¿A QUE vino el Presidente Andrés Manuel López Obrador sin previa agenda a Xalapa, sin que el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez se enterara sino de último momento, solo para sostener un encuentro privado con el mandatario nacional en la que participaron el Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco y el director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, operador de AMLO en muchos quehaceres más allá de salud? Y es que resulta extraña la visita del tabasqueño al Centro Estatal de Cancerología, en Xalapa, en un día álgido en materia de inseguridad para Veracruz, luego de que en Tuxpan, en pleno arranque de campañas electorales fueron dejados cuatro cuerpos desmembrados junto a las letras que identifican al municipio, como si la delincuencia deseara enviar un mensaje al Estado de que se hará presente en las elecciones, en tanto el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, en un acto por demás irresponsable, sigue echando la culpa al pasado de todos los males que le competen deuda resolver pero que por indolencia no lo hace, incluso, a los medios de comunicación por magnificar los hechos, cuando la violencia y criminalidad sigue siendo el principal pasivo tanto del Gobierno Federal como del Estatal, e incluso, de los municipales. Y es que además de los cuatro descuartizados, en el Cerro de Nanchital, en el sur del Estado fue acribillado por varios sujetos armados, Roberto "Tito" Vences, de 40 años. Lo curioso es que Vences estuvo recluido en un penal regional de Coatzacoalcos por presuntamente estar relacionado en la muerte de tres personas en el Bar La Cueva de la congregación Cerro de Nanchital, y por razones que se desconocen ya andaba en libertad. Otro hecho que llama la atención, es que entre los cuatro cadáveres encontrados en Tuxpan fue localizado en el de una mujer identificada como María de los Ángeles Ponce Razo, y en redes sociales se ha iniciado una campaña en la que acusan que la Policía Estatal de Poza Rica estaría operando con la delincuencia, ya que la fémina había sido detenida previamente y se encontraba en el hospital regional convaleciente de una golpiza que le propinaron, pero fue sacada y entregada a la delincuencia por el coordinador de la Policía Estatal de zona norte. Ese mismo día, poco después del hallazgo de los cuerpos, se inició una persecución en la que elementos de Marina fueron rafagueados en el boulevard Independencia, por lo que un sospechoso resultó abatido al disparar los elementos de seguridad contra un automóvil tipo Seat Ibiza, de color blanco, dónde viajaba un joven de nombre Cristian “N”, de 35 años, quien falleció a consecuencia de los disparos, y que, de acuerdo a la policía, era el principal sospechoso de la masacre tuxpeña. Para variar, otro sospechoso de la masacre de 14 personas encontradas en congeladores en Poza Rica, un sujeto identificado como El Guacho, perdió la vida en el hospital tras ser baleado en un enfrentamiento. En fin, fue un día de mucha violencia, la mayoría baleados como dos jóvenes en Fortín cuando circulaban en una motoneta.
PERO AMLO no vino a eso, tampoco a supervisar el hospital de cancerología, donde un día sí y el otro también, faltan medicamentos para niños –y adultos- con cáncer; tampoco acudió a indagar las triquiñuelas y corruptelas cometidas por el ex Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, hoy candidato a diputado Federal por obra y gracia de su protectora, Rocío Nahle –aunque para ella tuvieran que bajar a Tania Cruz como candidata a la reelección por Coatzacoalcos-. No, el Presidente, según ha trascendido, está preocupado porque Rocío Nahle no crece por más que se paguen encuestas a modo, mientras que José Francisco Yunes Zorrilla mantiene un ritmo ascendente, no solo por su origen veracruzano sino por la propuesta y seriedad que le caracterizan. Veracruz se encuentra en foco rojo para MoReNa y López Obrador lo sabe, ya que de perder el Estado podría fluir mucha pus a la que no es ajeno el mandamás, esto debido a los subejercicios a que ha obligado al Gobierno de Veracruz –como lo hace con muchos otros- para financiar sus inútiles obras faraónicas como el aeropuerto Felipe Ángeles cuyas instalaciones, a falta de pasajeros, son usadas como escenario para desfiles de moda, escaparate para exposiciones u otros oficios ajenos a la terminal aérea, o el Tren Maya que va de fracaso en fracaso, o la refinería Olmeca conocida como Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, de la que se ha dicho en múltiples ocasiones que, ahora sí producirá gasolina, pero sigue sin engendrar, como dice Xóchitl Gálvez, maldita sea la cosa.
Y ES que sabe López Obrador que, si pierden Veracruz, su pupilo consentido terminaría en prisión, aunque ganara la Presidencia Claudia Sheinbaum, ya que hay muchas cosas que debe explicar en materia de educación, salud, obra pública e inseguridad debido a la intervención de grupos delincuenciales, y los malos manejos de su primo hermano, Eleazar Guerrero López desde la subsecretaria de planeación y finanzas y toda su parentela. Y es que la propia Nahle trae en la mira al pariente cómodo, a quien se atribuye la difusión de los videos donde el esposo de Rocío Nahle se le vio actuando como una especie de futuro co gobernador, o lo que es lo mismo, el poder tras el trono, lo que molestó mucho a la oriunda de zacatecas, y así se lo hizo saber a Cuitláhuac García que, contrario a lo que se esperaría, lo sigue protegiendo, sabedor de que es poseedor de información comprometedora que podría acelerar los tiempos del ajuste de cuentas.
TODO LO anterior no lo ignora el Presidente López Obrador que decidió visitar Xalapa la tarde del sábado para reunirse con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez de manera privada, encuentro en el que, también, participaron el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, un reconocido operador de AMLO, y tal vez todo había pasado desapercibido a no ser porque las calles aledañas al Centro Estatal de Cancerología (Cecan), desde Soconusco, Aguascalientes y Saltillo fueron cerradas por elementos de Tránsito del Estado, mientras que en las inmediaciones había carros artillados y camionetas del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional (GN), evento al que acudieron el secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco como responsable de Eleazar.
EL ASUNTO fue tan sorpresivo que el Gobernador, al terminar la reunión tuvo que atravesar caminando hacia el estacionamiento que se encuentra sobre la calle Aguascalientes, frente a las oficinas centrales de la Secretaría de Salud (SS), mientras que Zoé Robledo y otros servidores públicos salieron en camionetas blancas, en tanto el convoy del Presidente iba resguardado por vehículos del Ejército Mexicano. Esta vez no hubo aventón para el ineficaz mandatario a quien el estado se le está cayendo a pedazos, por lo que, de esa manera, AMLO le demostró su malestar, como en su tiempo lo hizo Enrique Peña Nieto a Javier Duarte de Ochoa. Así de simple…OPINA carjesus30@hotmail.com
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