Cada día se ofrecen más y mayores evidencias de su negación para asumir responsabilidades directas frente a los hechos o acciones que han ocurrido en la gestión que encabeza; es clara su reducida empatía con los agraviados o demandantes de distintos temas, que obligan a muestras de entendimiento o cercanía, posiblemente mínimas pero oportunas. Es duro observar que si no le es provechoso, si no le agrada el entorno o las personas, la salida será el menosprecio, la burla, el ataque, o en el mejor de los casos, el silencio, el zigzagueo o la indiferencia.
Pasados los 4 años de gobierno, el discurso continua en la evasión de lo que no sean sus temas, distrayendo con el sello de la casa, con su señalamiento “al ladrón” o con “no somos iguales” aunque hagan lo mismo o más. No obstante, amplios sectores continúan respaldando la figura, otorgando un apoyo mayoritariamente ciego u obediente, otras veces anhelante de que cumpla sus promesas. Frente a los descalabros nada pasa, pues aun desnudo, es alabado su ropaje que tan solo pueden ver aquellos que son buenos.
La capacidad refractaria del líder sobrevive, dicen las encuestas, potente y duradera aseguran sus seguidores, aún en medio de los desastres; inamovible ante atropellos, negligencias, incapacidades y abundante corrupción de subordinados. Nada mal hecho le significa costos porque su palabra absuelve, protege y se hace cómplice. Porque en su evangelio, nada se hace mal, pues se realiza por hombres y mujeres bondadosos que, en ocasiones sufren la intromisión y se aprovechan de ellos, la mayor muestra es SEGALMEX, del que dice que son solo circunstancias generadas por intrusos que no son sustantivas para la transformación.
La secuencia de eventos y hechos desastrosos es larga pero siguen siendo atribuidos a los tiempos idos y, mejor aún para el discurso, tienen origen y se sabe que quienes están detrás son aquellos que no comprenden, que refieren lo malo porque buscan lastimar su proyecto. Son los malos quienes señalan los errores, quienes no asumen que ahora y por mil años la verdad ha llegado.
En otros casos de contubernios, omisiones y opacidad criminal como es lo sucedido en Ciudad Juárez, la respuesta es grotesca, infame, patética. Junto con la tragedia, la revictimización de los fallecidos y heridos, pues en su versión, al final ellos son los responsables y culpables, luego entonces las risas y el show deben continuar.
Para animar este episodio de omisiones y simulaciones es bienvenido Solalinde, el emergente garante del humanismo pseudo religioso que cumple su cometido defendiendo lo indefendible, que muestra la sumisión y que anuncia consternado que el INM desaparecerá porque no le llegó el espíritu de la 4T, pero Garduño y sus manejos, los Secretarios de Gobernación y de Relaciones Exteriores son intocables, ellos que no se preocupen, que sigan el espectáculo de la precampaña.
Su puesta en escena sigue adelante, no se desvía, no hace pausas, no se ajusta ni concede, por más muertos, robos, pérdidas o destrucciones que sucedan. Solo hay un guión a pesar de quienes difieran o se opongan y “hagan lo que hagan” su historia, dicen, continuará,.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Solo en el mes de marzo, desaparecieron 17 mujeres en el Estado de Veracruz según datos oficiales. Tragedia e impunidad.
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