Por: Bernardo Bellizzia Guzmán.
La Contraloría General del Estado ha sido durante muchos años una comparsa dentro de la estructura gubernamental, una acompañante fiel de los designios que el gobernador en turno le dicte, jamás ha cumplido a cabalidad con lo que la Ley señala y que deberían de ser sus objetivos y finalidades, lo que a la postre deriva en múltiples señalamientos, omisiones, faltas administrativas e inclusive denuncias por parte de otro ente hacia ellos, me refiero a la Auditoria Superior de la Federación, situación que hasta la fecha sigue pasando.
Así pues el Articulo 33 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Veracruz señala con claridad que dicha entidad le corresponde lo siguiente: “La Contraloría General es la dependencia responsable de la función de control y evaluación de la gestión gubernamental y desarrollo administrativo, así como de la inspección y vigilancia de los ingresos, gastos, recursos, y obligaciones de la dependencia y entidades de la administración pública estatal, durante el ejercicio presupuestal correspondiente”.
De esa misma manera el Artículo 67 Bis de la Constitución Política del Estado de Veracruz señala: “…Es la instancia de Coordinación entre las autoridades estatales y municipales competentes en la prevención, detección y sanción de responsabilidades administrativas y hechos de corrupción, así como en la fiscalización y control de recursos públicos, y mantendrá una adecuada coordinación con el Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción; así mismo participará, colaborará y asistirá en sus funciones al Sistema Nacional Anticorrupción en los términos previstos por la Ley…”.
Lamentablemente, ni hoy ni nunca como ya lo expresamos líneas arriba se cumple con esta normativa, quizás a medias, en muchas de las veces nunca lo hacen, y eso deriva en inconformidades, señalamientos públicos, omisiones graves de todo tipo, desconfianza en la dependencia y sus funcionarios, pero sobre todo falta de credibilidad publica y probidad ante la ciudadanía que ve con claridad las tropelías
que se cometen desde el poder de un nombramiento, cuando debería de ser al revés, con ese nombramiento servir al pueblo que los coloco ahí y dar resultados.
Viene todo esto a cuentas porque uno de los problemas graves que está causando escozor en estos momentos entre los especialistas en la materia y por supuesto dentro de la propia Contraloría General del Estado son los famosos despachos externos que se deben de contratar para auditar a los Entes Públicos. Estos despachos externos deben de cumplir con ciertos requisitos y especificaciones para ser contratados como lo estipulan los propios Lineamientos Internos de la dependencia de referencia tal y como lo dice el Artículo 18 de dichos Lineamientos.
Es preciso señalar que para la selección de los despachos externos se cuenta con un Comité de Apoyo (¿quién lo integra?), el cual debe de tomar en cuenta la experiencia profesional acreditada, la capacidad operativa, técnica y económica, los antecedentes de los resultados obtenidos, entre otras cosas más, situación que no pasa en estos momentos lo que hace que los trabajos realizados sean deficientes, con múltiples errores, dejando fuera a los despachos que cuentan y cumplen con lo estipulado por la Ley y que harían un trabajo serio y responsable.
Se sabe de antemano que desde la Secretaria de Finanzas una de sus Subsecretarias asigna a los despachos que deberán de ser contratados para tal o cual auditoria para que todo vaya a modo, de igual manera es por todos sabido que dentro de la propia Contraloría General hay funcionarios desleales que le pasan de humo la información a la propia Contralora que confiando en ellos, creyendo sin ninguna restricción en el “buen trabajo” que le presentan y que por el contrario está plagado de errores, por ejemplo el pasado jueves 30 de Septiembre fueron entregados los registros o refrendos del Padrón de Despachos Externos y Prestadores de Servicios Profesionales para auditar el ejercicio 2020, esta entrega se hizo a un selecto grupo de no más de 30 despachos a quienes se les pretende asignar auditorias sin pasarle la información a la propia Mercedes Santoyo Domínguez, Contralora General del Estado. Pero así como estas triquiñuelas hay muchas más, así como estos negocios ilícitos en la designación de despachos externos y Prestadores de Servicios hay otros tantos, que desde dentro de la propia
Contraloría y de aéreas muy específicas se realizan diariamente y que la propia Mercedes Santoyo, ni enterada esta. Habría que pasar el escáner dentro de las Contralorías Internas y sus titulares que lejos de hacer bien su trabajo boicotean el de la propia Contralora.
Ojo Contralora la están engañando y empinando y usted ni por enterada, deje la soberbia a un lado, la prepotencia y las poses y empiece a dar resultados eficientes en beneficio de todos los veracruzanos, pero sobre todo limpie sus áreas de lo que su Presidente de la Republica dice que ya no hay CORRUPCIÓN. Veremos qué pasa. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com |
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