ESOS SUJETOS de la llamada Cuarta Transformación no tienen misericordia de nada ni de nadie. Lo demostró el Presidente Andrés Manuel López Obrador cuando hasta en cinco ocasiones ignoró a periodistas que le preguntaron en torno a cinco jóvenes desaparecidos en Jalisco -que suponen las autoridades, ya fueron ejecutados por integrantes de la delincuencia-, y el mandatario lejos de responder, siguió riendo socarronamente como burlándose de la desgracia ajena, y todavía contó un chiste de muy mal gusto (como si se tratara de cómico conocido como El Costeño), aduciendo sordera, lo que repitió su alumno más aventajado en mímica disfuncional Cuitláhuac García Jiménez, a quien los verdaderos reporteros –y no los que “maicea” como AMLO-, le cuestionaron respeto a la masacre de Poza Rica donde han sido encontrados, hasta el momento, 17 cuerpos destazados y refrigerados en dos casas de seguridad, además de dos ejecutados el jueves en la misma zona junto a una lona blanca con mensaje amenazante de un presunto grupo delictivo, a un costado de la carretera Poza Rica-Cazones, a la altura de la comunidad La Victoria. Los hechos de Jalisco nos hacen recordar aquel 11 de Enero del 2016, en tiempos del nefasto ex gobernante Javier Duarte de Ochoa, cuando cinco jóvenes de Playa Vicente regresaban de pasar un fin de semana en el puerto de Veracruz, cuando fueron detenidos sin causa justificada en el municipio de Tierra Blanca por la policía Estatal, quienes los entregaron a presuntos integrantes de un cartel que asolaba la zona que los torturaron y asesinaron, en tanto sus cuerpos fueron incinerados y luego arrojados a un río cercano, según las investigaciones posteriores del gobierno federal que tomó el caso después de desacreditar el trabajo de la fiscalía de Veracruz. Por aquellos hechos fueron detenidos tres personas, dos de estas asesinadas años después tras recobrar la libertad, uno de ellos cuando cantaba en un salón de baile acompañado de un grupo musical y el otro, su hijo, acribillado cuando conducía su camioneta a orillas de la carretera de Tierra Blanca, lo que pone en evidencia aquella sentencia bíblica de que: a quien hierro mata, a hierro muere.
PERO VOLVIENDO al tema y a la similitud de los morenos alejados de toda conmiseración con tal de agradar a su jefe máximo (el nuevo Plutarco Elías Calles tabasqueño y su Maximato), basta reflexionar las barrabasadas que vino a vomitar el jueves al puerto de Veracruz el secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués, quien pese a los 17 cuerpos destazados y congelados encontrados en Poza Rica, y otros dos más ejecutados este jueves, además de mantas amenazantes colocadas por grupos fuera de la ley, felicitó al gobernador, Cuitláhuac García Jiménez por el combate frontal contra los grupos delincuenciales, por dar mayor seguridad a Veracruz y con ello fortalecer el turismo en la Entidad, lo que equivale a una burla a las víctimas y familiares de estas, aunque lo envió el Presidente López Obrador precisamente a ensalzar mansamente a Cuitláhuac, y cumplió la vergonzosa encomienda, reiterando sus parabienes “por ese valor histórico contra los carteles de los hombres del hampa que han pretendido frenar el avance del Presidente de la República”.
DICEN POR allí que no se puede ser más arrastrado cuando hay insuficiente paga, pero Torruco, un sujeto anodino que ni siquiera ha logrado recuperar para México los tiempos pre pandemia en materia de turismo, quiere llevar a su hijo a otros escenarios y por ello insistió: “Mis respetos y admiración para el señor Gobernador por las acciones que ha tomado con firmeza y sobre todo con mucho valor para bien del Veracruz que anhelamos para todas las futuras generaciones (¿?)”, algo que le valió burlas y memes en redes sociales por equiparse al caracol, ese animal conocido por arrastrado y baboso. Y es que Torruco ni siquiera se dio por enterado que en los momentos en que echaba flores al mandatario Estatal, en el Norte del Estado era localizado un nuevo cuerpo desmembrado en Papantla, a un costado de la carretera Poza Rica–Cazones, junto con una lona blanca que contenía un mensaje amenazante de un presunto grupo delictivo. Los restos humanos fueron dejados a un costado del verificentro “Tajín”, y esto ocurre a pesar del reforzamiento asignado a Poza Rica, con el anuncio del arribo de 714 elementos de las secretarías de Marina, Defensa Nacional y Seguridad Pública. En la región también se dio a conocer la presencia de otras narco mantas, hechos que el Gobernador García Jiménez se apresuró a desmentir calificando de falsa la versión, y en su descargo dijo que se trató de un homicidio, mismo que la Fiscalía General del Estado ya investiga. Además, sobre las supuestas narcomantas, fue tajante al responder que no dialoga con delincuentes que así se lo exigen. Para acabarla de derramar, el mandatario negó y renegó Poza Rica sea foco rojo por inseguridad, y uno se pregunta: y entonces, ¿cómo se le puede calificar a tanta y semejante violencia, cuando hasta la casa del ex delegado de la SSP fue víctima de granadazos?
LO PEOR es que a Cuitláhuac ya nadie le cree lo de los conservadores a quienes culpa de su ineficiencia, y de la herencia maldita que dejaron, pues ha tenido cinco años para enderezar el barco, y si no lo ha hecho ha sido por incapacidad o indolencia, porque la violencia, lejos de apaciguar, sigue de peor forma. El colmo ha sido su visita a la ciudad de México donde reprochó a los medios de comunicación por publicar información sobre el hallazgo de al menos 17 cuerpos en dos casas de seguridad de Poza Rica, y no atender sus quejas sobre los reveses que el Poder Judicial de la Federación ha dado a la Fiscalía de Justicia del Estado, como si la prensa estuviera a su servicio o fuera parte de su Gobierno, en pocas palabras, la 4T cuyos integrantes presumen camionetas último modelo, residencias, ranchos y otros bienes, todo lo quienes gratis y a modo, como si rendirles pleitesía fuera obligación de los medios de comunicación cuyo compromiso es con la sociedad.
DIJO CUITLAHUAC García –tras acudir a la capital del País para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador-, que los medios de comunicación han publicado información sobre el hallazgo de al menos 13 cuerpos (van o iban 17 hasta la noche del miércoles) en dos casas de Poza Rica, pero no han atendido a sus quejas sobre los reveses que el Poder Judicial de la Federación ha dado a la Fiscalía de Justicia del estado, y junto con la inefable Lisbeth Aurelia Jiménez, presidenta del tribunal de Justicia de Veracruz acusó a los jueces federales de liberar sin análisis a acusados por delitos como pederastia, secuestro, homicidio y violación. Según García, hay más de 30 casos de detenidos que han quedado en libertad por recibir amparos en los que se ordena liberarlos, pero no precisó si las decisiones se deben a fallas de la fiscalía. Caso concreto fue el de la jueza Angélica Sánchez, encarcelada por órdenes de la fiscal Verónica Hernández en acatamiento a una instrucción de Cuitláhuac, por obedecer la orden de un impartidor de justicia federal y liberar a un acusado de homicidio. La jueza fue capturada pese a que contaba con una suspensión que la protegía de cualquier aprehensión y quedó en libertad porque recibió la protección federal. En fin, Dios los hace y ellos se juntan, pero, mientras tanto, pobre Veracruz, tan lejos del pueblo y cada vez más cerca de la tiranía. OPINA carjesus30@hotmail.com
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