Por: Bernardo Bellizzia Guzmán.
La historia de Cuitláhuac García Jiménez siempre ha sido un tanto abrupta, difícil, coincidente y bastante caótica. Desde sus encuentros con los toletes de los policías en aquellos días en que lo ocupaban de carne de cañón de los movimientos izquierdistas, pasando por su disfraz de payaso el famoso “Cuicaras”, hasta su supuesta relación con el entonces catedrático de la UV Sergio Rene Cancino Barffuson que años después sería su suplente en la Diputación Federal por Xalapa, y a quien abandono a su suerte con todo y su enfermedad terminal. Le siguió su “beca” en una universidad Europea otorgada por el entonces Gobierno encabezado por Fidel Herrera Beltrán, y donde se dice que más que beca estudiantil fue huida estudiantil por aquello de que querían detenerlo las autoridades estatales que investigaban un supuesto crimen en el que supuestamente estaba involucrado y entonces su Padre Don Atanasio pidió el favor de que lo mandaran lejos muy lejos de Veracruz en lo que se calmaban las aguas.
Esa ha sido parte de las historias de terror del hoy flamante gobernador de Veracruz. A quien se le han olvidado sus orígenes y sus muy sonadas farras, exabruptos, dislates y vida de excesos (en todos los sentidos) que tuvo mucho antes de ser lo que es hoy. Además de su muy limitado poder económico, casi siempre dependiendo de sus padres, hoy gasta a diestra y siniestra y vive la vida loca. Todo esto viene a cuentas porque sin mayor mérito que el de caerle bien a Andrés Manuel y elegirlo como su “botarga preferida” lo ungió un par de veces candidato a la gubernatura hasta que en la segunda oportunidad hizo realidad los sueños que algún día fueron lejanos de Cuitláhuac y lo volvió gobernador de uno de los Estados más importantes de la República mexicana.
Al día de hoy la mayoría de los veracruzanos le mentamos la madre a Andrés Manuel López Obrador (con todo respeto, claro está), por dejarnos a este aprendiz de político (por decir lo menos), que nos tiene hundidos en una desgracia estatal. Pareciera que los veracruzanos estamos pagando algo, una maldición, una brujería, una hechicería o traemos un karma muy canijo. Porque cada vez que pensamos
que no podemos estar peor, llega el destino y nos contradice. Como dijera la frase italiana “PORCA MISERIA”.
Alguna vez un personaje cercano al Presidente López Obrador me dijo que en varias ocasiones ha sido el mismo Andrés Manuel que sabiendo las condiciones limitadas de su Gobernador ha pedido que no lo dejen solo, que lo ayuden. Sabe también del gran negocio que está haciendo él y su gente cercana acá en Veracruz, y del caos que ha ocasionado. Pero mientras el Presidente siga recibiendo lo que pide todo esto no transcenderá. No al menos mientras él esté al frente del País. Después nadie asegura nada.
De esa manera pasamos del “No mentir, no robar, no traicionar al pueblo”, al nos vale un carajo todo lo que prometimos en campaña. Hoy nosotros mandamos y hacemos lo que queremos. Esto no es nada más que la consecuencia de llevar gente ignorante, hambreada, con cero nivel de preparación, sin escrúpulos, falta de ética y poco profesional al poder. Ya lo dijo el Presidente 90% de honestidad y 10% de experiencia. Esta es señoras y señores la triste realidad que vivimos hoy en día en nuestro glorioso Estado de Veracruz. Y la pregunta sería en las elecciones del 2024 ¿podremos rescatarlo de esta enorme desgracia llamada morena y Cuitláhuac García Jiménez?. Ya veremos. Falta poco muy poco para saberlo. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com |
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