Por Eros Ortega Ramos*
El pasado 08 de enero del año en curso, el ahora expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue vetado permanentemente de su red social favorita; Twitter, esto según la mencionada: “debido al riesgo de mayor incitación a la violencia”. Días antes de la cancelación definitiva de su cuenta, dicha red social ya la había suspendido temporalmente por doce horas, debido a que a Trump se le ocurrió publicar un video en el que supuestamente justificaba el histórico y condenable asalto de sus simpatizantes al Capitolio. Cabe mencionar que Twitter tomó esta decisión “tras una revisión atenta de los tuits recientes de la cuenta @realDonaldTrump y del contexto alrededor".
Asimismo, la red social señaló dos tuits del expresidente que, según sus políticas de convivencia, hacían alusión a la “glorificación de la violencia”, publicando lo siguiente: "En el contexto de los terribles sucesos de esta semana (haciendo referencia al asalto que sufrió el Capitolio) ya dejamos claro el miércoles que nuevas violaciones de las políticas de Twitter tendría el potencial resultado de esta medida".
Los tuits se muestran a continuación:
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/55597855
Poco tiempo después de que Twitter tomara la iniciativa de censurar definitivamente al magnate a pesar de tener más de 70 millones de seguidores, otras redes sociales como Instagram y Facebook (estas dos curiosamente del mismo propietario) hicieron lo mismo, cancelando las cuentas de Trump. Ante la polémica decisión, el cofundador de esta red social, Jack Dorsey, admitió para el consuelo del expresidente “no estar orgulloso” de esta prohibición, ni “celebrar” su censura en lo absoluto, sin embargo, consideró que se había actuado de la forma correcta dado
que el daño físico como resultado de su discurso de odio online era evidente y fácilmente demostrable.
Sería muy interesante preguntarle, ahora que un personaje de la talla de Trump fue fácil y tranquilamente censurado, cuál es su opinión acerca del enorme contenido pornográfico que se comparte miles de veces a través de su plataforma, mismo que, por cierto, se encuentra al acceso de cualquier menor de edad que navegue en ella, ¿O acaso es más viable e inclusive rentable que el sexo explícito no sea censurado a comparación de un mensaje con tintes políticos? Porque cabe aclarar que Trump me parece una persona en muchos sentidos nefasta, principalmente cuando se habla de la posición que sostuvo al frente del asunto migratorio, y de ninguna manera lo defendería por ser uno de los máximos exponentes de un discurso antiinmigrante, pero en esta ocasión me parece irrisorio el motivo elegido (si no es que se le puede llamar “pretexto”) por parte de Twitter y las demás redes sociales mencionadas para callarlo.
Por otra parte, Joseph Robinette Biden Jr., mejor conocido como Joe Biden, fue declarado como el 46.º presidente de los Estados Unidos desde el pasado 20 de enero de 2021. En el caso del ahora muy querido mandatario, las principales redes sociales estuvieron abiertas en todo momento para compartir con el mundo la triunfal entrada de Biden a la Casa Blanca. Y no es para menos, ya que el también abogado representa todo aquello que Trump no supo o no quiso hacer, iniciando con su ambicioso proyecto de ley sobre migración. Según un documento oficial que hasta el momento no se ha dado a conocer, con este proyecto el mandatario buscará priorizar que las familias de inmigrantes no sean separadas, así como impulsar el crecimiento de la economía y buscar cuáles son las principales causas por las que se da la migración:
El proyecto de ley estimulará nuestra economía al tiempo que garantizará que todos los trabajadores estén protegidos. El proyecto de ley crea un camino ganado hacia la ciudadanía para nuestros vecinos inmigrantes, colegas, feligreses, líderes comunitarios, amigos […] También brinda protección a huérfanos, viudas, niños y veteranos filipinos que lucharon junto a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial […] El proyecto de ley ordena a la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO) que estudie el impacto de la autoridad del DHS para renunciar a las leyes ambientales, estatales y federales para acelerar la construcción de barreras y carreteras cerca de las fronteras con EU. Prevé balizas de rescate adicionales para evitar muertes innecesarias a lo largo de la frontera (Milenio, 20/I/21).
Pero no sólo eso, ya que también presentó el pasado jueves 21 de enero su estrategia para hacerle frente al COVID-19. Criticando duramente el cuestionable trabajo que su predecesor Trump llevó a cabo con la pandemia, Biden firmó una serie de decretos para empezar en voz de ya a combatir el virus que ha posicionado
a su país en el puesto No.1 a nivel mundial, con más de 24 millones de contagios y más de 405 mil muertes:
Entre ellos se cuentan la necesidad de que aquellos que lleguen al país presenten tests negativos y hagan cuarentena; la orden de montar centros de vacunación a lo largo de todo el territorio -para acelerar la inoculación y llegar al objetivo de administrar 100 millones de dosis en sus primeros 100 días- y el requerimiento de usar mascarillas en jurisdicciones federales (Infobae, 21/I/21).
Así, en medio de censura y repudio, Trump se marchó por la puerta trasera tras un mandato que dejó a millones con un amargo sabor de boca, mismo que le abrió las puertas al que en algún momento fungió como el vicepresidente del afamado Barack Obama. No cabe duda de que los descalabros de algunos resultan ser los éxitos de otros.
Gracias por su lectura.
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Correo electrónico: sociologia_uameros@hotmail.com
*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y actual estudiante de la Maestría en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
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