NO HA hecho tácitamente nada por los veracruzanos, ya que carreteras y caminos locales se encuentran en el abandono lo mismo que escuelas, hospitales, y la ayuda para quienes buscan a sus desaparecidos nada más no aparece, pero curiosamente el Estado se encuentra mega endeudado, y en Noviembre el Gobierno Estatal deberá pagar 1 mil millones de pesos más sus respectivos intereses derivado de 3 créditos que contrató en Noviembre del año pasado por "insuficiencia de liquidez de carácter temporal". Y aunque seguramente el hijo de Atanasio García Durán le echará la culpa al pasado, en este caso a Miguel Ángel Yunes Linares e, incluso, a Javier Duarte de Ochoa, lo cierto es que los débitos corresponden a su administración, y lo curioso es que no se sabe en que se ha gastado esos recursos, aunque podría entenderse por sus viajes en camionetas con ultra blindaje, por lo menos una docena, algunas alquiladas a empresas con las que mantiene acuerdos millonarios. Porque el gobernador ya no viaja en ADO como simulaba hacerlo al principio de su administración, sino a todo lujo, con todo lo que necesita para ser feliz, precedido de medio centenar de guardaespaldas que lo cuidan como si deberás fuera una divinidad, un vicio que le costará mucho olvidar cuando deje de ser mandatario y tenga que regresar a los urbanos, taxis y transportes comunes, salvo que ya haya aprendido a conducir y se compre una de las lujosas camionetas como las que ahora ostenta.
Ya en Mayo del 2020 se aseguraba que, en promedio, eran 5 millones de pesos diarios los que ya estarían comprometidos para saldar los créditos solicitados por el Gobierno de Veracruz correspondientes a 13 préstamos, solicitados de Diciembre del 2019 a Enero del 2020, lo que sumaba un total de 37 mil 022 millones de pesos. Y es que a fines de 2019, tácitamente su primer año de gobierno completo, el gobierno del Estado solicitó 19 mil 500 millones de pesos en cuatro créditos simples, y para el mes de Enero pidió 9 créditos por un total de 17 mil 522 millones de pesos. En todos los casos con un plazo a pagar en 7 mil 305 días, esto es, vencen en febrero y abril del 2040, de acuerdo con información del Registro Público Único de Financiamientos y Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios Vigente, que está a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
YA EN 2020 la administración encabezada por García Jiménez se colocó como la de mayor deuda inscrita, con la que cargarán las próximas tres administraciones. Para saldar los créditos, el gobierno puso como garantía el Fondo General de Participaciones, que constituye el 20 por ciento de la Recaudación Federal Participable y que varios gobiernos estatales prevén que disminuya este año. Los nueve créditos se solicitaron para refinanciamiento, de los cuales tres los pidieron con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) que significan un monto de 7 mil 500 millones de pesos; tres con Santander por 6 mil millones de pesos; uno más con BBVA Bancomer por 2 mil millones de pesos; otro a Banorte por 1 mil 022 millones pesos y otro al Banco del Bajío por 1 mil millones de pesos.
EN AGOSTO del 2018, tras ser electo gobernador del Estado, García Jiménez quiso deslindarse de adeudos e indicó que la deuda pública de Veracruz ascendía a 80 mil millones de pesos, lo que calificó como un problema económico grave, cuando el presupuesto era de poco más de 100 mil millones de pesos. Los pasivos con instituciones bancarias, indica, ascendía a 38 mil millones de pesos. Junto con Veracruz, la segunda entidad que más se endeudó fue Oaxaca, ya que el gobierno encabezado entonces por Alejandro Murat solicitó 14 mil 310 millones de pesos y en tercer sitio se encentraba la administración de Michoacán a cuyo frente estuvo Silvano Aureoles Conejo, con 8 mil 558 millones de pesos. En total, durante el primer cuatrimestre del aquel año, 21 entidades pidieron 62 mil 442 millones de pesos en créditos según el Fondo General de Participaciones.
PERO CUITLAHUAC no ha cesado de endeudar al Estado, según reporta la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a través del Registro Único de Deuda Vigente. De acuerdo, con los contratos que celebró la Secretaría de Finanzas y Planeación con el Grupo Financiera Banorte y con Grupo Financiera BBVA México, de tal suerte que el 28 de noviembre, en 4 meses, habrán de liquidar los mil millones de pesos que amparan los 3 contratos de créditos a corto plazo, más los intereses correspondientes que haya generado cada uno. El primero de esos 3 créditos fue con Banorte por un monto de 200 millones de pesos con una tasa de interés efectiva de 11.41 por ciento. El segundo igualmente lo contrataron con Banorte por 500 millones de pesos, con una tasa de interés efectiva de 11.37 por ciento, y el tercer crédito fue con BBVA México por un monto de 300 millones de pesos y se hizo con una tasa de interés efectiva de 10.09 por ciento, pero curiosamente, apelando a la falta de transparencia que suele acompañarlo, algo muy común en los gobiernos de la 4T, ni el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ni el secretario de Finanzas y Planeación, José Lima Lina Franco han dado a conocer cuántos son los montos que se pagan mensualmente por concepto de deuda, tanto de abono a capital como de intereses, manejo de cuenta u otros cobros que pudieran hacer los bancos. Tampoco precisan cuál sería el monto estimado que podría heredar de deuda bancaria a la próxima administración estatal, pues se estima que a finales de este año, nuevamente contrate créditos a corto plazo, como lo ha hecho desde el primer año de su gestión.
LO QUE llama la atención es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado siempre su rechazo a que el País incremente su deuda pública, aunque nada habla de los Estados que se encuentran de débitos hasta el copete, como Veracruz, mientras que por otra parte incurren en subejercicio para devolver recursos a la Federación, y que el Dios de los “chairos” lo reparta como le venga en gana, no importa que no haya escuelas dignas o de tiempo completo; que se carezca de medicamentos para niños con cáncer o retrovirales para enfermos de CIH/Sida, que las escuelas estén derruidas o que las carreteras sean botín de la delincuencia por el mal estado que obliga disminuir la velocidad a viajeros. Lo importante es satisfacer los caprichos del Tlatoani. que al final de cuentas este gobierno acaba en poco más de un año, y que se haga bolas el que venga a sustituirlo, ya que la deuda no tiene vuelta, y está proyectada para el año 2024. Pobre Veracruz, tan cegado por unas migajas que les impide ver al pueblo bueno la inseguridad, desempleo y miseria que se abate sobre el Estado. Así las cosas…OPINA carjesus30@hotmail.com
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