Por Eros Ortega Ramos*
El martes 09 de noviembre del año en curso, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador pronunció un discurso desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el cual exhortó al organismo a implementar estrategias para combatir la corrupción y la distribución inequitativa de la riqueza. Asimismo, dio a conocer que México trabajará en la creación de un fondo de 1 billón de dólares en las próximas semanas para apoyar a 750 millones de personas las cuales viven con menos de dos dólares al día.
Algunas de las partes más sobresalientes de su discurso se transcriben a continuación:
“El principal obstáculo para el ejercicio de ese derecho (en referencia al derecho a una vida libre) es la corrupción en todas sus expresiones: los poderes transnacionales, la opulencia y la frivolidad como formas de vida de las élites; el modelo neoliberal que socializa pérdidas, privatiza ganancias y alienta el saqueo de los recursos naturales y de los bienes de pueblos y naciones […] Sería hipócrita ignorar que el principal problema del planeta es la corrupción en todas sus dimensiones: la política, la moral, la económica, la legal, la fiscal y la financiera […] Estamos en decadencia porque nunca antes en la historia del mundo se había acumulado tanta riqueza en tan pocas manos mediante el influyentismo y a costa del sufrimiento de otras personas […] Veamos, por ejemplo, lo sucedido con la distribución de la vacuna contra el COVID-19. Mientras las farmacéuticas privadas han vendido el 94% de las vacunas, el mecanismo COVAX, creado por la ONU para países pobres, apenas ha distribuido el 6%; un doloroso y rotundo fracaso […] ¿Qué estamos haciendo en México? Hemos aplicado la fórmula de desterrar la corrupción y destinar al bienestar del pueblo todo el dinero liberado, con el criterio de que “por el bien de todos, primero los pobres” […] Por ello, sostenemos que la solución de fondo para vivir libres de temores, riesgos y violencia es acabar con el desempleo, favorecer la incorporación de los jóvenes al trabajo y al estudio, evitar la desintegración familiar, la descomposición social y la pérdida de valores culturales, morales, espirituales […] Nunca en la historia de esta organización es ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia. Hoy es tiempo de actuar contra la marginación atendiendo las causas y no sólo las consecuencias. A tono con esta idea, en los próximos días la representación de México propondrá a la Asamblea General de las Naciones Unidas un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar. El objetivo es garantizar el derecho a una vida digna a 750 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios (ExpansiónPolítica, 09/XI/21).
Como en reiteradas ocasiones ha sucedido respecto a cualquier acontecimiento importante en el cual el mandatario sea el protagonista, el coordinador de la bancada panista, Julen Rementería, criticó el discurso de AMLO ante la sesión de la ONU ya que, de acuerdo con su interpretación, su contenido fue notablemente populista ya que no presentó nada de resultados obtenidos a lo largo de su gestión los cuales avalaran lo que estaba criticando. De igual manera, reprochó que el exjefe de gobierno no hiciera propuesta alguna respecto al tema de la inseguridad que lleva años sangrando a México, ya que ni siquiera mencionó los casos de corrupción que han sido denunciados durante su gestión, por lo que confió en que los asistentes a la prestigiada reunión no creyeron que esa realidad fantasiosa inventada por el tabasqueño es lo que realmente está viviendo el país en estos momentos. En palabras del político opositor:
“Fue prácticamente a nuestro juicio una recopilación de las mañaneras en donde cada una de las cosas que ha repetido cientos y, en algunos casos, miles de veces, va y las repitió hoy allá… Y habla de la corrupción como el problema que provoca todos los males en el país y en el mundo […] cuando menciona la corrupción, no habla, por ejemplo, de los casos y de las grandes omisiones que se han hecho aquí con personas de su familia, con personas cercanas a Bartlett, con personas también como Ana Gabriela Guevara, como la propia Irma Eréndira (Sandoval), como muchos que han sido señalados y que hasta ahora no sabemos nada. Esto es simplemente una gran contradicción, en donde habla, como dirán, candil de la calle y oscuridad de la casa” (Milenio, 09/XI/21).
Y es que, aunque es bastante común que políticos de la oposición únicamente resalten lo negativo de la gestión obradorista, la realidad es que desde que tomó protesta como presidente de México se han visto resultados medianamente contundentes en la lucha contra la corrupción, así como en la garantía de la seguridad y el Estado de derecho, ya que las estadísticas muestran que esta situación se ha agravado aún más, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI):
“la tasa de homicidios alcanza un récord de 29 por cada 100.000 habitantes en el país. En el Índice de Estado de Derecho 2021 del World Justice Project, México descendió 18 puestos, hasta el 113 de 139, mientras que hubo una ligera mejora en el Índice de Corrupción de Transparencia Internacional, pasando del 130 al 124, de 180, comparable a Bolivia o Pakistán” (DW, 09/XI/21).
Independientemente de esto, no se puede negar que el discurso pronunciado por parte de Obrador ante el Consejo de Seguridad de la ONU pasará a la historia como uno de los más críticos y polémicos que han tenido lugar en dicho recinto ante funcionarios públicos de talla internacional, por su alto nivel de crítica social y exigencia de soluciones ante la desigualdad y pobreza mundial. Porque no está de más recordar que la crítica situación económica, política y social que hoy en día aqueja al país es en gran parte el resultado de las malas administraciones pasadas que enfocaron la mayoría de su atención y recursos en otras problemáticas que a
la larga terminaron por hundir más al país, como es el caso del combate al crimen organizado por parte de Calderón. ¿Acaso con su declaración de guerra la violencia disminuyó? ¡Por supuesto que no! Por el contrario, terminó agravándose al grado de seguir poniendo al país de cabeza actualmente con enfrentamientos armados, extorsiones, desapariciones y asesinatos. Al final, la ropa sucia no pudo lavarse en casa.
Gracias por su lectura.
Twitter: @erosuamero
Facebook: Eros Ortega Ramos
Correo electrónico: sociologia_uameros@hotmail.com
*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y maestrante en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
|