Pasan los días y va quedando claro que no hay voluntad institucional para resolver el problema de la invasión de los bosques de Coatepec. Sigue creciendo el peligro de afectación de ese ecosistema y sus fábricas de agua, frente a la omisión o complicidad de instituciones que no quieren observar las dimensiones del impacto o simplemente acompañan el despropósito que dicen estar atendiendo.
Ya hemos comentado sobre la real dimensión de los costos que esta invasión produce contra el ecosistema de los bosques de la parte alta de Coatepec, pues su riqueza natural y su posición geográfica estratégica sobrepasan claramente la simple consideración territorial del municipio coatepecano. Los impactos del problema, si no se atiende y resuelve, abarcarán y afectarán a un territorio mucho más amplio, incluida la capital del estado.
Después de casi un año de reclamos de atención, por fin, recientemente, el Presidente Municipal xalapeño en una entrevista reconoce la importancia de la conservación de los bosques del Cofre de Perote, precisamente donde se encuentran los bosques coatepecanos. Y sí, la zona metropolitana de Xalapa se beneficia directamente de este entorno geográfico, por ello este alcalde, como primer representante político de este asentamiento humano, en donde también tienen sede los poderes del gobierno estatal, debería mostrar una mayor responsabilidad de gestión, principalmente por su origen académico y de defensa de los asuntos ambientales.
Es un buen momento, ahora que el presidente capitalino reconoce que es necesario defender la cuenca hídrica de donde depende no solo Xalapa sino toda la zona metropolitana y que afectar los bosques provocaría un serio riesgo de ser modificada su actual condición. Es oportuno y responsable que las autoridades municipales metropolitanas acojan el caso de la invasión en los bosques coatepecanos desde una acción intermunicipal de urgente coordinación para la defensa de una zona vital para la vida de miles de habitantes de la región.
La exigencia por una más comprometida participación de los municipios de la zona metropolitana está ligada obligadamente al reconocimiento de la débil atención que desde el ayuntamiento coatepecano se le brinda a un problema que les compete directamente. Aun cuando han declarado su reconocimiento a la
importancia ambiental de la zona, se requiere mucho más que eso, ya que la invasión también considera las propiedades municipales que son los predios adquiridos para la conservación desde muchos años atrás.
Es una irresponsabilidad dejar que pase más tiempo para la solución del problema, pues significa brindar oportunidad a quienes están invadiendo y afectando la zona.
El compromiso central de las representaciones municipales metropolitanas, comenzando por la de Coatepec, debe ser dejar en claro y defender las regulaciones y normativas que sobre esta zona son aplicables, lo que significa que bajo ninguna circunstancia se pueden autorizar asentamientos humanos o actividades que modifiquen al actual uso del suelo. Y que por el contrario, se deben fortalecer las políticas públicas regionales para la conservación de los bosques que ahora existen e impulsar la ampliación de los mismos, en ello mucho de nuestro futuro estaría cimentado.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Atrás de la excusa de inutilidad y corrupción de los 109 fideicomisos desaparecidos se alza la sombra de la opaca licuadora presupuestal. |
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