Por Eros Ortega Ramos*
El virus del Covid-19 ya se encuentra por todos lados, y no me estoy refiriendo precisamente al contagio de una persona a otra -lo aclaro antes de que se me acuse injustamente de propagar de manera irresponsable fake news-, sino al acto de compartir todo tipo de información que diariamente se maneja en distintos medios de comunicación. Desde que inicia el día hasta que anochece, en todos lados vemos cómo el coronavirus no deja de ser tema central; mensajes de texto, radio, televisión, periódico, internet… asimismo, tanto especialistas en el tema como internautas y la vox populi en general, emiten su opinión sobre esta pandemia que traerá graves consecuencias tanto económicas como políticas. Aunado a esto, las actividades diarias de millones de personas han sufrido drásticos cambios desde que de manera oficial el Gobierno Federal solicitó a la población mexicana iniciar una cuarentena voluntaria en sus respectivos hogares como medida de prevención ante el virus que es altamente contagioso. Esto modificó planes y rutinas de diversos sectores sociales, pero hay uno en particular que me llama mucho la atención debido a su importancia y poca atención que hasta la fecha ha recibido; el educativo.
Como ya se sabe, la llamada Jornada Nacional de Sana Distancia se había programado del 23 de marzo al 19 de abril del año en curso, misma que abarcaba los días correspondientes a las vacaciones de Semana Santa, pero debido al incremento en el número de casos de personas infectadas por Covid-19, la Secretaría de Educación Pública (SEP) decidió alargarla de manera oficial hasta los últimos días de abril, al menos hasta el momento. Dicha decisión trajo como consecuencia que los docentes de distintos niveles educativos se vieran obligados a reprogramar sus planeaciones educativas respecto a los temas que abarcarían a lo largo del ciclo escolar previamente establecido. Ahora la labor consistía en determinar de qué manera el conocimiento iba a ser transmitido hacia los educandos, ya que debido a la contingencia sanitaria las clases presenciales tenían que ser suspendidas hasta nuevo aviso. Es aquí cuando una problemática de carácter pedagógico se hizo presente; la sobrecarga de trabajo por parte de algunos docentes hacia sus educandos.
Precisamente me encontraba leyendo una publicación del sitio Animal Político titulada: “Encerrados en casa por el coronavirus y la tarea: estudiantes del país se alistan para cuarentena”, en la que muestra la exorbitante cantidad de tarea solicitada por varios maestros en una secundaria pública ubicada en la colonia Juárez, llamada Héroes de Chapultepec, misma que tenía que ser entregada a más tardar el 20 de abril:
“FÍSICA. 2º grado: Escribir las biografías de: Newton, Aristóteles, Einstein, Copérnico, Curie, Galileo (y otros siete sabios). Ver el documental Mentes Brillantes y escribir sobre cada físico que se mencione en la cinta.
QUÍMICA. 3º grado: Hacer un mapa conceptual de las propiedades cualitativas y cuantitativas de la materia. Investigar a Lavoisier y anotar cinco aportes. Representar seis modelos atómicos. Escribir las características de los estados de la materia (y 16 instrucciones más).
HISTORIA. 1º grado: Leer El diario de Ana Frank (384 páginas), hacer un reporte y escribir qué harías si estuvieras en “esa situación” (sobrevivir, al parecer, a un genocidio).
MATEMÁTICAS. 3º grado: Resolver 52 multiplicaciones y divisiones con fracciones, así como 96 ecuaciones.
FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA. 2º grado: Investigar qué es equidad de género. Explicar cómo se combate la desigualdad de género. Investigar cuáles son los derechos de los adolescentes. Investigar qué son los estereotipos y qué son los prejuicios. Explicar los primeros 10 artículos de la Constitución Política.
INGLÉS. 3º grado: Inventar un recetario de tres platillos y hacer un video como si estuvieras en un programa de cocina de TV.
BIOLOGÍA. 1º grado: Elaborar una maqueta de un ecosistema (desértico, acuático, bosque, tundra, etc.). Escribir las biografías de: Darwin, Mendel, Pasteur, Fleming (y otros 9 sabios). Ver el documental Galápagos, hacer un resumen e ilustrarlo.
TALLER DE ARTES PLÁTICAS. 3º grado: Realizar una escultura en yeso (tema libre).
EDUCACIÓN FÍSICA. 2º y 3º grado: Diseñar un crucigrama. Hacer un dibujo de una leyenda del deporte. Elaborar un tríptico sobre higiene personal. Realizar un reporte sobre todo lo vivido por el Covid-19.
ESPAÑOL. 2º grado: Crear dos caligramas, dos acrósticos y dos palíndromos. Leer y analizar cuatro relatos, dos poemas y seis textos monográficos” (AnimalPolítico, 21/III/20).
Muchos docentes en la actualidad (de todas las edades) siguen reproduciendo consciente e inconscientemente ese sistema educativo mexicano caduco en el que se privilegia la saturación de tarea hacia los alumnos. Desafortunadamente, aún se mantiene la creencia de que el proceso de aprendizaje en niveles básicos tiene que ir acompañado de estrés, desvelos, sufrimiento y represión todo el tiempo. Y aclaro para evitar malinterpretaciones: no estoy en contra del trabajo en casa, siempre y cuando sea en proporciones razonables, estoy en contra de la creencia de que la saturación de dicho trabajo trae mejores resultados educativos en todos y cada uno
de los estudiantes. Nada más equivocado, ya que el proceso cognitivo es subjetivo en cada estudiante, esto quiere decir que es interpretado de diferentes maneras, de acuerdo con los hábitos de estudio previamente aprendidos a lo largo de sus vidas. De ahí que sea antipedagógica la exigencia del máximo rendimiento en todos los estudiantes por parte del docente mediante el trabajo bajo presión.
Todo docente debe de entender que el proceso cognitivo en cualquier disciplina tiene que ser gradual y paulatino, con el objetivo de lograr que el estudiante se interese, se involucre y se apasione por el estudio. De igual forma, tiene que tomar en cuenta los intereses, las necesidades y las capacidades de los educandos. Ahí tenemos el ejemplo de uno de los modelos educativos más exitosos del mundo; el finlandés. En dicho modelo, los estudiantes inician con su educación formal hasta los 7 años, tienen jornadas más cortas de aprendizaje, vacaciones más largas, no hacen exámenes y su cantidad de tarea es mínima. Los encargados de la educación en Finlandia saben de la importancia que tiene la no saturación de trabajo en sus estudiantes, a diferencia de México que, como lo sostuve anteriormente, sigue empeñado en reproducir su método disfuncional de “tareas al por mayor”.
Al final, son los números los que exhiben la realidad mexicana; estancamiento educativo en todos los niveles. Si se inicia mal desde la primaria, se termina mal hasta la universidad (si es que se llega) ¿Alguna vez se ha preguntado por qué a pesar de que el método de las tareas al por mayor lleva implementándose por décadas en este país, no se progresa en los resultados educativos? Porque no olvide que: “México ocupa el lugar 80 en “educación superior y capacitación” del Índice de Competitividad Global desarrollado por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), muy por debajo de otros países latinoamericanos como Argentina, Chile y Costa Rica, y en algunos subíndices las posiciones son aún más bajas. Además, es el último lugar de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en cuanto a la población adulta con educación superior, informó Adrián López Sánchez, presidente en Cancún de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex)” (LaJornadaMaya, 21/VIII/18).
Quizá habría que dejar de priorizar tanto las tareas al por mayor y apostarle a otro tipo de estrategias que realmente funcionen, mismas que no reproduzcan la también dañina creencia de que si no se puede trabajar bajo presión, no tiene caso ser estudiante.
Gracias por su lectura.
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*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y actual estudiante de la Maestría en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
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