Por: Bernardo Bellizzia Guzmán.
Si las cosas parecían difíciles y graves hace algunos meses antes de la pandemia, hoy se ven catastróficas y oscuras, para todos los mexicanos en todos los sectores, económico, empresarial, social, cultural, seguridad pública, en fin agréguele el que me pueda faltar. Las locuras presidenciales, sus ocurrencias, sus desvaríos, sus tropiezos, sus devaneos, pero sobre todo su terquedad infundada de que todo va muy bien y que todos estamos felices sigue llevando a pique a los más de cien millones de ciudadanos mexicanos.
Los especialistas financieros dicen que en el mejor de los casos al término de esta pandemia México acumularía aproximadamente entre 12 y 14 millones de pobres más; número que no es menor si contamos con que ya teníamos acumulados algo así como 54 millones lo que equivalía al 41.9 % del total de la población (FUENTE: CONEVAL), y aún se insiste en medir la felicidad de la población con respecto a su bienestar, tienes que estar loco y desequilibrado para hacer esto, pero ¿qué creen? López Obrador lo pretende realizar e implementar como un método propio. No cabe duda que este Señor es la locura hecha hombre.
Ocurrencias van y vienen en este nuevo gobierno del “cambio y la transformación”, que no es ni lo uno, ni lo otro, los múltiples tiros en el pie que se ha pegado el Presidente, que bajo el síndrome de la chimoltrufia “como dice una cosa, dice la otra”, y que un día dice algo y a la otra recula o echa para atrás, porque al final del día será el Presidente pero ante las reglas internacionales ni él ni nadie puede imponer su ley, todo se rige bajo estrictas medidas de control y seguimiento para no romper el orden que cada país debe seguir en estas líneas.
Ya ni qué decir del tema empresarial que piden a gritos un interlocutor valido para ser escuchados y lograr acuerdos que les permitan recibir verdadera ayuda y apoyo gubernamental con la finalidad de no perder más empleos y fuentes de trabajo, sin embargo hasta hoy no se ha encontrado ese ruta porque lamentablemente a nivel nacional se piensa que los empresarios son corruptos e integrantes de “la mafia del
poder”, bazofia política y pobre argumentación para no dar la cara y comportarse como el hombre que dirige los destinos de todo un pueblo y que estamos esperando que empiece a ser Presidente de todos, no solo de sus aliados y sus votantes.
Así pues, hoy tenemos a un México convulsionado, lleno de odios, dividido, encabronado, desilusionado, asustado, carente de rumbo, confrontado, y sin un capitán que nos lleve a buen puerto, las redes se inundan de ignorancia plena de parte de los aplaudidores lopezobradoristas, amlovers, chairos, y demás fauna campestre y silvestre, esos que por recibir unos pesos o por simple gusto, insultan, denigran, calumnian, injurian, agreden y dividen, solo por molestar porque ellos como nosotros también están en el mismo barco, si este se hunde como toda parece que así será, ellos también se ahogaran, no se salvaran están dentro de todo el sector de jodidos que hoy piden a gritos AUXILIOOOOO, lo peor es nadie los oye, nadie los escucha, a nadie le interesan, ni si quiera a su “pastor” López Obrador, porque él anda más preocupado en otros temas, en otras cosas más importantes, es decir en ver como chinga más a México y a los mexicanos, en plantear estrategias de que más robarse al amparo del poder, de hacer negocios sucios con sus empresarios aliados, sí esos de la famosa “mafia del poder” que ahora son sus amigos, sus socios, ver para creer; pero no se preocupen ya que cuando todos ellos se vayan, porque se van a ir, no solo el karma los alcanzara, sino la justicia también llegara a sus puertas y serán señalados, sancionados, juzgados y sentenciados, nadie se va de este mundo sin pagar sus cuentas pendientes, ya lo verán. Mientras tanto vamos a seguir dando batalla de esta pequeña trinchera. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com |
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