todo por prometer lo que no puede cumplir, pues las cosas siguen igual mientras los integrantes de Fuerza Civil, muchos ahora policía Estatales, siguen haciendo de las suyas. Y uno se pregunta: ¿un personaje como García Jiménez realmente debe ser premiado con un cargo en el Gobierno Federal, cuando su misión fue la persecución y represión de quienes no piensan como él?. Usted juzgue. OPINA carjesus30@hotmail.com
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