A raíz de que pasa el tiempo los muertos se incrementan y la cuarentena no tiene para cuando terminar, las medidas han sido infructuosas y poco efectivas por no decir nulas, la pandemia sigue avanzando y el actual gobierno solo se la pasa declarando en voz del cuatrote mayor Don López Obrador que esto a ellos les ha venido como anillo al dedo, que vamos aplanando la curva, y una serie de estupideces que a estas alturas ya nadie le cree, ni si quiera sus más leales súbditos.
Desde Febrero que es cuando empezaron de a poco los contagios el actuar del gobierno federal dejo mucho que desear en la aplicación de medidas sanitarias, de prevención y contención de lo que ya se sabía debería de ocurrir, sobre todo porque en China ya había grandes cantidades de contagiados y muertos, es decir teníamos el ejemplo de otro País o Países que ya tenían este enorme problema. Pero en lugar de tomarlo en serio los gobiernos emanados de MORENA Federal y Estatales (caso Veracruz es un ejemplo), se la pasaban diciendo que esto era solo una gripa cualquiera, que no había porque preocuparse, que pasaría rápido este problema, que no llegaríamos ni a los 6 o 7 mil muertos, en fin una seria de barbaridades que al paso del tiempo hemos visto como se han ido desvaneciendo y exhibiendo en sus enormes mentiras.
López Obrador en muchas de sus giras gritaba a los cuatro vientos que saliéramos, que asistiéramos a los mercados a comer con la familia, a convivir, que no había problema alguno, y en cuanto al uso de cubre bocas ya para que les cuento la enorme irresponsabilidad que ha tenido como Jefe del Ejecutivo Federal y principal figura política en el País ha dejado mucho que desear, su mal comportamiento es absolutamente reprobable y condenable, es digamos, una absurdo que sus funcionarios federales encargados de este tema dicten las indicaciones por las que todos y todas debemos de comportarnos y seguirlas para ayudar a bajar los contagios y él las desobedezca, es inaudito, impensable, incomprensible, necesitas estar loco o ser muy cara dura para reaccionar de esa manera.
Con casi 48 mil muertos y contando el COVID-19 ha dejado una cosa clara, no hay capacidad de reacción, ni de acción para contenerlo y mucho menos para brindar la atención a quienes lamentablemente se han contagiado o peor aún han fallecido. La indolencia de un personaje que parece estar más preocupado por las elecciones, y sus proyectos gubernamentales que ya todos conocemos y sabemos cuáles son han sido la tónica del día al día y de las mañaneras que más bien se han convertido en una monologo presidencial del que cada vez son menos los interesados en verlo y escucharlo. Desde ahí se niega todo lo malo, y se alaba todo lo que el “patrón” dicta con claridad y soberbia, los muertos que carambas importan, el hambre del pueblo bueno y sabio al diablo con eso, los empleos al carajo con eso, los empresarios que se los cargue la fregada por eso tienen dinero que ellos solos busquen como salir, el PIB a la baja es que es neoliberal y nos quiere hacer daño, en fin puras ocurrencias desesperadas al verse tan disminuido en su popularidad.
Todos los días se pierden vidas valiosas, peor aún todos los días a partir de hace unos meses se pierden vidas de gente más cercanas a nosotros, el padre, la madre, los hermanos, los sobrinos, el esposo, la esposa, los primos, los amigos, el vecino, el conocido, estamos hundidos en la desesperanza, el olvido, la ingobernabilidad, el valemadrismo de las autoridades, el llanto del ciudadano mexicano que clama justicia y auxilio, pero sobre todo estamos sumidos en una inmenso dolor y coraje, impotencia por darnos cuenta que la elección del 2018 nos dejó más de lo mismo autoridades a las que no les importamos y un personaje que dice ser el Presidente de México y que con el paso del tiempo se ha convertido en un vil y pobre politiquillo de cuarta igual o peor que los anteriores, pobre MÉXICO, en lo que ha venido a parar una vez más, nuestro más sentido pésame para todos nosotros. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com |
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