Todos sabemos el nivel de radicalismo que guarda en su pecho Andrés Manuel López Obrador, lo lleva en la sangre, en su ADN. Andrés, como suelen llamarle sus más cercanos colaboradores es un hombre pensante, estratega, hasta podríamos decir inteligente, pero al que desgraciadamente el poder ya lo absorbió y lo perdió. López Obrador, es hoy un personaje soberbio, loco de poder, con sed de venganza, impositivo, déspota y muy vengativo. Que seguramente se ira radicalizando aún más conforme pasen los meses y se acerquen los tiempos de tomar decisiones de mayor transcendencia, como por ejemplo la sucesión presidencial.
Hoy son los tiempos de los arrepentidos que inicialmente votaron por él, pero también son los tiempos de aquellos que aun observando lo que sucede en nuestro País, siguen firmes en su apoyo al Presidente y lo respaldan. Lo cierto es que a estas alturas ya no se vale arrepentirse, hay que actuar, idear una estrategia clara, practica, concisa y sobre todo con rumbo para derrocar al tirano. El tiempo es ahora, no mañana, se debe de llevar a la praxis lo que se plasma y se piensa de este gobierno radical, y la única forma de hacerlo es votar por el cambio en el 2024.
La oposición debe de reagruparse, de consolidarse, con candidatos frescos, inteligentes, con propuestas claras y que emocionen a la ciudadanía, de otra manera no habrá buenos resultados. Esa es la única opción viable que se vislumbra con rumbo a la madre de todas las batallas, no hay más. Lo cierto es que hasta este momento nada de eso se puede observar, por el contrario, se observa una oposición dispersa, sin ideas claras, dividida y absorta de los problemas que hoy nos aquejan. Ni México, mucho menos los mexicanos nos merecemos lo que está pasando, y tampoco merecemos ir al lugar que nos quieren llevar, al socialismo radical y puro, el autoritarismo, la imposición, a la división entre ciudadanos, algo hay que hacer con carácter de urgente.
Los tiempos se acercan y las consecuencias pueden ser catastróficas si no se les pone un alto a estos personajes impresentables. Y aunque las circunstancias actuales parecen estar en contra, como decía el cronista deportivo Don Fernando Marcos “El último minuto tiene sesenta segundos”. Vamos a ver quién es el triunfador. Estaremos atentos. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com |
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