Por: Bernardo Bellizzia Guzmán.
¿Y si pierde morena la elección del 2024?, ¿si se fragua o se está fraguando algo grande desde la oposición y de grupos morenistas que no están conformes con lo que están viendo y viviendo?, ¿si solo están jugando con el Presidente a ser leales pero planean otra cosa?. Son algunas de las muchas preguntas que entre grupos de analistas, opinadores, columnistas, operadores políticos y políticos surgen todos los días y que no están descabelladas. En política todo puede pasar, y no podemos dar nada por sentado.
Asegurar desde hoy que las cosas y los resultados se van a inclinar o serán tendencia o favorables a un solo partido político es caer y cometer un enorme error. Nadie en su sano juicio, ni en sus cinco sentidos puede aseverar tal cosa. Los expertos en política, en la real política, la buena política, saben que el último minuto tiene sesenta segundos como decía Don Fernando Marcos, y hasta entonces y solo entonces se puede cantar victoria. Antes no, simplemente no hay nada para nadie.
Los múltiples errores en la estrategia y los exabruptos presidenciales que todos los días suceden han hecho que las tendencias que un día le fueron favorables a Andrés Manuel hoy sean completamente todo lo contrario. El pensar con el estómago jamás será una buena idea, deberían de decírselo al Presidente todos los días antes de que salga a su circo mañanero. Las cosas cambian y las circunstancias también. Más aún si procuramos cambiarlas nosotros mismos. Es el caso de López Obrador.
Pero ¿Cuáles son los factores que harían posible esta situación? Es decir que morena pudiera perder las elecciones presidenciales en el 2024 y de paso algunas otras a nivel estatal. Muy sencillo, la enorme confrontación y división en la que tiene sumido al País hoy en día. Además claro de los pleitos absurdos que desde Palacio Nacional se crean con todos y todas. Empresarios, clase media, sociedad, periodistas, cámaras empresariales, políticas, actores, actrices, en fin con todo mundo. Dicen por ahí que la política no es, va siendo. Y si es así, entonces todos
los días debes de construir, sumar, converger. Todo lo contrario de lo que hoy hace, dice y ejecuta el propio Presidente.
Debemos de observar que nada dura para siempre, tarde que temprano se acaba. Recordemos a Juárez y su famosa frase, “El poder termina y el recuerdo perdura”. Sería interesante saber ¿cómo le gustaría ser recordado al hoy Presidente de la Republica?. Porque hasta ahorita la idea general de que es un tirano, un represor y un dictador va ganando. No me quiero imaginar lo que pasaría con él y con muchos de sus cercanos si pierden las elecciones Presidenciales. Habría perdón u olvido. Pues Señores esa idea colectiva va ganando terreno y se hace más fuerte cada que se acerca el fin del sexenio de Andrés Manuel. Hagan sus apuestas. Veremos qué pasa. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com |
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