Por Eros Ortega Ramos*
Hace algunos días, mientras me encontraba navegando por Facebook, me encontré con la siguiente publicación del portal de noticias “Milenio”:
Fuente: https://www.milenio.com/virales/tiktok-alumna-profesor-sexy-clase-linea-viral-video?fbclid=IwAR0WLQ9BL2Ztchs14iLu0Od8vKi25ob3j4pstvP9pQ7yAwnmczFOJwCAI98
A decir de los emoticones utilizados en el comentario de la publicación dada a conocer por el equipo de Milenio en esta red social, la traducción quedaría de la siguiente manera: “¡Qué perro oso, TODOS la escucharon!” (en esta ocasión, por cierto, omitiendo el lenguaje incluyente que en varias de sus publicaciones promueven al no poner TODOS y -TODAS-) para posteriormente proseguir con el título principal: ““Qué sexy”: Alumna habla de su PROFESOR y OLVIDA APAGAR su MICRÓFONO”.
Por otra parte, en el portal “MSN NOTICIAS”, se dio a conocer la siguiente información respecto al contenido del video:
En el video, que rápidamente se viralizó, aparece la pantalla de la clase en línea. El personaje principal es un hombre, quien aparentemente es el profesor. De fondo, en el clip se escucha la voz de una joven que dice que su profesor es muy
sexy. “Este hombre es tan sexy, ¿estás bromeando? Escucharé todo lo que digas”, dice la joven. Tras lanzar su comentario libremente, el profesor y todos los alumnos quedaron impactados. Finalmente, la joven se da cuenta de su error y muestra su rostro de espanto tras la equivocación por no apagar el micrófono (MSNNOTICIAS, 02/XI/20).
A mi parecer, la chica del video importuna al profesor con su arriesgado comentario en el cual expresa con otras palabras lo atractivo que resulta para ella, mientras se encontraba tomando la clase. Por otra parte, debido a la poca duración del video y a su forzada edición para la plataforma de TikTok, es complicado describir a detalle cuál fue la reacción del sorprendido maestro; si de sorpresa, incomodidad o enfado. Pero por lo poco que puedo apreciar en los segundos que dura, mismos que tiempo después se hicieron virales en diferentes redes sociales, el profesor continuó con su clase ya que no le dio mayor importancia al “halago”, si es que así se le puede llamar, que su alumna refirió hacia él.
De la misma manera considero que también es importante decir que la autenticidad del video es bastante dudosa, por lo que, al menos para un servidor, pondría en duda si realmente eso pasó o si es otro de tantos videos creados con el propósito de robar la atención de los internautas para sumar más likes a la publicación. Pero el punto aquí no es determinar si el video es verdadero o falso para conseguir más “me gusta” en dicha red social, sino la manera en cómo los medios informativos presentan la noticia hacia los espectadores. De ahí que haya escogido la chusca descripción de Milenio con un lenguaje tremendamente coloquial y humorístico para describir una situación que, a mi parecer, hubiera resultado completamente diferente si se hubiese efectuado por parte de un varón; la de IMPORTUNAR con un PIROPO. O llámele como usted le quiera llamar; halago, adulación, coquetería, etc., al final el mensaje de atracción de ella hacia él es evidente y claro.
¿Pero qué habría pasado si en vez de ser una mujer la que lanzó el “piropo” al docente, hubiese sido un hombre? ¡Estoy seguro de que la indignación sería total! Buscando la condenación del responsable de semejante acto de violencia sexual efectuado contra una mujer. No nos engañemos, menos ahora que el discurso de la violencia hacia la mujer está de moda. La exigencia de castigo mediante la vía penal inundaría los comentarios de todo aquel portal que compartiera la noticia de la ignominia: “Alumno acosa a maestra durante la clase”, se leería una y otra vez bajo el linchamiento mediático que sufriría el desafortunado alumno que cometió el error de expresar públicamente su atracción hacia su profesora.
Es aquí en donde yo me pregunto: ¿Si una mujer coquetea es "piropo", pero si un hombre lo hace es "acoso"? ¿Qué no se supone que el “piropo” en ninguna circunstancia debe de ser reproducido ya que equivale a una de las formas más graves de violencia sexual? Porque cabe decir que respecto a esta última interrogante no estoy del todo de acuerdo ya que el estudio del piropo va más allá de considerarlo en todo momento como violencia sexual, sin estudiar las diferentes
interpretaciones (inclusive positivas) que tanto hombres como mujeres pueden darle, pero ese es otro tema que no nos atañe en este artículo de opinión.
Independientemente del amarillismo de esta nota de Milenio y otras publicaciones, que por cierto fueron compartidas miles de veces en diferentes sitios con los mismos toques burlescos, es interesante ver como se sigue reproduciendo esa doble moral sexual que reivindica el arquetipo "mujer/víctima-hombre/victimario". No estoy diciendo que el acoso deba de ser justificable y mucho menos aceptable, de ninguna manera, pero tampoco estoy diciendo que el piropo, en todo caso y en todo contexto, tenga que ser reducido inevitablemente a un acto de acoso. Si un hombre o una mujer importuna, y por consiguiente incomoda con un piropo NO es acoso; la insistencia después de ser rechazado o rechazada por dicha importunación o incomodidad, SÍ.
Gracias por su lectura.
Twitter: @erosuamero
Facebook: Eros Ortega Ramos
Correo electrónico: sociologia_uameros@hotmail.com
*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y actual estudiante de la Maestría en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
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