Por: Bernardo Bellizzia Guzmán.
Muchos sabíamos lo que podía pasar si ganaba Cuitláhuac García Jiménez la gubernatura de Veracruz, sería un desastre. Pero nunca nos imaginamos que tan grave y destructivo podría ser el sexenio a estas alturas. Con la violencia imparable, los crímenes desbordados, masacres por diferentes partes del territorio, periodistas asesinados, incremento de feminicidios, enfrentamientos de bandas criminales para ganar las plazas, desaparecidos por todos lados y para colmo y como si no fuera suficiente con un gobierno represor, vengativo y corrupto.
Lo que sucede en Veracruz es verdaderamente alarmante, preocupante y penoso. A Cuitláhuac le vino demasiado grande el cargo de Gobernador de Veracruz. Simplemente no pudo con el paquete. Dejo en manos de otros la gobernabilidad, y esos otros resultaron ser unos delincuentes ambiciosos y sedientos de poder. Y lo único que hicieron fue dejar a un lado los intereses de la ciudadanía y satisfacer las suyas. El resultado es lo que hoy tenemos enfrente, Veracruz es un mar de sangre, lleno de injusticias, de soberbia, de ineptitud, de venganzas y vendettas personales, un estado de derecho quebrado y pisoteado y una autoridad desacreditada por toda la sociedad.
Hoy a Cuitláhuac pocos muy pocos lo pueden ver. La mayoría quiere que se vaya, pero yaaa. Y no solo él todo el sequito de ineptos, corruptos y buenos para nada que trae cargando. Lo peor es que todavía se atreven muchos de ellos a buscar ser candidatos de algo. Inclusive se ven con arrestos para ocupar la gubernatura. “Hágame usted el refrabon cabor” cinismo puro, estupidez o simplemente valentía. ¿Qué será lo que los impulsa a pensar en eso?
El nivel de frustración, coraje, resentimiento, sed de venganza y desesperanza que guarda Cuitláhuac actualmente es muy alto. Ya se dio cuenta que simplemente no pudo y no supo cómo sacar adelante la encomienda que le otorgo el pueblo veracruzano. El cargo lo sobre paso, es un ser humano pequeñito para una responsabilidad tan grande. Nunca supo estar a la altura de las circunstancias. Y
nos llevo a estado sin ley, violento, improductivo, descompuesto y apestoso a violencia, corrupción y muerte.
Lo que hoy se vive en Veracruz de verdad no se lo deseamos a nadie. Y pedimos que para este bello estado jamás pero jamás aparezca un Cuitláhuac y su pandilla. Veracruz no lo merece. Somos demasiado pueblo para tan imberbe personaje o personajes. El 24 se acerca y debemos, de forma obligada, reflexionar bien nuestro voto. Después no se vale quejarse. Veremos que pasa. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com |
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