Por Eros Ortega Ramos*
A principios de mayo del año en curso se dio a conocer que Humberta Marcelo Vásquez, antes conocida simplemente como Humberto Marcelo Vásquez, se había registrado como candidata por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia municipal de San Pedro Jicayán, en la región de los Jicayanes en el estado de Oaxaca. Cabe aclarar que Humberto Marcelo ya había hecho precampaña con una identidad de género masculina, misma que fue reconocida ante la ley junto con su compañero, Leonardo Silva Palacios, quien buscaba la reelección, pero debido a que el PRI había definido previamente que en ese municipio únicamente se podía postular a una mujer, decidió cambiar su identidad legal como “mujer” ante el Registro Civil de Oaxaca en el mes de marzo. La foto de la candidata se muestra a continuación:
Fuente: https://imparcialoaxaca.mx/costa/530894/no-me-apena-mi-registro-lgbt-afirma-humberta-marcelo-vasquez/
Tiempo después de su transición hacia una identidad de género disidente respecto de su sexo biológico de nacimiento, Humberta hizo pública su denuncia interpuesta por violencia política en razón de género ante el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEPPCO) debido a que ha recibido comentarios despectivos y discriminatorios, tales como “maricón” o “puto” por parte de diferentes adversarios políticos que lo descalifican por, supuestamente ellos, haber adoptado una identidad de género femenina únicamente para intereses políticos.
Ante esto, la ahora <> del PRI explicó que el transitar hacia una identidad de género femenina no consiste solamente en vestirse como mujer, debido a que la han acusado de fraude electoral por haberse registrado como Humberta, ya que bajo su condición de varón no habría conseguido su candidatura ante el órgano electoral. Por otra parte, Humberta aseguró sentirse muy orgullosa
por incorporarse a las filas de la comunidad LGBTTTIQA+, reafirmando su intención de competir en los próximos comicios, además de estar legalmente avalada por la autoridad electoral: “Mi nombre legalmente está constituido como Humberta Marcelo Vásquez […] legalmente hice el trámite correspondiente, no me apena estar como candidata […] Mi condición sexual no va a impedir que pueda participar en estas elecciones 2021” (SDPNoticias, 13/V/21).
Pero este no es un caso aislado, ya que desde antes que Humberta transitara repentinamente hacia su nueva identidad de género, otros candidatos varones (o <>, como usted prefiera llamarles) de otros estados del país le han apostado a su <> para conseguir candidaturas en las próximas elecciones, como en el caso de Tlaxcala. Resulta que, para cumplir con la cuota de paridad de género, algunos astutos candidatos de esta entidad se han “autoadscrito” como mujeres para ser avalados (o avaladas) por la autoridad electoral correspondiente:
El Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) avaló el registro de candidaturas de Fuerza por México (FxM) al ‘autoadscribirse’ como miembros de la diversidad sexual […] De manera inicial 18 candidatos del partido Fuerza por México (FxM) se registraron como aspirantes hombres a diversos cargos en Tlaxcala ante la autoridad electoral local, pero les observaron el incumplimiento de la paridad de género, por lo que decidieron “autoadscribirse” como mujeres para lograr que sus planillas cumplieran con esa acción afirmativa. En sesión extraordinaria, el Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) avaló el registro de candidaturas del partido para la elección de integrantes de ayuntamientos, en la que la consejera Dora Rodríguez Soriano observó que el partido no había hecho los cambios que se requirieron para cumplir con el principio de paridad de género (ElFinanciero, 06/V/21).
Asimismo, la consejera Soriano les solicitó a los integrantes del Consejo General en sesión electrónica que analizaran detalladamente cada uno de estos casos de autoadscripción para determinar si en verdad se trataba de asignaciones legales sustentadas en el derecho a la identidad de género o si, por otra parte, se trataba de simulaciones por parte de los interesados. En vista de la petición, los funcionarios Juan Carlos Minor Márquez, Erika Periañez y Denisse Hernández Blas, argumentaron que no debe de ponerse en duda la autoadscripción de la persona, sin excepción alguna. Y es lógico, creo yo, el argumento emitido por estos funcionarios si tenemos en cuenta que ante la negación de avalar tales autoadscripciones, la probabilidad de denuncia por discriminación por parte de los candidatos era inminente.
Es hasta este punto en donde le pregunto: ¿Considera justo que, por motivos de paridad de género, candidatos varones se autoadscriban como mujeres para cumplir con la cuota establecida y así poder competir en los próximos comicios? ¿No nos encontramos ante oportunistas que, amparados en un derecho reconocido
por la ley, pretenden ocupar puestos políticos que por definición tendrían que ser ocupados por mujeres, biológicamente hablando? Porque tal y como podemos observar, de acuerdo con la legislación en materia política y de diversidad sexual en este país, basta con que un varón se AUTOADSCRIBA mujer para SER una mujer, reemplazando así legalmente a mujeres biológicas sin posibilidad de objeción alguna. La identidad de género descaradamente politizada para fines que nada tienen que ver con esa diversidad sexual que hoy en día está siendo utilizada como estrategia política. No cabe duda de que la máxima de Maquiavelo es practicada en estos casos: EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS.
Gracias por su lectura.
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*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y actual estudiante de la Maestría en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
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