He visto con especial interés las expectativas, emociones, cometarios, buenos y malos deseos, que ha generado el aún Senador por Morena Ricardo Ahued Bardahuil, quien el día de ayer acepto contender nuevamente por la Presidencia Municipal de Xalapa. Lo que tristemente observo es una enorme idealización del personaje en cuestión, una urgente necesidad del xalapeño de que alguien o algo lo salve de lo que actualmente estamos viviendo y obvio depositan toda su FE en Ahued sin pensar en nada más, apasionamiento extremo y desbordado, una enorme expectativa respecto a su persona y una creencia ciega de que Ricardo es lo mejor que nos puede pasar a todos los Xalapeños, nada más falso que eso.
Primeramente es preciso mencionar que los tiempos en la política veracruzana y mexicana hoy son distintos, sumamente distintos, contamos con un Presidencialismo absoluto y absolutista, mismo que sin duda siempre ha existido pero que ahora se hace más evidente dado el nivel de intransigencia del personaje que dice gobernar desde Palacio Nacional, de esa manera tenemos que él es quien decide lo que se debe de hacer en tal o cual circunstancia políticamente hablando, más aun si se trata de un político de su partido, bajo esa premisa creo que estamos todos de acuerdo de que la decisión de Ricardo de aceptar esta candidatura se debió más a las presiones y negociaciones sobre su futuro político que a las querencias y gusto por participar en un proceso del que sabe morena lleva todas las de perder.
Un servidor ha venido diciendo de la urgente necesidad de darles la oportunidad a figuras nuevas que puedan representar a la sociedad y sus múltiples necesidades, cosa que con todo respeto Ricardo no representa, él ya es personaje que ha ocupado varios cargos en la administración pública, debería por congruencia no participar, sobre todo por un cargo que ya ocupo; muchas veces hemos escuchado declaraciones del personaje en cuestión de que no pretende ser un vividor de la política, ni un chapulín, hoy con esto hace exactamente todo lo contrario, es decir desestima sus propias declaraciones. Xalapa no es problema de un solo hombre,
un solo personaje no la va a salvar, el juego es en equipo y sumando a gente valiosa a trabajar por ella, además para nadie es un secreto de que por más que diga que no aceptara imposiciones estas llegaran y tendrán que ser aceptadas, lo que garantiza el intervencionismo y favoritismo en muchas de las posiciones que se repartirán, no tendrá margen de maniobra en su gobierno si es que gana, el Senador hoy no es un fiel de la balanza como lo era antes, el desgaste natural de su posición lo ha ido mermando, por lo tanto esta elección está por verse si la puede ganar, nadie tiene seguro nada, sumemos a esto el enorme repudio de los ciudadanos de Xalapa por el gobierno municipal actual, Hipólito juega hoy un papel de unificador pero en contra de ellos por su enorme ineptitud y pésimo gobierno, votar por morena hoy en día representa no solo una terrible decisión, sino un negro destino del que no podremos salir durante tres años si volvemos a equivocarnos, hay quienes dicen que se votara en Xalapa por el personaje y no por el partido, déjenme decirles que el personaje del que hablamos hoy está rodeado por una mafia de personas que solo quieren el poder por el poder, no aman a Xalapa, ni lo que los xalapeños representamos lo que quieren es su permanencia y seguir enriqueciéndose. Hoy más que nunca como ciudadanos responsables debemos de reflexionar nuestro voto, no podemos seguir votando con el estómago, ni con el corazón, ya ven lo que pasa cuando hacemos eso, debemos por obligación reflexionar nuestro sufragio, de eso depende mejorar nuestras condiciones de vida, sabemos que quizás las opciones no son muchas, ni muy buenas, pero no les demos más poder a quienes nos están destruyendo, eso sería el peor error que pudiéramos cometer. Veremos qué pasa. Correo electrónico: bernardobellizzi@hotmail.com |
|