Por Eros Ortega Ramos*
Recapitulando:
“El expresidente Felipe Calderón Hinojosa y dos exembajadores mexicanos calificaron como un “error colosal” que el actual jefe del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, vaya a reunirse con su homólogo estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca en plena campaña electoral en la Unión Americana. En entrevista con Azucena Uresti, en Radio Fórmula, el exmandatario panista afirmó: “Ir a ver a Trump en campaña electoral es un error colosal. Que espere a que pasen las elecciones. Si Pierde Trump cómo va a quedar con (el candidato demócrata Joe) Biden”. Calderón Hinojosa dijo que la polémica visita de Trump a México durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, en medio del anterior periodo electoral en Estados Unidos, “reconstruyó la campaña (de Trump)”. “Vino a decirnos qué hacer. Imagínate qué le va a decir a AMLO, va a volver a usar a México como ‘piñata política’”, añadió” (Infobae, 24/VI/20).
“En medio de la efervescencia electoral en Estados Unidos, la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Washington no sólo es “demasiado riesgosa”, sino, además, representa “un error colosal”, coincidieron especialistas. Para Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego, es demasiado riesgoso políticamente para López Obrador, porque Trump tiene muy buenas posibilidades de perder la presidencia y los demócratas van a estar muy enojados con el presidente mexicano si “le engorda el caldo político” al republicano” (ElFinanciero, 25/VI/20).
“Alfredo González, director editorial de El Heraldo de México, y Jorge Ramos, director de Información de La Silla Rota, conversaron en la Mesa de Opinión, El Heraldo – La Silla Rota, con el exsecretario de Relaciones Exteriores, escritor y analista político, Jorge Castañeda, quien señaló que la visita de AMLO a la capital de Estados Unidos será innecesaria y un error grave, pues la intención de Donald Trump es su reelección. Además, apuntó que el objetivo del primer mandatario de Estados Unidos es verse “presidenciable” y por ello buscó reunirse con el presidente de Polonia y los líderes del G7 a Washington, lo único que pretende es distraer al electorado y no ser cuestionado por el pésimo manejo que han tenido de la pandemia por Covid-19, el desastre económico y la caída en su popularidad” (ElHeraldodeMéxico, 02/VII/20).
“Es un error que el presidente Andrés Manuel López Obrador realice una gira de trabajo para visitar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump y no cumpla una agenda paralela para encontrarse con los migrantes mexicanos que viven en esa nación, afirmó Eunice Rendón. La exdirectora del Instituto de los Mexicanos en el Exterior dijo que hay varios elementos que llevan a pensar que no es el mejor
momento para que el mandatario mexicano vaya a Estados Unidos, entre ellos la pandemia de Covid-19 que ha obligado a las autoridades a realizar eventos públicos mediante videollamadas”. (ElEconomista, 07/VII/20).
De la misma manera, los eternos detractores del mandatario como Denise Dresser, Gilberto Lozano, Javier Lozano, Carlos Loret de Mola y Rafael Loret de Mola, por mencionar algunos de los más sobresalientes y perseverantes, no dudaron en recalcar la gravedad de las consecuencias que dicha reunión traería para el pueblo de México, con un Trump que defenderá su permanencia en el poder a como dé lugar y que ha actuado negligentemente ante un pandemia que posiciona a su país en el primer lugar de defunciones por COVID-19 a nivel mundial. Pero ante todo pronóstico fatalista que solamente anticipó lo peor de esta reunión, la cachetada con guante blanco que el mandatario propinó a los “opinólogos” de la moral, la democracia y la utópica perfección política, resultó firme, correctiva e histórica; de una sagacidad brutal.
Con una retórica increíblemente fluida, en no más de 20 minutos de discurso López Obrador sintetizó brillantemente los tres puntos más importantes a tratar durante su visita en el país vecino; crecimiento económico, migración y soberanía nacional. Respecto al primer punto, con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, el mandatario externó lo siguiente: “…el Tratado es una gran opción para producir, crear empleos y fomentar el comercio sin necesidad de ir tan lejos de nuestros hogares, ciudades, estados y naciones. En otras palabras, los volúmenes de importaciones que realizan nuestros países del resto del mundo pueden producirse en América del Norte, con menores costos de transporte, con proveedores confiables para las empresas y con la utilización de fuerza de trabajo de la región. Desde luego, no se trata de cerrarnos al mundo, sino de aprovechar todas las ventajas que nos brinda la vecindad, así como la aplicación de una buena política de cooperación para el desarrollo” (ElUniversal, 08/VII/20).
Respecto al segundo punto, el presidente recalcó el enorme porcentaje de mano de obra, y por consiguiente de ingresos económicos, que los migrantes y extranjeros de ambos países significan: “También, como es sabido, la historia, la geopolítica, la vecindad y las circunstancias económicas de ambas naciones han impulsado de manera natural un proceso de migración de mexicanas y mexicanos hacia Estados Unidos y se ha conformado, aquí, una comunidad de cerca de 38 millones de personas, incluyendo a los hijos de padres mexicanos. Se trata de una comunidad de gente buena y trabajadora que vino a ganarse la vida de manera honrada y que mucho ha aportado al desarrollo de esta gran nación. Asimismo, en México, más que en ningún otro país del mundo, viven y forman parte de nuestra sociedad un millón y medio de estadounidenses. De modo que estamos unidos, más que por la proximidad geográfica, por diversos vínculos económicos, comerciales, sociales, culturales y de amistad” (ElUniversal, 08/VII/20).
Y respecto al tercer punto, Obrador reconoció la importancia de respetar la autodeterminación de ambos países: “A usted, presidente Trump, le agradezco su comprensión y la ayuda que nos ha brindado en asuntos de comercio, petróleo, así como su apoyo personal para la adquisición de equipos médicos que necesitábamos con urgencia para tratar a nuestros enfermos del COVID-19. Pero lo que más aprecio, es que usted nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía. En vez de la Doctrina Monroe, usted ha seguido, en nuestro caso, el sabio consejo del ilustre y prudente George Washington, quien advertía que “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”. Usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí, para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto. Nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano” (ElUniversal, 08/VII/20).
Inclusive, el mandatario de forma implícita y sutil le recordó al magnate norteamericano que además de que México ha ayudado a Estados Unidos en situaciones de vulnerabilidad, aún conserva su memoria histórica: “Ciertamente, en la historia de nuestras relaciones, hemos tenido desencuentros y hay agravios que todavía no se olvidan, pero también hemos podido establecer acuerdos tácitos o explícitos de cooperación y de convivencia; por ejemplo, en los años cuarenta del siglo pasado, durante la Segunda Guerra Mundial, México ayudó a satisfacer la necesidad de Estados Unidos de materias primas y lo respaldó con mano de obra de los trabajadores migrantes, que fueron conocidos como “braceros” (ElUniversal, 08/VII/20).
Ahora queda esperar como de costumbre que los críticos, no ya de la labor presidencial en general, sino de la figura en particular del presidente, insinúen desventajas, consecuencias pesimistas y escenarios fatídicos (lógicamente imaginarios y poco probables en la realidad), en donde se cumpla el pronóstico que tanto nos advirtieron para restregarnos en nuestras caras el vergonzoso “se los dijimos”, que pocas veces o quizá nunca advirtieron con las pésimas administraciones pasadas. ¿Por qué habrá sido? La respuesta es más que obvia.
Gracias por su lectura.
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*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y actual estudiante de la Maestría en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
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