Por: Bernardo Bellizzia Guzmán.
En política nada es verdad, nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira, así son las cosas y las causas por la cuales muchas veces nos dejamos llevar por lo que dicen de tal o cual persona o personaje de la vida pública y hoy por estas fechas está más que visto que el desprestigiar a “X o Y” actor político se ha convertido en un deporte favorito de muchos y de muchas, claro sin mostrar pruebas, solo inventar para destruir carreras profesionales, vidas personales, familias enteras, relaciones sentimentales, y demás cosas que se les ocurra.
En ese contexto, el día de hoy pudimos conocer de viva voz la experiencia vivida en carne propia de parte de Elizabeth Morales García, Ex Alcaldesa de Xalapa, quien ha recibido a lo largo de poco más de 10 años de carrera este tipo de ataques, denostaciones, descalificaciones, señalamientos, acusaciones, desprestigios, de parte de sus propios compañeros quienes han visto en ella una amenaza, y no una aliada. Así pues, al obtener el triunfo en busca de la Presidencia Municipal de esta capital con un total de 96 mil votos y ser la mujer a un cargo de elección popular más votada en busca de este encargo, empezó el martirio, lejos de felicitarla fue enfriada y castigada por quienes en ese entonces gobernaban Veracruz por supuesto la gran mayoría de ellos hombres, quienes jamás le han perdonado su osadía de pretender ser mejor que ellos.
Pero lo que más preocupa y causa extrañeza de todo esto es que muchas de esas personas que atacan y arremeten en contra de su vida son mujeres, si estimado lector leyó usted bien, mujeres, personas del mismo género que la agraviada, y aquí nos podemos preguntar ¿y la sororidad que debe de existir entre ellas? ¿Dónde queda?, la unión y fuerza que debe de existir para apoyarse y seguir creciendo en este mundo de hombres, machistas, excluyente de la participación de ellas por el solo hecho de ser mujeres, ¿cómo para cuando se dará y se verá?, la paridad de género, ¿en dónde queda?, la no violencia en contra de ellas, solo queda en palabras y bonitos discursos. Independientemente de que puedan señalarla por su
buena o mala gestión al frente de sus múltiples responsabilidades que es válido y correcto, lo otro si es una ofensa y una mentada de madre, más aun si viene de las propias mujeres que hoy en día se supone luchan por la defensa de sus derechos y el reconcomiendo de estos en todos los sentidos en la vida política y publica de nuestra sociedad tan denigrada, lastimada y sobajada, pero sobre todo liderada por el clásico macho mexicano, pelo en pecho, lomo plateado, que no acepta a nadie más, que no sea el que ellos elijan.
Y créame usted que no entramos en la defensa de nada, ni de nadie, solo hacemos la reflexión de lo que en los últimos años ha estado pasando en nuestro país, y de la enorme lucha de muchas mujeres que siguen intentando transformar un mundo en el cual las principales oportunidades son para las hombres, y que al escuchar la historia contada por Elizabeth, no se puede dejar de escribir sobre todo esto que pasa de manera cotidiana en nuestro país y en el mundo.
Aun con todo ello la habilidad de sobreponerse a estos ataques tan focalizados y seguir caminando y avanzando en un camino tan sinuoso, pienso que es motivo de satisfacción personal, destacando la habilidad política, el control y rápida identificación de los daños, pero sobre todo el temple de carácter que la ha llevado a seguir vigente por sobre todas las cosas, pésele a quien le pese. Ya de las oportunidades en materia política que vendrán para ella, sin duda alguna será producto de sus circunstancias mismas que habrá de generar o generarse en breve periodo de tiempo, por lo mientras ella sigue caminando apoyando a la gente que lo requiere, bajo el único padrinazgo que siempre ha tenido en su trayectoria política que es la ciudadanía xalapeña. Ya veremos en que termina esta historia. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com |
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