El último día del mes de agosto del año en curso, los deportistas paralímpicos Arnulfo Castorena Vélez, Jesús Hernández Hernández y Nely Miranda Herrera, ganaron tres medallas para México en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020; una de oro y dos de bronce. El primero y el segundo obtuvieron la victoria en los 50 metros pecho, categoría SB2 y la última consiguió el tercer lugar en la categoría SB3. De esta forma, México logró superar las 300 medallas en su historia participando en tan afamada contienda mundial. El caso de Herrera es histórico, ya que con esta presea conquistó las cuatro medallas paralímpicas: 2 de oro en Beijing 2008, 1 de bronce en Río 2016 y su actual de bronce en Tokio 2020. Sus palabras lo expresan todo:
“Estoy súper contenta, emocionada de estar de regreso con esta medalla para México. En Río 2016 me descalificaron en esta prueba, así que ésta fue mi revancha, logramos esta medalla para México de bronce, pero que sabe a oro” (ElFinanciero, 31/VIII/21).
De esta manera, hasta el día 03 de septiembre de 2021, México suma 21 medallas en total; 7 de oro, 2 de plata y 12 de bronce, posicionándose así en el lugar No. 18 del medallero paralímpico. A continuación, se muestra la lista actualizada hasta la mencionada fecha de algunos héroes paralímpicos que han conseguido la victoria:
· Diego López; oro
· José Rodolfo Chessani; oro
· Arnulfo Castorena; oro
· Mónica Rodríguez; oro
· Jesús Hernández; oro
· Amalia Pérez; oro
· Gloria Zarza; plata
· Juan Pablo Cervantes; bronce
· Nely Miranda; bronce
· Jesús Hernández; bronce
· Diego López; bronce
· Lenia Ruvalcaba; bronce
· Eduardo Ávila; bronce
· Rosa María Guerrero; bronce
· Fabiola Ramírez; bronce
· Rebeca Valenzuela; bronce
· Leonardo Pérez; bronce
· Jesús Camacho; bronce
Mas todos aquellos que, posteriormente, se vayan agregando a la lista.
Como se puede apreciar, son ya bastantes las medallas que han obtenido los atletas paralímpicos mexicanos en los más recientes juegos de esta categoría, en comparación con las pocas medallas que lograron ganar los atletas olímpicos. Esta realidad me hizo preguntarme por las distintas razones que podrían estar detrás de tan envidiables resultados: ¿Mayor apoyo económico?, ¿Mayor disciplina?, ¿Diferente mentalidad? Etc. Creo yo que es muy poco probable la primera, pero aún así, no se descarta tal hipótesis, empero, aclaro; la evidencia ha demostrado que el apoyo otorgado por parte de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) hacia el deporte mexicano es insuficiente. Y a las pruebas, tanto un servidor, como los propios deportistas, nos remitimos:
“Ante la Comisión de Deporte de la Cámara de Diputados, deportistas de distintas disciplinas expresaron que durante la emergencia sanitaria han usado sus recursos para continuar sus entrenamientos antes el cierre de actividades y espacios. Asimismo, señalaron que otros países han tomado medidas extraordinarias para su preparación a los Juegos Olímpicos, consideraron que en México no existe algún Plan del Deporte” (ElEconomista, 10/ll/21).
No se puede tapar el sol con un dedo, sin embargo, considero que no basta con una adecuada infraestructura, ni con un adecuado apoyo económico por parte del gobierno para conseguir las preseas anheladas, ya que, si no se trabaja en la mentalidad e idiosincrasia de los deportistas, los resultados seguirán siendo limitados tal y como se demostró en los pasados juegos olímpicos. De ahí que, a pesar de las limitaciones económicas, de infraestructura y de otras índoles, los deportistas paralímpicos mexicanos sean un verdadero ejemplo de perseverancia, ímpetu, determinación y éxito a seguir. Muchas veces la discapacidad únicamente existe en la mente.
Por tal razón, ahora que el tema de la inclusión está tan vigente en los medios de comunicación, tanto convencionales como digitales, debemos de voltear a ver a todos estos héroes nacionales que verdaderamente necesitan que se les garantice. Podría pensarse, tal y como en redes sociales se repite hasta el cansancio, que el uso de una “E” en la lengua española garantizará tal inclusión, cambiando el “compañeros” y “compañeras” por “compañeres”, pero primeramente habría que preguntarles a los históricamente excluidos, qué piensan respecto al papel de dichos medios de comunicación que en tiempos de éxito acogen al ganador de manera oportunista. El ejemplo de Mónica Rodríguez, en entrevista con la periodista mexicana Carmen Aristegui, es fenomenal:
“Lo único que sí se me hace lamentable y un poquito triste, bueno, mucho muy triste, es que a nosotros no se nos transmite como debieran ser nuestras competencias, normalmente son muy muy pocos los medios que nos hacen transmisión de nuestras competencias, nuestros familiares casi siempre batallan por encontrar donde o que lo transmitan completo, o que no haya interrupciones
porque a veces en la poca transmisión que nos hacen entran dos deportes a la vez y pues no se ve muy claro ni uno ni otro y al final del evento, sobre todo cuando se es medallista, pues sí nos vemos como muy perseguidos por los medios para dar entrevistas, para hacer pláticas y todo eso, es decir, sí nos parece un poquito triste esa situación de que la difusión sea muy poca, la transmisión sea muy poca, pero a los resultados sí se les da mucha difusión y sí nos acosan mucho de repente” (AristeguiNoticias, 03/IX/21).
Por tal razón, antes de asegurar que la inclusión se logrará con la alteración del lenguaje veamos la opinión de los que, a pesar de ser excluidos, nos demuestran que cuando se decide, ese éxito llega con el trabajo no con una E.
Gracias por su lectura.
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*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y maestrante en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
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