EN EL sexenio que está por terminar en septiembre, los medios de comunicación enfrentaron un nuevo riesgo (además de levantones y asesinatos): las descalificaciones y hostigamiento del presidente Andrés Manuel López Obrador y ahora, todo hace suponer, persecución a través de los órganos del poder como la Unidad de Inteligencia Financiera. Durante los casi seis años, la afamada mañanera se convirtió paulatinamente en la tribuna utilizada por el mandatario para agredir a la prensa, sobre todo a la crítica, a esa que investiga y denuncia corrupción de actores políticos y de sus familias, acuñando expresiones como “Fifí”, para violentar con sorna, haciendo referencias directas a medios, a los que, lo mismo exige revelar sus fuentes o les acusa de no cuestionar a gobiernos anteriores. Es un discurso estigmatizante que da pauta a envalentonar a aquellos que quieren ir contra la prensa, séase elementos incrustados en los gobiernos Federal, Estatales o municipales. Según Ana Ruelas, directora de Artículo 19, organización defensora de la libertad de prensa, es como mandar un mensaje amenazante: "Si se pasan, ya saben lo que les pasa, pero no soy yo, es la gente". En suma, pareciera ser una tendencia que, habría que reconocerse, no solo se ejerce en México sino en otras naciones como Estados Unidos o, por ejemplo, el caso de Venezuela o Nicaragua. Una predisposición a desacreditar a los medios cuando son incómodos. Balbina Flores, directora en México de Reporteros Sin Fronteras reconoce que, sin ese nuevo ingrediente, México ya estaba entre los países más peligrosos para la prensa, con más de 100 comunicadores asesinados desde 2000, seis de ellos este año, cuyos crímenes permanecen en su mayoría impunes. “Es un ambiente de tanta impunidad, en el que cualquiera que quiera agredir a la prensa lo puede hacer a rienda suelta, (...) dijimos que esto va a empezar a generar agresiones por parte de particulares, desde seguimientos, de mecanismos de intimidación", algo que la prensa exige a Claudia Sheinbaum que termine, pero se duda, dada la complacencia de la Presidenta electa de México a los caprichos de quien será su antecesor dentro de poco más de tres meses, como la premura con la que quieren aprobar la reforma al Poder Judicial para darle todo el poder al Ejecutivo hasta convertirlo en autócrata, y a partir de ahí ejercer la venganza contra quienes criticaron al anterior gobierno, en el entendido de que AMLO será en los sucesivo: el poder tras el trono.
RELATA PENILEY Ramírez en el periódico Reforma: “Hace unos meses, una fuente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores buscó discretamente al periodista Víctor Trujillo (Brozo). Le dijo que la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda (UIF) lo estaba investigando. Trujillo no se extrañó. Ya desde el gobierno de Vicente Fox lo habían auditado, me dijo. Sus cuentas bancarias estuvieron congeladas un año, mientras duró la auditoría. Desde entonces, se preparó para cualquier investigación del gobierno a sus finanzas. En los últimos años, Trujillo, ataviado como su personaje Brozo, ha conducido dos programas en la plataforma Latinus, uno de ellos con Carlos Loret de Mola. Ambos periodistas han sido muy críticos del obradorismo y han incluido la sátira como parte de su trabajo. Y quizá lo que más dolió al Presidente y avivó su sed de venganza es que, desde diciembre, Loret presentó en Latinus una serie de reportajes que titularon "El Clan". Anunciaba que había accedido a 40 horas de grabación de conversaciones de Amílcar Olán, un amigo de José Ramón, Andrés y Gonzalo López Beltrán, los hijos mayores del Presidente, documentando cómo Olán ganó contratos millonarios con el obradorismo en medicinas, el Tren Maya y otros negocios, con empresas recién creadas. El equipo de Latinus encontró las partes más relevantes de las grabaciones y rastreó los contratos. Durante meses, Loret ha presentado los reportajes. Y los ha comentado al aire con Brozo. Varias veces, el Presidente ha respondido con enojo a las historias en su conferencia, a la vez denostando a Loret y confirmando partes clave de la información.
QUIZA POR ELLO, el pasado 5 de junio, relata la periodista, la UIF giró otros dos oficios de investigación relacionados con Latinus. Esta vez fue sobre dos empresas, registradas en junio y septiembre de 2022. Las compañías son Latinus Media Radio y Latinus Media MX Hub, “de las que, hasta donde encontré, nunca se había publicado. En los registros ante la Secretaría de Economía, dice que en ambas el socio con el 99 por ciento de las acciones es el empresario Christian González Guadarrama, quien también es el socio más visible de Latinus. Abordado al respecto, Víctor Trujillo dice: "que me esculquen, no me inquieta. Los gobiernos anteriores también hicieron lo propio, y por las mismas razones. Se incomodaban los de antes, igual que los de hoy. Por lo pronto, Carlos Loret ha tomado vacaciones en su noticiero Latinus, y anuncia que volverá al programa en agosto. Se sabe que hay una nueva investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera sobre él y su esposa, y en ese tenor sostiene: “en el fondo, es López Obrador. Mientras el clan de los hijos de AMLO opera a sus anchas, a los que exhibimos su corrupción y su tráfico de influencias nos toca expediente de la UIF” y agrega: “cada que revelamos un escándalo grande, la venganza es inmediata y muchas veces pública. El Presidente no ejerce su derecho de réplica porque no desmiente nada de los reportajes. Ejerce una especie de derecho de calumnia, derecho de venganza”. El 8 de febrero, la UIF envió oficios a todas las casas de bolsa, de cambio, bancos y sociedades financieras. Solicitaban información sobre Loret, su esposa, Berenice Yaber, y Víctor Trujillo, y de acuerdo a documentos de la UIF, los tres aparecen en calidad de “investigados”.
LO GRAVE es que lo anterior comienza a vivirse en los ámbitos Estatales. El sábado 22 de este mes, el periodista Humberto Padgett fue retenido por la Fiscalía de la Ciudad de México luego de reclamar que una denuncia suya fue archivada desde 2022 sin que se lo hicieran saber. El organismo justificó la retención por supuestos “insultos” del comunicador, aunque horas después, ante la presión social, lo dejó en libertad. Y es que, en agosto de 2017, durante una cobertura e investigación periodística sobre narcomenudeo en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la Ciudad de México, Padgett fue agredido físicamente, le robaron identificaciones y fue amenazado por sujetos desconocidos. El periodista presentó la denuncia, pero en vez de ser debidamente atendido por las autoridades, desde un inicio la FGJ minimizó los hechos y calificó los crímenes solo como robo y agresiones. Tiempo después, las mismas autoridades filtraron a sus agresores información delicada y personal sobre el análisis de riesgo del periodista y su familia, que incluyó direcciones, detalles del plan de protección otorgado en su momento por el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras y Periodistas, así como adicionales datos personales, incluida una fotografía semidesnudo cuando era revisado clínicamente. El viernes un integrante de la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos informó a Humberto Padgett que su expediente se “encontraba en archivo desde 2022”, sin que el periodista hubiera sido informado de esa situación. Tras expresar su enojo, personal de la Fiscalía le informó que sería detenido “por insultos”. El periodista fue retenido en las instalaciones de la Fiscalía sin ser liberado ni movido acorde a los procedimientos de detención. En fin, ojalá Claudia Sheinbaum y los gobernadores entrantes no sigan el ejemplo de López Obrador, y gobiernen con autonomía y sin tentaciones de vendettas por el bien del País. OPINA: carjesus30@hotmail.com
|
|