Por Eros Ortega Ramos*
El pasado 21 de junio del año en curso, se dio a conocer que la deportista transgénero, Laurel Hubbard, será la primera mujer con dicha identidad de género que participará de manera oficial en los próximos Juegos Olímpicos, mismos que se llevarán a cabo en Tokio para el siguiente año. Hubbard fue seleccionada para representar a Nueva Zelanda en la competencia de halterofilia, en la categoría femenil de 87 kg. Cabe resaltar que para que esta deportista transgénero de 43 años pudiera clasificar a dicha competencia de carácter mundial, en el año de 2015 el Comité Olímpico Internacional (COI) tuvo que modificar sus reglas para permitir que las atletas transgénero con sexo biológico masculino pudieran competir como <>, siempre y cuando sus niveles de testosterona estuvieran al nivel que comúnmente tienen las personas con sexo biológico femenino. Esto es muy importante de considerar ya que, de estar los niveles de testosterona elevados en la competidora transgénero, el incremento de su masa muscular representaría una notoria desventaja para las competidoras no transgénero. Una imagen de Laurel Hubbard se muestra a continuación:
Fuente: https://www.marca.com/otros-deportes/2021/06/21/60d0a1c5268e3e425d8b45b8.html
Como era de esperarse con este tipo de controvertidas decisiones, la opinión pública se dividió en dos sectores radicales: aquel que asegura que las otras competidoras de la misma categoría se encuentran en desventaja debido a que no nacieron con determinadas características biológicas propias a un sexo masculino, como lo es un mayor nivel de masa muscular, y por ende, una mayor fuerza física debido a una mayor producción de testosterona, y aquel que asegura que con la calificación de Hubbard a la contienda olímpica se está dando un paso adelante en la inclusión de personas transgénero en competencias de este calibre. Respecto al primer sector, la pesista originaria de Bélgica, Anna Van Bellinghen, manifestó su inconformidad de que Hubbard participara en este deporte dentro de la categoría femenil, incluso desde antes de que el Comité oficializara su clasificación, declarando lo siguiente: “Cualquiera que haya entrenado levantamiento de pesas a
alto rendimiento sabe que esto es cierto en los huesos: esa situación en particular es injusta para el deporte y los atletas […] es como una broma pesada” (Tribuna, 31/V/21). De hecho, Hubbard ya había participado en competencias deportivas masculinas anteriormente, mucho antes de declararse públicamente como una mujer transgénero por allá de 2013.
Con toda esta polémica por la clasificación de Laurel, me vinieron a la mente dos sucesos que dieron mucho de qué hablar en su momento respecto al tema de los atletas trans en las competencias deportivas: 1) La prohibición de mujeres trans en deportes escolares llevados a cabo en Florida y 2) La severa lesión de Tamikka Brents a manos de la peleadora transexual de artes marciales mixtas, Fallon Fox.
En el primer suceso, el gobernador electo de Florida, Ron DeSantis, firmó a principios de junio del año en curso una ley que prohíbe a los varones con una identidad de género trans participar en toda aquella competencia deportiva <> que tenga lugar en cualquier institución educativa de ese estado. Las declaraciones de DeSantis al respecto fueron muy contundentes:
“Creemos que es muy importante preservar la integridad de estas competencias […] Las chicas jugarán deportes de chicas y los varones, deportes de varones […] Vamos a basarnos en la biología y no en la ideología en lo que respecta a los deportes” (LaJornada, 01/VI/21).
Claramente el gobernador no está considerando la autopercepción de las competidoras trans, mismas que pese a que nacieron con un sexo biológico propio de un varón, se conciben como <>, ya que considera que las diferencias biológicas entre competidoras y competidores son determinantes al momento de buscar el triunfo en cualquier deporte.
En el segundo suceso, la peleadora transexual de artes marciales mixtas, Fallon Fox, derrotó a su rival, Tamikka Brents, a tan sólo dos minutos de haber iniciado el primer round. Las lesiones propinadas hacia Brents por parte de Fox fueron tan severas que le provocaron un daño en su hueso orbital, mismo que requirió de sutura con siete grapas, así como una conmoción cerebral. La imagen de la escalofriante herida se muestra a continuación:
Fuente: https://mma.uno/esta-bien-que-compitan-una-mujer-trans-con-una-mujer-biologica-en-mma/
Pero es hasta este punto en donde yo le pregunto a usted, estimado lector: ¿Basta la autopercepción, sostenida en la vivencia personal, subjetiva e interna, para que una persona con un sexo biológico prenatal masculino pueda formar parte de la categoría femenina en cualquier deporte? Todo indica que sí; la ideología ha superado a la biología.
Gracias por su lectura.
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*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y actual estudiante de la Maestría en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
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