Por Eros Ortega Ramos*
El caso de Mariana Rodríguez no tiene nada de peculiaridad, ya que tal y como la exactriz de Televisa Angélica Rivera, conocida popularmente como “La Gaviota”, hizo por allá de 2012 cuando se le empezaba a relacionar con Enrique Peña Nieto para posteriormente convertirse de manera oficial en su esposa y en la primera dama de México, esta carismática influencer y empresaria ha logrado cautivar a muchos con su imagen, ocurrencias y obras de caridad, sin embargo, desde mi muy particular punto de vista nos encontramos ante una maestra del marketing personal y, por supuesto, la simulación de la esposa del también polémico y bastante machista gobernador de Nuevo León, Samuel García.
Y es que la estratega política sabe perfectamente de la importancia de las redes sociales en la legitimación de una figura política mediante el carisma y la identificación con el público, no en balde cuenta actualmente con más de un millón de suscriptores en su cuenta oficial de Instagram. Seguramente usted, estimado lector, en algún momento ha escuchado hablar de ella, ya sea por sus consejos de vida fitness, su arduo acondicionamiento físico, su estricta dieta alimenticia que lleva para mantener esa torneada figura, su compañía “Body By Vi” en donde ofrece kits de suplementos nutricionales, sus tenis “Fosfo Fosfo”, su invitación a Gloria Trevi al DIF “Capullos de Nuevo León” para que visitara a niños víctimas de violencia, su llegada al Palacio de Gobierno de Nuevo León disfrazada de Cenicienta, su regaño por parte de su esposo por <>, e inclusive por su repentino corte de cabello para solidarizarse con un niño que padece de cáncer, tal y como se muestra a continuación:
Fuente: https://www.caras.com.mx/personalidades/mariana-rodriguez-primera-dama-de-nl-se-corto-el-cabello-por-esta-razon/
No sé usted que piense, pero a mi parecer la empresaria se ve espectacular en esa fotografía; radiante, empoderada, imponente, inalcanzable y a la moda, ¿No cree? De hecho, tanto es el poder de la influencer en cuestión actualmente que inclusive fue capaz de invisibilizar toda acusación de machismo hacia su marido por haberla reprendido arbitrariamente en un “live” transmitido por Instagram en el cual se les ve comiendo unas deliciosas costillitas, todo por <>, de acuerdo con la propia declaración del hoy gobernador:
“En el video, la pareja come al tiempo que platican entre ellos con sus seguidores. Sin embargo, en un momento, el senador de Nuevo León por Movimiento Ciudadano interrumpe a Rodríguez para pedirle: “súbete la cámara, estás enseñando mucha pierna”. “¿Mucha pierna?, nada más era mi rodilla, ¿no?, responde Rodríguez, para luego explicar que ella sólo alcanza a ver su rostro. “Que bajes la pierna, no andes enseñando la pierna”, replica su esposo, quien más adelante agrega: “Me casé contigo pa´mí, no pa´que andes enseñando”. “Perdón”, responde Rodríguez, tras acceder a la petición del político” (Milenio, 10/VIII/20).
He de confesar que después de la vergonzosa escena de reclamo que el entonces senador protagonizó supuse ingenuamente que su carrera política se vería drásticamente afectada por lo sucedido, más por la creciente hegemonía de ese discurso feminista actual que repudia y condena el machismo y toda forma de violencia en contra de la mujer, pero me equivoqué, al grado de que aquel que en su momento fue señalado como machista, violento y agresor se convirtió nada más y nada menos que en el gobernador de Nuevo León, por encima de todo pronóstico en su contra.
Pero no todo es imposición por parte del mandatario hacia su pareja ya que a principios del mes de octubre se dio a conocer que tras más de 10 largas horas de discusión, el Congreso de Nuevo León ratificó las modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública Estatal promovidas por el propio García mediante las cuales se dio aval para que pueda ejecutar una estructura nueva del Poder Ejecutivo, misma que incluye un gabinete paritario con diecisiete secretarías y la creación de una oficina nueva que las coordinará de manera conjunta, la cual, como era de suponerse, será encabezada por su mano derecha; Mariana Rodríguez. Al final, el favor sí se pagó con otro favor.
Dicho todo lo anterior, hasta el día de hoy nos encontramos ante una mujer que no sólo funge como primera dama de su entidad, sino también como una figura pública carismática y tremendamente popular que sabe representar muy bien aquel arquetipo del “girl power” que el discurso del empoderamiento de las mujeres ha venido construyendo a lo largo de varios años. De ahí que sea ella la que, literalmente, haya convertido en ganador a Samuel García a pesar de sus desafortunados antecedentes. Y todo parece indicar que, al menos hasta el momento, ellos representen la única oposición por la cual realmente se tengan que
preocupar los próximos candidatos presidenciales que deseen contender para las próximas elecciones federales. La historia nos demostró que cuando aparecen en el mapa candidatos de la oposición carismáticos, la estrategia política tiene que modificarse inevitablemente, a menos que se esté dispuesto a repetir el craso error de la pareja telenovelera presidencial, misma que vergonzosamente fue impulsada por los propios electores que encuentran en ella una ilusoria identificación encubierta en simulación.
Gracias por su lectura.
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*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y maestrante en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
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