El Código Rojo para la Humanidad como define el Secretario General de la ONU al Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, implica que debemos actuar de inmediato, que no puede postergarse la atención de las condiciones que acentúan nuestra tragedia planetaria.
Del 1° al 12 de noviembre del presente año, se realizará en Glasgow la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) y ahí debe quedar fehacientemente definida la voluntad de los participantes para comprometerse realmente a atender y revertir las actuales condiciones climáticas; no puede haber más retrasos o las consecuencias serán irreversibles.
El informe, entre otro datos, de los expertos muestra sin cortapisas que “el calentamiento de la superficie de la tierra es mayor que el del promedio del planeta y en el Ártico es dos veces mayor”.
La superficie con la mayor temperatura del mundo, de acuerdo al Boletín de la Sociedad Meteorológica Estadounidense, se la disputan México e Irán en el primer lugar; en los desiertos de Sonora y Lut se alcanzaron temperaturas de 80.8 grados centígrados, que significan romper el récord global del 2005 de 70.7 grados centígrados. “El cambio climático está afectando cada rincón del planeta de múltiples formas. Los cambios que experimentamos aumentarán con el incremento del calentamiento” dice el copresidente del grupo de trabajo del IPCC Panmao Zhai.
El informe establece que en el proceso de los aumentos de la temperatura global se manifestarán olas de calor con estaciones cálidas de mayor duración y las frías serán más cortas. De llegar a los 2 grados centígrados “los eventos extremos de calor serán más frecuentes y se llegará a niveles de tolerancia critica para la salud y la agricultura”.
El IPCC expone los cambios que se darán de seguir el actual rumbo:
· “Intensificación del ciclo del agua. Esto significa lluvias más intensas, inundaciones y sequias más pertinaces”.
· “Cambio en los patrones de lluvias. En las latitudes altas, la precipitación posiblemente aumentará, mientras que se proyecta decrezca en las zonas subtropicales. La precipitación de los monzones variará, siendo diferente en cada región”.
· “Las áreas verán continuar la subida del nivel del mar a lo largo del siglo XXI lo que contribuirá a mayores inundaciones en las zonas más bajas y a una mayor erosión. Los fenómenos extremos costeros que antes se producirán cada cien años, ahora se registraran cada año”.
· “Un mayor calentamiento amplificará el deshielo de la capa de permasfrost y la pérdida de la nieve de temporada, así como del derretimiento de los glaciares y la pérdida de la capa ártica durante el verano”.
· “Los cambios en el océano conducirán a un calentamiento con mayores olas de calor marinas, la continuación de la acidificación del agua, la reducción de los niveles de oxígeno. Tales cambios, que continuarán a lo largo de todo el siglo, afectarán tanto los ecosistemas marinos y la capacidad de las personas de confiar en ellos”.
· “En las ciudades, algunos aspectos del cambio climático se verán aumentados, como el aumento de calor (las zonas urbanas son de por sí ya más cálidas que sus alrededores, la frecuencia de las inundaciones por las lluvias y el aumento del nivel del mar en las urbes costeras”.
Los compromisos que se deberán de poner en práctica con la fuerza suficiente para determinar un cambio de destino, están en las manos de los gobernantes que deben actuar con mucha más responsabilidad que la hasta ahora mostrada, el informe deja claro “que el dióxido de carbono es el principal agente del cambio climático, aun cuando otros gases de efecto invernadero y contaminantes del aire también afectan al clima” , frente a ello se debe estabilizar el clima, buscar que los gases que cambian el clima disminuyan a cero y aprovechar los avances en el uso de las energías alternativas.
Nuestro país debe responsabilizarse y dejar de insistir en producir energías a partir de sistemas o formas que nos han llevado a las actuales condiciones de riesgo planetario. Un gobierno de transformación debe implicar fundamentalmente el desarrollo de políticas ambientales de gran calado, lo que tristemente no se ha promovido en estos 3 primeros años y, muy a contramano de los discursos, lo que pareciera encontrarse es el desprecio por la implementación de nuevas políticas públicas para un desarrollo sustentable real.
LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Ojalá que pronto no tengan que disculparse de una injusticia mayor, de la que increíblemente acaban de darse cuenta. |
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